La semana próxima finalizará el acuerdo entre el Gobierno y frigoríficos que comenzó a principios de febrero para vender a valores “precios populares” ocho cortes de carne en supermercados de todo el país. En el Poder Ejecutivo aseguran que buscarán continuar el programa aunque los abastecedores de la carne esperan sentarse con los funcionarios para saber qué alcance y características tendría una nueva etapa.
El acuerdo de la carne comenzó a aplicarse en las góndolas a principios de febrero tras el consenso alcanzado con un grupo de frigoríficos exportadores y distintas cadenas de supermercados con sucursales en todas las provincias. El acuerdo apuntaba a la rebaja de hasta un 30% en el precio de ocho cortes de carne para ser vendidos en los supermercados de todo el país durante los primeros tres miércoles de cada mes y los fines de semana.
De esa manera, se establecieron precios de referencia: la tira de asado a $399 el kilo, vacío $499, matambre $549, tapa de asado $429, cuadrada/bola de lomo $489, carnaza $359, falda $229 y roast beef 399 pesos. Estos cortes se suman a los dos incluidos en Precios Cuidados (carne picada $265 y espinazo $110), con lo que totalizaron diez cortes.
El acuerdo estableció una rebaja de hasta un 30% en el precio de ocho cortes de carne para ser vendidos en los supermercados de todo el país durante los primeros tres miércoles de cada mes y los fines de semana
El programa de “precios populares” comenzó con una denuncia pública del cantante El Dipy, que mostró fotografías con bandejas de carne con un alto contenido de grasas y cuestionó la calidad de los cortes incluidos. En ese momento, tanto el Ministerio de Desarrollo Productivo como supermercados y frigoríficos involucrados en el acuerdo tuvieron que salir a desmentir esas acusaciones.
Durante las primeras semanas de vigencia del plan oficial de precios la Secretaría de Comercio Interior desplegó inspectores en distintas bocas de expendio e incluso la propia titular del área Paula Español apareció en distintas campañas controlando qué nivel de cumplimiento tuvo el programa en las góndolas.
Ya en ese momento el Gobierno había detectado varias irregularidades en supermercados de distintas provincias, principalmente faltantes de stock en las góndolas, precios por encima de los establecidos en el programa y topes de compra por clientes, algo que no está establecido en las condiciones del acuerdo.
Para ejemplificar, en Córdoba en la mayoría de los casos se encontró “buena señalización, cumplimiento de precios y buena calidad”, aunque detectaron que no estaban presentes todos los cortes. En La Pampa se visitaron locales en la ciudad de Santa Rosa. Los inspectores del Gobierno registraron “un buen cumplimiento en cuanto al stock y la calidad”, pero en algunos locales se detectó cartelería indicando una limitación al consumidor de compra de un máximo de tres kilos y medio.
Otros dos casos con incumplimientos se detectaron en Jujuy, donde el relevamiento mostró que se respetaron los precios para los cortes y presentaron buena calidad, mientras que en la provincia de San Juan se observó una mejora en la calidad de la carne, aunque se notaron algunos problemas en cuanto al stock.
Desde los frigoríficos consideran que el plan cumplió sus objetivos, pero ahora esperan sentarse con los funcionarios para determinar qué características tendrá una nueva etapa
Más allá de ese primer diagnóstico oficial sobre el nivel de cumplimiento de precios y abastecimiento en los primeros días de implementación, ya pasados dos meses casi completos la expectativa pasa a ser cómo será la continuidad de este programa, que el Gobierno lo pensó desde un principio como un acuerdo anual “con actualizaciones periódicas”. La primera etapa terminará el 31 de marzo y ahora los frigoríficos que se firmaron el programa esperan definir en los próximos días la letra chica de la renovación.
De acuerdo a lo que informaron fuentes del mercado ante la consulta de Infobae, el nivel de ventas de los cortes de carne “estuvo en línea con lo que se esperaba”. “Los volúmenes que se vendieron fueron los que estaban pactados, no sobraron bandejas en las góndolas pero tampoco te faltaban porque hubiera mucha demanda”, explicaron.
Desde los frigoríficos consideran que el plan cumplió sus objetivos, pero ahora esperan sentarse con los funcionarios para determinar qué características tendrá una nueva etapa. “El acuerdo fue sumamente positivo. Hubo una agresión al principio del programa que fue infundada. Nadie pudo decir nada más cuando se comenzó a entregar la cantidad y precios comprometidos y el consumidor lo llevó”, dijo ante este medio Mario Ravettino, presidente del consorcio de frigoríficos ABC.
Por su lado, el titular de Fifra (Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas), Daniel Urcía dijo “el verdadero programa” que debería tener en cuenta el Gobierno es “la Tarjeta Alimentar” ya que “el acuerdo de la carne fue un adicional, algo extraordinario y con una fecha de terminación, nosotros no impulsamos este acuerdo”, afirmó ante Infobae. “Se cumplieron los objetivos propuestos y entregamos los volúmenes comprometidos”, apuntó Urcía.
En las dos entidades abastecedoras de los supermercados para este acuerdo coincidieron en que todavía no fueron convocados por el Gobierno para definir la letra chica de una nueva etapa del acuerdo. Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo, de todas formas, aseguraron que más allá de reuniones puntuales, las conversaciones con los frigoríficos ya se iniciaron y continuarán durante los próximos días.
Los empresarios quieren escuchar qué propondrá el Poder Ejecutivo, especialmente respecto a dos de los elementos más sensibles: qué actualización de precios habilitará la Casa Rosada desde abril y qué cortes seguirán incluidos.
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