Un estudio realizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) determinó que en los próximos dos meses las exportaciones de carne vacuna caerían entre un 30 y 35%, dejando de ingresar por mes unos 100 millones de dólares en concepto de divisas y la producción de carne bajaría unas 25 mil toneladas por mes. Los especialistas advierten que el impacto será en toda la cadena productiva del país.
Todo esto como consecuencia del Decreto, publicado el miércoles último, por el cual se reabre parcialmente las exportaciones de carne bovina fresca, tras la suspensión por 30 días de las ventas al exterior, que finalizó el pasado 20 de mayo. Las nuevas medidas, vigentes hasta el 31 de agosto del presente año, establecen un cupo mensual de exportación que no podrá superar el 50% del promedio total de toneladas exportadas de las partidas de carne bovina fresca o refrigerada y carne bovina congelada, durante el periodo julio – diciembre del año pasado.
Además, se prohíbe hasta fin de año la exportación de Reses enteras, medias reses, cuartos delanteros y traseros con hueso, medias reses incompletas, Asado con o sin hueso, Falda, Matambre, Tapa de Asado, Cuadrada, Paleta y Vacío.
A partir de esto, el Instituto proyecta para julio y agosto del presente año, a partir del cupo mensual del 50% y los contingentes arancelarios, “un volumen teórico habilitado para acceder a los mercados externos, durante el bimestre de julio y agosto de 2021, que alcanzaría las 34.395 toneladas peso producto: un 67,5% del volumen promedio exportado entre enero y mayo de 2021, que resultó de 50.870 toneladas peso producto”.
El informe del IPCVA también sostiene que las restricciones derivarían en “la imposibilidad de integrar el negocio exportador con la totalidad de los cortes de la res, ya que cerca de un 25% del peso canal se encuentra vedado para la exportación. Por ejemplo, cortes como la cuadrada forman parte de la integración habitual del negocio de 14 o 18 cortes con destino Chile, mientras que la paleta es pieza clave del conjunto de cortes del Chuck and Blade, que encuentra en el mercado de Israel uno de sus destinos más rentables”.
La menor actividad que va a generar la medida dispuesta por el Gobierno nacional, tendrá su efecto negativo en todos los eslabones de la cadena productiva, advierte el informe. Es decir, en frigoríficos, trabajadores, productores, transportistas, veterinarios, agrónomos, logística y todo el sector de la comercialización. “Este impacto se sentirá a lo largo y ancho de todo el país, teniendo en cuenta que la ganadería es una de las actividades más federales y se realiza en todas las provincias de la Argentina”, señalaron desde el Instituto.
Reuniones
Teniendo en cuenta que la ganadería es una actividad con una fuerte presencia en las diferentes provincias del país, los dirigentes del campo que forman parte de la Mesa de Enlace decidieron la semana pasada solicitar audiencia con los gobernadores de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, Chaco, Santa Fe, Corrientes, Mendoza y Entre Ríos.
Mañana, a las 8.30, los representantes de los productores serán recibidos por el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y a las 17.30 por Jorge Capitanich, la máxima autoridad de la provincia de Chaco. Las reuniones serán presenciales.
El objetivo de los dirigentes es que los gobernadores intercedan ante el Gobierno de Alberto Fernández para que eliminen las restricciones para exportar carne vacuna y concientizar que de continuar el actual plan para el sector habrá un impacto negativo en la producción, el empleo y la Argentina dejará de ser un país confiable como abastecedor de alimentos al mundo. Por otro lado, la intención de los dirigentes es dialogar acerca de las necesidades y alternativas que tienen las entidades para seguir trabajando en beneficio de los productores y los consumidores del país.
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