El cierre de exportaciones de carne por 30 días decidido por el Gobierno nacional y el cese de comercialización por 9 días dispuesto por la Mesa de Enlace, no solo trajeron aparejados un escenario de conflictividad con resolución incierta, sino que también puede afectar los precios al consumidor, que fue la supuesta razón central que motivó la medida oficial. No sólo eso: cómo destacó ayer Infobae, puede peligrar el abastecimiento del producto al comienzo de la semana que viene por falta de hacienda.
Las primeras semanas van a ser puntuales en cuanto a suba de precios y después se reacomodarán según el mercado absorba el precio en góndola o no (Rafael)
La gran preocupación del Gobierno radica en el control y posterior baja de la carne vacuna al consumidor, la cual registró una suba interanual en abril del 65%, ubicándose casi 20 puntos porcentuales por encima de la inflación. La herramienta elegida en primera instancia para lograr ese fin fue la suspensión de exportaciones por un mes, cuestión que fue rechazada automáticamente por el conjunto de la cadena cárnica.
Ahora bien, a solo dos días de la protesta emprendida por el campo se pudo ver la magnitud de la adhesión de los productores, cuya foto más representativa fueron los corrales del mercado de Liniers completamente vacíos. Pero hubo otro momento que hacía prever la ausencia de animales en el predio y fue la fuerte suba de precios que ocurrió en el último día de operaciones previo al paro, donde el índice general de valores subió por encima del 28% y pasó de 128,794 a 165,075 pesos por kilo, cuestión que no necesariamente se trasladó al consumidor.
Pero esa es la foto del comienzo y todavía puede darse otra, que es la imagen de los mostradores vacíos del alimento preferido de los argentinos. Es que los actores de la cadena prevén que pasado el fin de semana que viene puede empezar a darse un desabastecimiento, por lo menos en las carnicerías, debido al agotamiento del stock y a la falta de comercialización de hacienda.
En diálogo con Infobae, el presidente de la Cámara de Matarifes y Afines (Camya), Leonardo Rafael, indicó que se bien hubo una suba en el precio de la hacienda previo al cese de comercialización, ese aumento no se trasladó al consumidor, pero que prevé que se pueda dar un desabastecimiento para la semana próxima por un agotamiento del stock, de continuar la medida de fuerza de los productores.
“La realidad es que no hubo aumentos. Pudo haber habido alguno que se sale de la generalidad, que haya especulado, pero no se pudieron traspasar los valores” de la última suba, aunque advirtió, en lo que respecta a provisión de carne a los locales comerciales que “hasta el sábado y domingo vamos a llegar con el stock para abastecer a las carnicerías y, a partir del lunes y martes, empieza a haber desabastecimiento producto del paro agropecuario. No queremos llegar a ese momento, pero calculamos que a partir del lunes empieza a haber faltantes”.
Los actores de la cadena prevén que pasado el fin de semana que viene puede empezar a darse un desabastecimiento, por lo menos en las carnicerías, debido al agotamiento del stock y a la falta de comercialización de hacienda
Al respecto, Rafael indicó que “cuando empiece el desabastecimiento no sé si va a haber aumento, por el simple hecho de que no va a haber mercadería”, pero agregó que “cuando arranque la rueda de la semana que se levante el paro, los precios van a estar caros por el solo hecho de no tener el stock en las cámaras para abastecer a los carniceros”.
Por otro lado, Rafael indicó que le propuso a la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, que para lograr una baja en los precios de hasta $150 por kilo se deberían bajar impuestos que pesan sobre la carne, como ingresos brutos y el IVA, y que para compensar lo que el Estado dejará de recaudar se podría subir las retenciones, hoy del 9 por ciento.
El director de la consultora Focus Market, Damián Di Pace, sí consideró que hubo un aumento al consumidor desde el comienzo del paro y pronosticó más subas. “Las carnicerías están liquidando los stocks, están vendiendo lo que tenían desde antes de que se anuncie el cese de comercialización. Los distribuidores pueden llegar a entregar algo entre miércoles y jueves. Hasta ahora, con ese escenario, mientras dura el cese de comercialización, el aumento fue del dos por ciento. El parámetro más importante recién se va a ver el viernes cuando se empiecen a ver las nuevas entregas que, por supuesto, van a ser a otro precio”.
Otras opiniones
El consultor ganadero, Victor Tonelli, coincidió con Rafael en que no hubo un traslado al consumidor de la suba registrada en Liniers en la última operatoria, como así también proyectó que pueda empezar a haber faltantes a partir del fin de semana que viene por la falta de hacienda.
“El último día de comercialización subió el ganado de consumo en Liniers, pero ese aumento no se trasladó al carnicero y, por lo tanto, no debería haber subido al consumidor. Creo que hay conciencia del problema en la mayoría de los operadores matarifes y abastecedores serios y no tendría que tener impacto en el consumidor. Puede ocurrir que falte mercadería el fin de semana que viene si no hay acuerdo antes y ahí será responsabilidad de cada punto de venta, ya que no habría cambios en el precio del ganado por cese de comercialización”, explicó a este medio Tonelli.
Respecto al comportamiento futuro de los precios, el especialista consideró que “si hay un acuerdo razonable entre privados y el Gobierno y se levanta el paro no debería impactar significativamente ni a la suba ni a la baja para ganado liviano para consumo, que seguirá siendo escasa. Sí impactará en el valor de las vacas ya que, aún con acuerdo, algunas restricciones afectarán los precios que pagarán los exportadores en momento de oferta abundante”.
Por otro lado, el director de la consultora Agroideas, Federico Santangelo, explicó que el movimiento de los precios al consumidor dependerá de cómo continúen tanto el paro de comercialización, como las restricciones a las exportaciones impuestas por el Gobierno, pero sí vaticinó que éstas últimas, en el mediano plazo, no hará que caigan los valores de la carne en el mercado interno.
“Las restricciones de las exportaciones no van a afectar el precio de la carne al consumidor. A lo sumo lo va a mantener igual. Va a lograr que baje el precio de la hacienda, pero no al consumidor y esto va a implicar que después las carnicerías, matarifes y frigoríficos reasignen mayores márgenes”, indicó Mastrangelo a Infobae.
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