Carne vacuna: a pesar de una leve baja en el precio, el consumo interno sigue cayendo y las exportaciones se desplomaron casi 30%

Las dificultades que viene atravesando el sector cárnico en los meses que ya transcurrieron de este año hacen pensar que 2021 no se convertirá en buen recuerdo para la actividad. A pesar de que en el ya lejano enero no se avizoraban grandes nubarrones que afecten de sobremanera al rubro, más allá de lo que podría traer aparejado la pandemia, las decisiones del Gobierno nacional sumió a toda la cadena en una tormenta que ya comienza a presentar resultados negativos que serán complicados de revertir.

A mediados de mayo, el presidente Alberto Fernández decidió prohibir la exportación de carne vacuna en un principio, para después limitar a la mitad los embarques respecto a los realizados en 2020, ante una pronunciada suba de los precios internos del producto. Ahora bien, esta iniciativa oficial tenía como fin cumplir dos objetivos principales: por un lado, detener el aumento en los valores y, por el otro, incentivar el consumo interno. En el primer caso, durante julio, por primera vez en mucho tiempo, se registró una baja en el precio promedio de la carne del 0,9%. Pero en el segundo punto, no se logró revertir la caída, sino que sigue profundizando su descenso a niveles históricos. A esto, se le suma un desplome en las exportaciones y bajas en la faena.

Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes de la República Argentina (Ciccra), el consumo por habitante al año continúa su tendencia descendente que comenzó entrado el gobierno de Mauricio Macri y que hasta la fecha no parece encontrar piso. La entidad empresaria sostuvo que el promedio móvil de los últimos doce meses en lo que respecta a la ingesta de este producto quedó ubicado en 47,5 kilogramos al año. En términos interanuales la caída habría sido de 2,84 kg por habitante por año y al comparar con el máximo relativo de julio de 2009, cuando se contabilizaron 69,6 kg/hab/año, la merma habría llegado a 31,8% (-22,1 kg/hab/año).

Este abrupto descenso no responde solo a la baja en el poder adquisitivo de los trabajadores, otro proceso que parece no encontrar fin y que se profundizó durante la pandemia, sino que también corresponde a un retroceso en la participación del mercado interno en el consumo total de carne, en un contexto donde la faena está contrayéndose casi desde principio de año.

Por ejemplo, en el séptimo mes del año la producción de carne vacuna fue 244.000 toneladas equivalentes a res con hueso (tn r/c/h) tn r/c/h de carne vacuna, 4,1% inferior a lo registrado en junio y 13,9% en la comparación interanual. “Asumiendo que el volumen exportado se mantuvo en torno a las 50,0 mil tn r/c/h, la absorción del mercado doméstico habría sido de 193.900 tn r/c/h. Sumado a los seis meses anteriores del año, la cantidad del producto volcada al mercado interno alcanzó los 1,212 millones de tn r/c/h, lo que significó un retroceso en la comparación interanual del 7,5%. Esto quiere decir que en menos de un año los argentinos dejamos de consumir casi 100.000 toneladas de carne.

Otro índice que se vio menguado fue el de la faena como consecuencia de una menor oferta de animales. El mes que acaba de pasar concluyó con el sacrificio de 1,06 millones de cabezas de hacienda vacuna, cuestión que representó un retroceso del 4,1% respecto a junio y retracción del 14,3% en comparación de julio de 2020. En este sentido, Ciccra explicó que “así como la liquidación de hembras permitió sostener el nivel de faena durante 2020, en lo que transcurrió de 2021 disminuyó la disponibilidad de hacienda de todas las categorías para faenar. Esto último no sólo se debió a la menor cantidad de hembras en el rodeo, sino también al impacto de la sequía que afectó a las principales zonas productoras del país, y a la extensión del proceso de producción, debido a la recría de terneros a campo”.

Exportaciones

Por supuesto, la medida adoptada por el Gobierno nacional tuvo el mayor impacto en el sector exportador, ya que justamente apunta a limitar los embarques de carne para asegurar el abastecimiento al mercado interno, cuestión que desde la cadena nunca pusieron en duda. Más allá de que las restricciones se impusieron en mayo, dicho mes culminó con el mayor volumen despachado de los últimos seis meses al alcanzar los 63.300 toneladas.

Sin embargo, en junio - último mes del cual se cuentan con datos oficiales - se comenzaron a observar con fuerza los efectos adversos de la medida. Según lo informado por Ciccra, en total se exportaron 35.000 toneladas de carne vacuna en dicho mes, un 29,3% menos que en junio de 2020 y poco menos de la mitad de lo registrado en mayo. Debido a esta reducción, lo embarcado en el sexto mes del año se convirtió en el “menor volumen de los últimos dieciséis meses”.

De este total China explicó casi 74% de la caída del volumen exportado, con 10.700 toneladas menos en la comparación interanual; lo que equivale a un 28,2% menos. Esto se explica en base a que el grueso de los despachos que fueron limitados tenían como destino el gigante asiático, que compraba en gran volumen mercadería que casi no se consumía en Argentina, como lo es la carne de vaca.

En materia de facturación por ventas al exterior, en junio ingresaron USD 160 millones, muy por debajo de los USD 267,8 millones registrados en mayo y un 24,6% inferiores a los de un año atrás. “El descenso de los ingresos por menores ventas a China explicó casi 76% de la caída de los ingresos por exportaciones de carne vacuna durante el sexto mes del año” por la cuestión explicada anteriormente, concluyó el informe realizado por la entidad empresaria.

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