La política oficial del gobierno de Alberto Fernández en materia de carnes sin duda dejó planteada varias dudas, y hasta antítesis y contradicciones, de acuerdo a la visión de los analistas y productores. Por un lado, propone un plan ganadero para aumentar la producción en un 66% pero simultáneamente impone restricciones a la exportación y una política de revisión constante de los precios cárnicos en el mercado doméstico.
La medida recibió fuertes críticas por parte de productores pecuarios, del ruralismo y de entidades vinculadas a los matarifes y abastecedoras de carne, principalmente de las grandes ciudades argentinos. Los ganaderos sufren el desplome en el precio de las vacas de conserva y los matarifes advierten que la carne barata no llegará a los consumidores con menor poder adquisitivo.
Pero la publicación de ayer en el Boletín Oficial del Decreto 408/2021, dejó algunas dudas en la cadena de ganados y carnes, desde donde advierten que se necesitarían normas reglamentarias o adicionales para despejar la incertidumbre que provocaron algunos aspectos de las medidas oficiales. En ese sentido hay dos temas a tener en cuenta.
Por un lado, no está confirmado si se reabre la exportación a Israel, como había trascendido en las últimas semanas que se habilitaría la comercialización de la carne certificada Kosher, tras las críticas que había realizado la Embajadora de dicho en país en la Argentina, Galit Ronen, quien había dicho en una charla virtual: “No puede ser que cada vez que le da ganas a la Argentina, Israel se queda sin carne”. Fuentes oficiales señalaron esta tarde a Infobae que los envíos al mencionado país se encuentran dentro del cupo del 50% que rige desde ayer.
Por otro lado, faltan más precisiones sobre la manera que se aplicará el recorte obligatorio del 50% en las exportaciones de carne vacuna. Al respecto, el anuncio del Gobierno fue que se calcularía sobre la mitad de los promedios exportados durante el segundo semestre del año pasado. Pero en el sector exportador aguardan más especificaciones. Hay que recordar que dicho recorte fue establecido hasta el 31 de agosto próximo y en el caso que el Gobierno lo considere necesario, se puede prorrogar hasta el 31 de diciembre.
En ese punto, los productores hicieron la observación de ese artículo del Decreto, teniendo en cuenta que la Mesa de Enlace al retirarse de Casa de Gobierno el martes pasado, el día de los anuncios, comentó que Alberto Fernández se comprometió a liberar las exportaciones, si en 10 a 15 días los precios de la carne al consumidor se estabilizan y no registran subas.
Análisis
Diego Ponti, analista de ganados y carnes de la consultora AZ Group, realizó un estudio, a pedido de Infobae, de las medidas promovidas por la Casa Rosada de frenar el aumento del precio de la carne vacuna al consumidor, controlar la comercialización a través de restringir la comercialización externa y al mismo tiempo estimular a futuro la producción de carne vacuna.
Entre los aspectos a destacar de la medida, Ponti señaló que “si bien es bueno que se disponga de un cupo de carne a bajo precio para la población, ya sea con acuerdos con frigoríficos y supermercados u otros mecanismos, la medida no debería afectar en paralelo a la dinámica exportadora. La misma debería permitir subsidiar naturalmente los precios en el mostrador de las carnicerías por una mejor integración de la res, a la vez que generaría incentivos para aumentar la producción de carne”.
El informe privado también resaltó la importancia de que se controlen las operaciones de exportación sancionando a quienes operan fuera de la ley, para lo cual el analista asegura que no era necesario cerrar las ventas al exterior de carne vacuna. “Es bueno que se converse con los actores de la cadena cárnica y con los representantes de los productores en una Mesa Sectorial evitando medidas unilaterales. Sin embargo, en este caso, hasta ahora, el sector ganadero parece ser sólo tomador de decisiones; no se observa una construcción conjunta. La mejor negociación es ganar-ganar, cuando ambas partes alcanzan un equilibrio superador”, agregó.
Aspectos negativos
En relación a los aspectos que mayores críticas recibió de la cadena cárnica, el analista mencionó que “la restricción de las exportaciones al 50% no reducirá los precios de la carne para los consumidores domésticos. Estamos en un momento donde la producción no está en una fase expansiva, circunstancia que se aprecia con datos: en los primeros cinco meses del año la producción de carne fue un 4% inferior a la del mismo período de 2020”.
Además, últimamente, hay menor oferta de novillitos livianos provenientes de los feedlots. Los elevados precios de los terneros y del maíz respecto del novillo gordo promovieron planteos de engorde más prolongados, con creciente desarrollo de recrías pastoriles para reducir la participación del grano y diluir, con kilos ganados baratos, la mala relación inicial ternero/novillo. Por estas razones, los corrales en plena zafra están con 62% de ocupación, según la Cámara Argentina de Feedlot.
Durante 2021 se esperaba que la ganadería comenzara a mejorar su productividad de la mano de precios rentables, concretando inversiones en pasturas e infraestructura, que apuntaran a más terneros por vaca y a animales más pesados. Se vislumbraba un momento de cambio que necesitaba un apoyo (o ninguna intervención) para consolidar una tendencia positiva. Las restricciones a la exportación y el monitoreo de precios de la carne que se anunció derrumban esa expectativa.
Además, Ponti dijo que hay que entender que el precio en el mostrador de las carnicerías y en la góndola de los supermercados lo definen los consumidores comprando o dejando de hacerlo. “Las restricciones –expresó el estudio- a la comercialización de carne vacuna podrán reducir durante un tiempo los valores de algunas categorías de hacienda, pero eso no se verá reflejado en las carnicerías ni en los supermercados porque los matarifes y los frigoríficos tratarán de recuperar márgenes perdidos durante la última suba del novillo. La baja demanda actual es bastante inelástica y hace todo lo posible para no reducir la participación de la carne vacuna en la dieta del hogar”, subrayó el especialista.
Por último, el analista sostuvo que no son buenas las perspectivas para el diseño de un Plan Ganadero. “No se ve posible un crecimiento de la producción cuando los precios de la carne y las exportaciones estarán bajo revisión constante de aquí en adelante. Un plan productivista que se inicia desconectando los principales circuitos que hacen a la inversión genuina no logrará los objetivos anunciados por el Gobierno. Sin expectativas positivas, sin rentabilidad y sin reglas claras no habrá más inversión; sólo habrá un futuro con precios para la carne más elevados que los actuales”, concluyó el informe de AZ Group.
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