Según el FMI, los cierres generalizados de escuelas por la pandemia tendrán graves impactos en los países emergentes

Un informe del organismo internacional señala que por los cierres de escuelas los países pobres perdieron en promedio la mitad del ciclo escolar “con consecuencias negativas para toda la vida”

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El reinicio de clases presenciales en La Pampa, en septiembre, una de las provincias que más rápidamente reabrió las escuelas
El reinicio de clases presenciales en La Pampa, en septiembre, una de las provincias que más rápidamente reabrió las escuelas

La pandemia de Covid-19 está aumentando las desigualdades económicas mundiales, dice el Panorama Económico Mundial que presentará el FMI en su reunión virtual de primavera (boreal), este mes. El organismo adelantó hoy parte del informe, en el que da como ejemplo de esa creciente brecha el caso de la educación.

“Nuestro análisis estima que, con los cierres generalizados de escuelas, las pérdidas educativas en 2020 corresponden a una cuarta parte del curso escolar en las economías avanzadas y al doble en las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Los niños de familias más pobres se han visto afectados de forma desproporcionada. Estimamos que hasta 6 millones de niños de economías de mercados emergentes y en desarrollo podrían abandonar la escuela en 2021, con consecuencias negativas para toda la vida”, dice un pasaje.

El informe refiere el aumento de la pobreza y las desigualdades preexistentes y enfatiza la importancia de las redes de protección social. La pandemia, señala, “también ha expuesto desigualdades en el acceso a servicios básicos -atención sanitaria, educación de calidad e infraestructura digital- que, a su vez, pueden causar brechas de ingresos que persistan generación tras generación”.

De cara al futuro inmediato, el FMI señala que “en los próximos meses serán decisivos el acceso universal a las vacunas y los avances en la vacunación. En el período de recuperación y posterior, las políticas económicas deberán tener como objetivo dar a todos la oportunidad de tener posibilidades durante toda la vida, para lo que deben reducirse las diferencias en el acceso a servicios públicos de calidad”.

Eso exigirá, prosigue, “la movilización de ingresos adicionales y la mejora de la prestación de servicios, al tiempo que se fomente el crecimiento inclusivo” .

También en Salud

En materia sanitaria, la profundización de la desigualdad entre países desarrollados y subdesarrollados ha significado, explica el documento, que los los países con mejor acceso a atención sanitaria han registrado menores tasas de mortalidad, teniendo en cuenta la edad de la población y el número de casos”. Por el contrario, los países más pobres reportaron “un mayor número de contagios, en especial donde la urbanización está más extendida”.

También en este caso el organismo alerta que “los efectos sobre los mercados laborales serán duraderos”.

Uno de los gráficos que ilustra el informe del FMI, donde se observa que en los países emergentes las "pérdidas educativas" fueron mucho más grandes que en los desarrollados
Uno de los gráficos que ilustra el informe del FMI, donde se observa que en los países emergentes las "pérdidas educativas" fueron mucho más grandes que en los desarrollados

En el caso específico de la Educación, el informe señala que “la escala sin precedentes de cierres de escuelas ha tenido como resultado pérdidas educativas equivalentes a aproximadamente una cuarta parte del curso escolar en las economías avanzadas y a la mitad en las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Las mayores pérdidas han recaído en los niños de familias más pobres y con menor nivel educativo. Además, en 2021, las tasas netas de matriculación escolar en las economías de mercados emergentes y en desarrollo podrían caer 1 punto porcentual (aproximadamente 6 millones de niños abandonarían la escuela). Los niños que abandonen la escuela sufrirán pérdidas de aprendizaje importantes”.

Recomendaciones

Para impedir la profundización e inercia del consiguiente “círculo vicioso” de Educación y Salud en materia de riqueza, ingresos y oportunidades laborales, el Fondo señala que las “intervenciones” de política pública deben combinar “políticas predistributivas (que afectan a los ingresos antes de impuestos y transferencias) y políticas redistributivas (que reducen la desigualdad de ingresos del mercado, principalmente mediante transferencias y, en menor medida, mediante impuestos” y da una serie de consejos al respecto:

-Invertir más y mejor en educación, sanidad y desarrollo de la primera infancia. Por caso, dice, el gasto adicional en educación debe apuntar a reducir la brecha de matriculación entre niños de hogares ricos y pobres y “abordar las ineficiencias” respecto de las cuales precisa que en las economías de mercados emergentes y en los países en desarrollo de bajo ingreso, la diferencia entre la eficiencia del gasto de un país y la de los países con mejor desempeño varía entre el 8% y el 11% para la atención sanitaria y entre el 25% y el 50% para la educación.

Un grupo de miembros del colectivo Padres por la Educación presencial (PPEDRD) protestan frente al Ministerio de Educación exigiendo la vuelta a la docencia en los colegio hoy, en Santo Domingo (República Dominicana). En el país, la educación presencial fue suspendida a todo nivel desde la llegada de la pandemia, en marzo de 2020. EFE/ Orlando Barría
Un grupo de miembros del colectivo Padres por la Educación presencial (PPEDRD) protestan frente al Ministerio de Educación exigiendo la vuelta a la docencia en los colegio hoy, en Santo Domingo (República Dominicana). En el país, la educación presencial fue suspendida a todo nivel desde la llegada de la pandemia, en marzo de 2020. EFE/ Orlando Barría

-Fortalecer las redes de protección social ampliando la cobertura de los hogares más vulnerables, y mejorar la adecuación de las prestaciones. Esto no solo significa asignar más recursos, dice, sino también reasignar el gasto hacia los programas más eficaces e identificar mejor las prestaciones y los beneficiarios.

-En los países desarrollados, aumentar la progresividad en los impuestos sobre el ingreso y aumentar los tributos sobre sucesiones y donaciones e inmobiliarios. Y admite considerar “contribuciones para la recuperación de la COVID-19 e impuestos sobre beneficios empresariales «excesivos» e incluso plantearse impuestos sobre el patrimonio si las medidas anteriores no son suficientes.

-Transparencia fiscal, mediante el fortalecimiento de la gestión financiera pública y la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas, sobre todo en el caso de las medidas de respuesta a la pandemia, de modo de reforzar la confianza en el gobierno.

En 2020, la Argentina recorrió el camino inverso. Un informe de la “Red Ruido” que relevó el gasto público en pandemia en 14 provincias argentinas que a partir del decreto 260/2020 del presidente Alberto Fernández que estableció la emergencia sanitaria y habilitó la contratación de bienes y servicios hizo que 92% de las compras públicas en ese marco se hiciera de manera directa, impidiendo el control. Provincias como Salta y Tierra del Fuego realizaron el 100% de sus compras bajo esta modalidad y con extraordinarias diferencias de precios. Por caso, la provincia de Buenos Aires compró ambulancias a hasta el triple de precio que otros distritos, Chaco pagó el barbijo N95 más caro del país, Córdoba concentró la mayor facturación por en un solo proveedor y Santa Cruz adquirió el litro de alcohol etílico hasta 11 veces más caro que el Chaco.

La pandemia, concluye el informe, aumentó la atención sobre la capacidad de respuesta de los gobiernos a la crisis y hará que el apoyo popular a mejores servicios públicos, “ya importante antes de la pandemia, probablemente aumente”.

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