El sector cárnico en su conjunto asiste a un verdadero debate interno mientras que el gobierno negocia con los grandes frigoríficos exportadores alternativas para abaratar el valor interno de la carne en tiempos de crisis y en un año electoral. En la cadena de ganados y carnes no hay dudas que más allá de cómo se resuelva la cuestión de las exportaciones, actualmente esto ya tiene su impacto en el ánimo del inversor ganadero, principalmente en los dependen de la producción de vacas, tales como las que demanda masivamente China.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y sus Derivados de la República Argentina (Ciccra), expresó que frente a la inflación que enfrenta la Argentina, que pega de lleno sobre los precios de los alimentos, “la solución de fondo es contar con una mayor producción aunque el Gobierno piensa en abaratar precios de la economía interna con el objeto de ganar las próximas elecciones legislativas”.
“Ya nos pasó y sabemos lo que va a pasar: una vez que se ganó un mercado en el exterior, y no cumplimos con su provisión, nos hace que no seamos confiables” (Bustillo)
“El precio de la carne va a seguir alto, debido a que no hay terneros por las dos últimas sequías durante el 2020, y los que hay se destinan a la recría. Hoy el ganadero pierde $2.500 en la relación gordo-invernada. Por lo que el precio del animal de consumo va a seguir alto. Esto se debe a que la oferta va a seguir restringida a pesar de la caída bajísima que tiene la demanda interna por pérdida de salario y desocupación”, explicó Schiariti a Infobae.
Frente a las medidas del gobierno de cerrar exportaciones, el titular de Ciccra manifestó que en su caso como “pequeño ganadero” seguirá produciendo aunque consideró que “los que tienen inversiones fuertes, les modificó las expectativas. De esto no cabe la menor duda. Es un desaliento para la ganadería”.
Según Alfonso Bustillo, vicepresidente de la Asociación Argentina de Angus, la medida de cerrar exportación “es un error” y “muy mala como medida”. “Ya nos pasó y sabemos lo que va a pasar: una vez que se ganó un mercado en el exterior, y no cumplimos con su provisión, nos hace que no seamos confiables, y que se vaya el comprador a otra alternativa comercial. También sabemos que se cierran frigoríficos y se saca mano de obra calificada en la industria y en los pequeños productores del Interior que necesitan del valor que reporta el ternero y novillo de exportación”.
Bustillo consignó también que “los cortes populares argentinos bajaron su valor a moneda constante cuando comenzó a crecer la exportación (a comienzos del 2020). Es una falacia decir que porque se exporta tenemos la carne cara”.
“El precio de la carne va a seguir alto, debido a que no hay terneros por las dos últimas sequías durante el 2020, y los que hay se destinan a la recría” (Schiariti)
“La decisión adoptada por el gobierno nacional creemos que es una medida errónea y además se cerró la exportación de vacas, que es el 75% de las ventas que se destinan a China. Esperemos que el gobierno pueda ver el error cometido y pueda revertir la medida. Es muy malo para la actividad ganadera, y fundamentalmente para los que encarar este negocio, que tarda como mínimo tres años en plasmarse”, aseguró el ganadero de Angus.
Negociaciones
Respecto a las negociaciones que mantienen el gobierno con el sector exportador para recortar el precio interno de la carne y expandir la provisión cárnica a los barrios más alejados del conurbano bonaerense, Schiariti afirmó que “los exportadores tienen una enorme vocación para acordar con el gobierno, pero van a tener que mejorar los canales de distribución. Tal como están ahora no le sirve a nadie. Ni al gobierno ni al consumidor que lo necesita”.
Para el titular de Ciccra, la propuesta realizada por matarifes y abastecedores de proveer carne a carnicerías ubicadas a 20 a 50 kilómetros del centro porteño “tiene mucha razonabilidad porque no tiene sentido poner cortes muy baratos en Tigre o San Isidro, sin llegar al segundo y tercer cordón”.
Más allá de esto, Schiariti aseguró que el gobierno de Alberto Fernández debería atacar el problema de fondo del aumento en los alimentos: “El problema de Argentina es la inflación, y luego el precio de la carne y en la medida que el gobierno siga emitiendo la inflación seguirá existiendo. A esto se le suma que hay 600 mil terneros menos tras las dos sequías de otoño y primavera del 2020, lo que provocó una baja preñez. Hoy la faena de hembras ronda el 47,5%. Así comenzó la liquidación de vientres y esto comenzó cuando la Secretaría de Comercio amenazó al sector”.
La posición de lo matarifes
Leonardo Rafael, presidente de la Cámara de Abastecedores y Matarifes de Argentina (Camya), detalló que el sector le ofreció a Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, cumplir con la logística y distribución de la carne a los barrios donde hoy no llega a valores más baratos, especialmente para el consumidor más vulnerable que reside en el segundo y tercer cordón de Buenos Aires, y también en el Gran Santa Fe, Gran Rosario y en Mar del Plata.
“Se ofreció así hacer un desarrollo de 200 a 300 carnicerías ubicadas en los lugares más postergados. A Paula Español (secretaria de Comercio) le gustó pero aún no tuvimos una respuesta oficial a la propuesta”, dijo a este medio respecto al encuentro que mantuvieron directivos de Camya con funcionarios nacionales.
El matarife aseguró que, más allá de cualquier objeción por parte de frigoríficos exportadores, “los que se comercializa en el mercado interno cuenta con todos los impuestos que se abonan en Argentina y tiene valor agregado, y para los exportadores, si bien harían un gran esfuerzo (por proveer carne al mercado doméstico a través del sector matarife y abastecedor que representa la cámara) aún le cierran los números” si se suman a la propuesta presentada ante el gobierno nacional.
“El tema a solucionar es que la gente no tenga acceso a un kilo de carne. Allí las autoridades adoptan medidas pero después hay que ir creciendo y no es sostenible dejar para el consumo interno mercadería que no se consume. Vayamos en busca de cómo se pagan los impuestos de cómo podemos compensar exportación por consumo interno y saquemos carga al consumo interno para que se abaraten los precios”, explicó según el punto de los abastecedores de carne local.
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