A dos meses de las restricciones a la exportación de carne vacuna: 5 claves del conflicto que sigue enfrentando al Gobierno con el campo

La decisión del Gobierno de Alberto Fernández no logró cumplir con el objetivo de hacer bajar el precio al consumidor y provocó un enorme perjuicio en el sector primario y la industria frigorífica. Qué puede suceder en las próximas semanas

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Las restricciones para exportar carne vacuna siguen provocando enormes perjuicios a la cadena de ganados y carnes.
Las restricciones para exportar carne vacuna siguen provocando enormes perjuicios a la cadena de ganados y carnes.

Este martes se cumplen dos meses del inicio de la decisión del Gobierno de intervenir el mercado de la carne vacuna, restringiendo las exportaciones, en medio de un enorme rechazo del sector privado.

Este tipo de acciones, advirtieron los actores de la cadena, derivan en un freno de las inversiones y perjudican el desarrollo del interior del país, deteriorando el empleo privado que se necesita para revertir la difícil situación por la que atraviesa la Argentina, complicada por la pandemia de coronavirus.

El 20 de mayo Alberto Fernández decidió cerrar por 30 días las ventas al exterior y el 23 de junio una reapertura parcial de las mismas, donde se estableció hasta el 31 de agosto un cupo mensual de exportación que no puede superar el 50% del promedio total de toneladas exportadas de las partidas de carne bovina fresca o refrigerada y carne bovina congelada, durante el segundo semestre del año pasado. Además, se prohibió hasta fin de año la exportación de Reses enteras, medias reses, cuartos delanteros y traseros con hueso, medias reses incompletas, Asado con o sin hueso, Falda, Matambre, Tapa de Asado, Cuadrada, Paleta y Vacío.

El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) proyectó que las exportaciones de carne vacuna caerían entre un 30 y 35% en julio y agosto, período en el que se perderán unas USD 200 millones de exportación y unas 50.000 toneladas de producción

Las medidas anteriormente mencionadas hasta el momento no lograron cumplir con el objetivo de hacer frenar el aumento de la carne al mostrador y generan enormes perjuicios en el sector de la producción, la industria frigorífica exportadora, y en el empleo. Frente a este panorama, la cadena de ganados y carnes sigue reclamando al Gobierno que revierta las restricciones, para que la Argentina pueda volver a posicionarse ante el mundo como un proveedor confiable.

En medio de la problemática que se ha generado, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) proyectó que las exportaciones de carne vacuna caerían entre un 30 y 35% en el presente mes y agosto próximo, dejando de ingresar por mes unos 100 millones de dólares en concepto de divisas y la producción de carne bajaría unas 25 mil toneladas por mes. Los especialistas, además, adviertieron que el impacto será en toda la cadena productiva del país.

Por su parte, especialistas de la Fundación Pensar subrayaron que el cierre de exportaciones no tuvo el efecto buscado, debido a que la hacienda en pie bajó y la carne al consumidor subió, y señalaron: “Más allá de los valores puntuales, hay consecuencias que no se pueden medir y que están relacionadas con la confianza necesaria al llevar a cabo una actividad productiva y el aspecto comercial que conlleva. Cerrar las exportaciones de carne hace que los ganaderos pierdan expectativas sobre el futuro de la actividad de cría y engorde que puede producir efectos muy negativos”.

Y agregaron: “Si el criador no repone los vientres que salen de producción o directamente reduce la cantidad de vientres, la producción de terneros será menor y también la futura producción de carne. También el cierre de exportaciones afecta la confianza de los compradores. Argentina pasa a ser un proveedor no confiable, como también ya paso a partir de 2006, y los compradores se abastecen en otros mercados. A la larga entonces, el cierre de exportaciones afecta el presente y futuro de la actividad por muchos años”.

A continuación los cinco aspectos que detallan el impacto de la medida oficial y que derivó en un nuevo conflicto entre el Gobierno y el campo:

1- El precio de la carne al consumidor

La principal preocupación del Gobierno, en un año atravesado por la pandemia y las próximas elecciones legislativas, es el precio de los alimentos al consumidor, entre ellos el de la carne vacuna que registró importantes incrementos en los últimos tiempos. Es por eso que se decidió aplicar una receta del pasado, que es la intervención del mercado de la carne mediante las restricciones para exportar. Hasta el momento no se logró el objetivo, ya que el precio de la carne al consumidor siguió subiendo.

La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que la inflación de junio marcó una desaceleración respecto al mes previo –cerró en 3,2%- aunque en los últimos 12 meses la suba de precios acumulada alcanzó el 50,2% y en la primera mitad del año el IPC fue de 25,3%, muy cerca de la meta del 29% que proyectó el Gobierno para 2021. Entre los alimentos, se destacó la suba en los precios de la carne (4,6% en el Gran Buenos Aires). Cuatro de los cinco cortes relevados por el organismo estadístico se incrementaron por encima de la inflación general.

En junio volvió a subir el precio de la carne al consumidor.
En junio volvió a subir el precio de la carne al consumidor.

Además, la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), informó que el precio promedio de los cortes vacunos para el consumidor del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) registró un aumento de 8,2% entre mayo y junio del presente año. Entre la segunda quincena de mayo y la primera de junio se verificó un alza de 7,8% (en el arranque de marzo había sido de 6,1%). Pero, en la segunda quincena del mes se observó (también por primera vez en el año) una caída de 0,6%.

Sobre esto último, opinó el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien en declaraciones periodísticas reconoció que el precio de la carne “en los primeros días de julio hubo una reducción del mismo y vemos una caída leve, que nos marca un sendero de estabilización y que es lo buscamos, para que exista un abastecimiento adecuado de la mesa de los y las argentinas. Logrado esto, se trabajará para que la exportación se pueda retomar normalmente”.

2- La caída de precios en el Mercado de Hacienda

En las últimas semanas, el presidente del Mercado de LIniers, Oscar Subarroca, realizó una radiografía respecto a los precios que actualmente se están pagando por la hacienda en comparación de los valores que se manejaban previamente al cierre, donde detalló el efecto negativo de la iniciativa gubernamental en el segmento de las vacas, mientras que tuvo un resultado casi nulo en los segmentos de consumo interno, que era lo que buscaba el Gobierno.

“Después del cierre de exportaciones, el precio de la vaca ha tenido un deterioro muy grande. Si tomamos la vaca de conserva que se estaba vendiendo a 100/105 pesos por kilo antes de este problema, hoy está en los 70/75 pesos. O sea, estamos en el orden del 20% o 25% menos, mínimo”, marcó Subarroca respecto al movimiento de los precios.

Las restricciones para exportar carne vacuna, también afectaron los precios en el Mercado de Hacienda, especialmente el de la vaca con destino al mercado externo. (REUTERS/Agustin Marcarian)
Las restricciones para exportar carne vacuna, también afectaron los precios en el Mercado de Hacienda, especialmente el de la vaca con destino al mercado externo. (REUTERS/Agustin Marcarian)

Asimismo, puntualizó que desde que se anunció la intervención del mercado cárnico, la vaca manufactura pasó de 110 pesos a 80/90, la carnicera de 120/130 pesos a 100/110 y la especial casi novillo de 140/150 pesos a 120/130 por kilo. “La caída ha sido espeluznante a lo que respecta a este segmento. Al mercado le ha bajado mucho la demanda por parte de la industria exportadora. También pasó en las compras particulares y en las ferias”, agregó.

3- El impacto en la industria frigorífica

En Argentina existe un número considerable de frigoríficos cuyas operaciones son mayormente para exportación, por lo que las medidas del Gobierno les pegó de lleno, más allá de que se permitió que los envíos que ya contaban con un permiso de exportación se hagan y que tampoco se prohibieron los cargamentos cuyo destino se encontraba en la Cuota Hilton, la 481 o a Estados Unidos, lo que posibilitó que algunos siguieran trabajando.

Pero, como es obvio, lo que afecta a la empresa, afecta a sus trabajadores, los cuales casi siempre son el eslabón que primero recibe los daños. Si bien todavía no se realizó un relevamiento para tener una radiografía completa del sector, son arios los frigoríficos que han aplicado suspensiones de turnos o despidos en el sector, a lo que hay que sumar que los trabajadores han visto afectados sus ingresos.

Se complica el panorama en la industria frigorífica exportadora. (EFE/ Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)
Se complica el panorama en la industria frigorífica exportadora. (EFE/ Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)

Los integrantes de la Federación de Sindicatos de la Carne y Afines de la República Argentina (Fesitcara) realizaron la semana pasada asambleas en diferentes plantas frigoríficas, tras la declaración del estado de alerta y movilización, y no descartan una marcha a la sede de la Secretaría de Comercio Interior y cortes de rutas en el interior, si el Gobierno no flexibiliza las exportaciones de carne vacuna. Por otro lado, en reuniones que mantuvieron con sectores de la producción, como sucedió el último viernes en Santa Fe, advirtieron que los salarios de los trabajadores se achicaron hasta un 50%.

“En Santa Fe hay 10 frigoríficos exportadores, con 10.000 puestos de trabajo, y 20.000 productores ganaderos. Algunos frigoríficos tienen previstos despidos y hay empleados con menos sueldo. Las consecuencias económicas son muy graves. Por eso vamos a conformar una mesa multisectorial y pedimos una audiencia con el gobernador (Omar Perotti) para que se ponga al frente de la situación”, dijo en diálogo con Infobae, Ignacio Mántaras, presidente de la Sociedad Rural de Santa Fe y Secretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFE).

4- ¿Posibles medidas?

Ha trascendido en las últimas semanas que el Gobierno prepara una serie de medidas con el objetivo de aliviar el impacto que el cierre de las exportaciones de carne vacuna está generando en diferentes atores de la cadena de ganados y carnes.

En la previa al acto multisectorial que el campo organizó el pasado 9 de julio en la ciudad bonaerense de San Nicolás, dirigentes de la Mesa de Enlace confirmaron a este medio que habían recibido llamados de ministros del Gobierno quienes informaron que está en estudio la posibilidad de flexibilizar las ventas al exterior de carne vacuna, a partir de la liberación de la comercialización de la vaca con destino a China, principal importador de nuestro país, y de retomar los embarques hacia Israel.

Los ministros Luis Basterra y Matías Kulfas, mantienen contacto con la dirigencia del campo.
Los ministros Luis Basterra y Matías Kulfas, mantienen contacto con la dirigencia del campo.

“En el Gobierno nos aseguran que está circulando un borrador del Decreto que contemplaría las nuevas medidas, pero no tenemos precisiones cuando el mismo se publicará en el Boletín Oficial”, dijo a este medio el pasado viernes una fuente cercana a la Mesa de Enlace. Por otro lado, el Gobierno también estaría preparando una nueva convocatoria al sector para seguir trabajando en el armado del Plan Ganadero. En ese sentido, hay que recordar que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), se retiró del espacio donde está debatiendo dicho Pan, ya que consideran que para proyectar el mediano y largo plazo de la ganadería, las exportaciones tienen que estar liberadas.

5- La Mesa de Enlace y el diálogo con los gobernadores

Durante el acto de San Nicolás, los presidentes de las cuatro entidades que integran la Mesa de Enlace solicitaron “diálogo y un cambio de rumbo en materia de política agropecuaria” y mostraron una señal de unidad y fortaleza, en medio de reclamos, especialmente de los sectores autoconvocados, de iniciar una nueva medida de fuerza en rechazo a las medidas que lleva adelante el Gobierno de Alberto Fernández.

“La Mesa de Enlace está más fuerte que nunca y no vamos a permitir que el Gobierno nos pase por encima”, dijo el titular de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes, en San Nicolás. Además, la máxima autoridad de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, envió un mensaje al presidente Alberto Fernández cuando señaló en su discurso: “Será difícil la relación si no nos convocan a dialogar. Nos tiene que ayudar a construir y no a destruir”.

La Mesa de Enlace en el acto de San Nicolás. (Franco Fafasuli)
La Mesa de Enlace en el acto de San Nicolás. (Franco Fafasuli)

Mientras tanto, la dirigencia apuesta al diálogo con los gobernadores. La semana pasada los dirigentes almorzaron con la máxima autoridad de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y también avanzan las gestiones para que en los próximos días se concreten las reuniones con los gobernadores de Mendoza, La Pampa. Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, entre otros. Para la Mesa de Enlace es importante que los gobernadores, especialmente aquellos que tienen llegada directa a Alberto Fernández, puedan advertir al presidente sobre el impacto negativo que ya están provocando las restricciones para exportar carne vacuna.

Por último, la Mesa de Enlace y otros actores de la cadena de ganados y carnes están consensuando por estas horas un documento para presentar al Gobierno, con el objetivo de unir esfuerzos para que se pueda dar el puntapié inicial que deje atrás la actual coyuntura y permita una mirada estratégica de mediano y largo plazo para potenciar al sector e impulsar la inversión y el aumento de la producción.

Uno de los principales puntos de la propuesta, según pudo saber Infobae, es que las exportaciones estén libre de restricciones y abiertas a todos los actores, sin suspensiones de cortes determinados que alteran el abastecimiento de mercados tradicionales e impiden optimizar la integración de la media res. Se busca producir de manera más confiable, con reglas claras de juego, generando más valor en toda la cadena, aumentar la oferta en el mercado interno y externo de todas las carnes, entre otras.

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