Ya publicadas en el Boletín Oficial las medidas del gobierno que extendieron por 90 días la prohibición de despidos y hasta fin de año la doble indemnización, con un tope de $ 500.000 para no beneficiar a los cargos gerenciales, la Unión Industrial Argentina (UIA) alertó hoy que las decisiones oficiales “van en detrimento de la necesaria ampliación de las dotaciones de trabajadores con miras a impulsar el crecimiento económico e impactan sobre el objetivo de la formalización”.
“Argentina necesita comenzar a construir un escenario de reactivación económica sustentable, y la recuperación del nivel de empleo formal en general e industrial en particular es el desafío más importante. Medidas como la prohibición de despidos y suspensiones o el régimen de doble indemnización no apuntan en esa dirección. Van en detrimento de la necesaria ampliación de las dotaciones de trabajadores con miras a impulsar el crecimiento económico e impactan sobre el objetivo de la formalización”, dijo la central fabril en un comunicado.
Además, la UIA envió una carta al presidente Alberto Fernández en la que señala que si bien el empleo formal en la industria creció en octubre pasado por quinto mes consecutivo y registra 4.500 empleos más que en la etapa de prepandemia, desde 2013 a la fecha el empleo fabril se contrajo en 178.000 empleos y en el conjunto de la economía en 321.000 puestos de trabajo y que “el incremento de la informalidad ha esmerilado la competitividad de la economía registrada, aumentó la competencia desleal e imposibilitó consolidar la generación de empleo decente”.
Otra agenda
Para superar esas limitaciones y consolidar la recuperación, dice la misiva, se necesita “una política industrial que incorpore la agenda de productividad”, además de “un marco regulatorio que otorgue credibilidad y previsibilidad a las nuevas contrataciones y dé respuestas a los desafíos de empleabilidad de esta etapa”.
La UIA le recuerda al presidente que “ya no están vigentes las condiciones de excepción que motivaron las medidas adoptadas el año pasado para regular el mercado de trabajo y mitigar los efectos de la crisis” y denuncia que “el triple cepo que implica la prórroga del esquema de prohibición de despidos y suspensiones sumada a la doble indemnización plantean un escenario de incertidumbre sobre el marco regulatorio que regirá a las nuevas contrataciones”.
Son situaciones, dice la carta que “obturan la recuperación del empleo industrial y la recuperación genuina del mercado formal de trabajo, perjudicando especialmente a sectores que tienen potencial para demandar nuevos empleos pero no encuentran certidumbre para hacerlo”.
“Los indicadores económicos muestran que las condiciones de actividad y de empleo ya no son las que teníamos hace meses cuando se dispuso el triple cepo. Creemos que es hora de salir de una posición defensiva y buscar promocionar más contrataciones. Darle profundidad a la incipiente recuperación. Lamentablemente esta prórroga va en sentido contrario a ese espíritu”, señaló Carolina Castro, prosecretaria de la entidad, consultada por Infobae.
En su misiva al presidente, que reitera cuestiones ya señaladas a miembros del Gabinete, la UIA puntualiza también que “los mayores costos no laborales asumidos por las empresas en el último año -en especial los que responden a los elevados niveles de ausentismo derivado de la aplicación de la resolución 207/2020 del Ministerio de Trabajo- ponen un freno a las mejoras en los niveles de productividad tanto como a la generación de nuevos empleos industriales”.
Ese aumento de costos, prosigue el texto, “pone a la Argentina en desventaja frente a los cambios de la demanda internacional y de los patrones de consumo a nivel local, que favorecen a los bienes durables por sobre los servicios”. Por todo eso, la dirigencia industrial considera “crucial superar la etapa que requirió la puesta en funcionamiento de normas vinculadas a la emergencia, para ingresar en una nueva que mejore las condiciones del mercado de trabajo y acompañe la mayor demanda de empleo”. Argentina, subraya, “debe avanzar hacia un ciclo económico que convierta a la política industrial y a las mejoras de productividad en activos para competir en el escenario global”.
En el último párrafo, amén de saludar al presidente y ponerse a su disposición para el debate, la UIA lo llama “a considerar un enfoque integral de las relaciones industriales, donde el diálogo social permita adaptar las políticas a la realidad de cada uno de los sectores de actividad”.
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