Con una clara señal de unidad y malestar por el impacto adverso de las restricciones a la exportación de carne vacuna, las entidades empresarias y gremiales de esa cadena productiva emitieron un documento conjunto para reclamar al Gobierno nacional la eliminación de la medida implementada del 20 de mayo pasado. Hay que recordar que hasta el 31 de agosto próximo, se puede exportar el 50% del promedio que la Argentina comercializó al mundo en el segundo semestre de 2020.
El mensaje de toda la cadena fue advertir al Gobierno que la coyuntura está afectando a cada uno de los eslabones de la misma. Los empresarios reiteraron el pedido de reglas claras que permitan dar previsibilidad a una actividad con ciclos biológicos de largo plazo y no generando más incertidumbre y pérdidas en la economía. También hubo un compromiso de seguir trabajando en los temas pendientes, como el peso impositivo y las cuestiones arancelarias, para que la Argentina no pierda más competitividad ante los países competidores.
Del almuerzo realizado en el predio de la Sociedad Rural Argentina, en Palermo, participaron las cuatro entidades agropecuarias que integran la Mesa de Enlace, y representantes de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), la Cámara Argentina de Consignatarios de Ganado, la Cámara de Productores de Carne Vacuna, el Centro de Consignatarios de Productos del País, el Consorcio ABC, la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus derivados y la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica).
En el documento titulado “Perdimos todos”, los integrantes de la cadena señalaron que tras cuatro meses de restricciones los productores sufrieron una caída en el precio de la hacienda, aumentó la incertidumbre y se registró una menor producción forrajera y genética. Además, señalaron que la actividad de los consignatarios registró una baja en el volumen comercial, mientras que los industriales y exportadores enfrentan una caída en la faena que deriva en un incremento de los costos operativos. Por otro lado, entienden que “una vez más se daña la imagen de la carne argentina en los mercados internacionales, ante los reiterados incumplimientos con los compradores”.
Pero también las restricciones a las exportaciones provocaron un daño en el sector laboral, al registrarse una menor actividad industrial, y los consumidores se perjudicaron porque el consumo de carne se vio afectado por el alto nivel de inflación. Y por último, el documento advirtió que “la medida oficial afectó al país, por una merma en la recaudación de impuestos e ingreso de divisas por las exportaciones”. Es por eso que frente a dicha problemática, “se solicitó al presidente Alberto Fernández que se revean las medidas y decisiones administrativas que se tomaron desde abril pasado, y se retrotraiga la normalización de los mercados a principios del mes de abril”.
Si bien el Gobierno el pasado sábado habilitó un cupo adicional de 3.500 toneladas mensuales de carne bovina kosher que pueden ser vendidas a Israel, se reclamó la liberación total de las exportaciones de carne vacuna. “El anuncio del Gobierno fue absolutamente parcial”, comentó Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), al término del almuerzo.
Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), sostuvo que con la medida del último sábado, “el Gobierno dio una señal”. Y agregó: “El sentido de este grupo al juntarse es justamente analizar íntegramente la cadena y tomar las decisiones que hagan falta, para que las exportaciones vuelvan a encauzarse y vuelvan a la normalidad. Tenemos que esperar estos 10 días para ver que determinación toma el Gobierno. Nosotros tenemos una visión distinta y pedimos que el Gobierno recapacite para terminar con esto cuanto antes”.
Repercusiones
Todos los asistentes al almuerzo en la Rural manifestaron su satisfacción por la unidad que demostró el sector , y donde se ratificó una vez más la voluntad de seguir dialogando con el Gobierno para superar esta situación de coyuntura, y empezar a trabajar en el fortalecimiento de la cadena, en beneficio del país.
“Soy peronista y le digo al Gobierno que con las restricciones a la exportación todos la estamos pasando mal. Se está haciendo populismo que no sirve para nada. Por el momento no hay despidos masivos en la industria frigorífica, pero los trabajadores sufren una reducción en sus salarios, especialmente en los incentivos por productividad que reciben. Hay que hacerle entender al Gobierno que el camino que estamos recorriendo no es el correcto, y que no queremos repetir la mala experiencia de 2006 cuando perdimos 15.000 puestos de trabajo”, advirtió José Fantini, Secretario General de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus derivados.
Soy peronista y le digo al Gobierno que con las restricciones a la exportación todos la estamos pasando mal. Se está haciendo populismo que no sirve para nada (José Fantini)
En ese sentido, también se pronunció el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino: “Todos estamos padeciendo la actual cuotificación de exportaciones. Seguimos apostando al diálogo, pero el malestar por el impacto de las medidas es muy grande”, dijo. Otro dirigente del campo, el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Gabriel De Raedemaeker, aseguró: “Escuchar a los trabajadores en el mismo idioma que los productores, es algo que gratifica. Hoy hemos dado una lección de convivencia. Nuestra apuesta ha sido tratar de evitar una situación de mayor conflictividad social de la que ya está viviendo el país, pero lamentablemente el Gobierno se está tomando todo el tiempo para revertir una medida equivocada”.
Sin embargo, De Raedemaeker no descartó el inicio de una medida de fuerza si continúan las restricciones. “Si no se llega a levantar la medida, sería la chispita que está faltando para que se genere una protesta visible. Llamale cese de comercialización, llamale movilización. Estamos tratando de poner paños fríos a lo que están reclamando los productores, esperando que hoy se abran las exportaciones y mientras tanto van pasando los días. La protesta ya no sería solo de la producción sino de toda la cadena que se ve perjudicada”, precisó.
Por otro lado, el consignatario Carlos Colombo señaló que las decisiones oficiales en torno a la comercialización de la carne vacuna, provocan impacto en lo inmediato, pero además en la toma de decisiones para el mediano y largo plazo. “Todos sufrimos las consecuencias”, comentó. Uno de los últimos en opinar sobre la reunión fue Fernando Herrera de APEA, quien resaltó la foto grupal simbólica que se sacó toda la cadena cárnica: “Le estamos dando un mensaje al Gobierno y la sociedad de un sentido de unidad. Además señalamos que las medidas son equivocadas, y tenemos que mejorar en productividad, y que los beneficios sean para todos”, aseguró.
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