La inflación en la Argentina volvió a ubicarse en febrero en el segundo lugar del podio en América latina.
Según las estimaciones privadas, el índice de precios al consumidor (IPC) -que el INDEC difundirá el jueves- rondó el 3,5% el mes, por debajo del 4% de diciembre y enero. Marzo, en tanto, apunta a otro 4%, según los primeros cálculos de las consultoras que miden los precios.
Pese a que el dólar está planchado y las tarifas todavía también, el descongelamiento parcial de algunos programas de control de precios y la inercia previa, más un déficit fiscal que sería del 4% este año, reflejado en el alto nivel de emisión monetaria, explican este resultado por el que la Argentina se mantiene entre los primeros puestos en materia de inflación mundial.
De este modo, la inflación en los últimos 12 meses se habría ubicado en el 38%, mientras que para 2021 las consultoras que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central prevén que llegue al 48 por ciento, muy lejos del 29% proyectado por el Gobierno en el presupuesto 2021.
Con el número de febrero, solo Venezuela habría superado a la Argentina, una vez más. El país gobernado por Nicolás Maduro acumuló una inflación del 2655% en el último año, según el banco central, aunque estimaciones privadas ubican la cifra encima del 3000 por ciento. En cualquier caso, se trata de un registro hiperinflacionario.
En tanto, Uruguay registró una suba de precios en febrero del 0,8% el mes pasado y del 9,1% en los últimos 12 meses. Se estima que llegará al 7,4% este año, según las estimaciones del Forecast Economics.
Por su parte, en Perú la inflación fue del 0,1% el mes pasado y del 2,4% en el último año; se estima que llegará al 2% en 2021. En Paraguay, ascendió al 0,1% y al 2,5%, respectivamente y se prevé que sea del 2,9% a fin de diciembre.
En Ecuador, se registró una suba del 0,08% en febrero y una caída del -0,81% el último año, mientras que en todo 2021 ascendería al 0,9 por ciento. En Bolivia, estas cifras fueron de 0,16% y 1,4%, mientras que llegaría al 2,3% a fin de año; y en Chile, al 0,2% y 2,8%; en diciembre acumularía una suba del 3 por ciento anual.
Para Brasil, el banco Itaú proyectó un incremento del 0,5% en los precios el mes pasado y del 4,5% en el último año. A fin de año sumaría el 3,6 por ciento.
Febrero y marzo, con fuerte suba
Según Camilo Tiscornia, director de C&T, el relevamiento de precios que realiza el estudio “presentó un alza de 3,5% mensual en febrero, por debajo del 4,4%, revisado de enero, pero superior al 1,8% de febrero 2020. De esta manera, la variación de doce meses subió a 39,2 por ciento”.
En particular, indicó que el mes pasado los alimentos y bebidas treparon el 5,4% y aclaró que “se destacaron también los aumentos en el servicio doméstico, los combustibles, artículos de consumo masivo, medicamentos y comunicaciones”.
En tanto, para el estudio Eco Go que fundó Marina Dal Poggetto, la inflación fue del 3,5% el mes pasado y del 37,6% en el último año. En particular, los alimentos subieron el 4,6% en febrero y el 46,2% en los últimos 12 meses, mientras que los gastos de vivienda aumentaron el 2,4% y 21,7 por ciento.
“La inflación Core RPM permaneció en un terreno elevado por tercer mes consecutivo, con subas por encima del 3,7%. Traccionaron en el mes textiles y herramientas para el hogar (+8%), la adquisición de vehículos (+7%) y carnes (+5,3%)”, explicó Eco Go.
En tanto, los precios regulados “presentaron una desaceleración respecto de las subas de diciembre y enero para ubicarse en 1,2% en febrero; esto se vio principalmente influenciado por los retrocesos en telecomunicaciones (-6,1%), al mismo tiempo que impulsaron el alza los combustibles (4,7% promedio) y cigarrillos (2,5%)”.
En los precios estacionales “se destacaron aumentos en frutas y verduras (6,7%) y en esparcimiento, puntualmente en rubros vinculados al turismo (3,4%)”. Además, en la primera semana de marzo, los precios registraron una suba del 1,6% y apuntan a otro 4% mensual, según Eco Go.
De esta manera, la Argentina se encamina este año a cerrar su segunda década consecutiva de alta inflación. El camino más largo pero efectivo sería resolver el problema de fondo en un mundo sin inflación, pero siempre los gobiernos están tentados a tomar un atajo, con resultados inevitablemente negativos.
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