El 2020 fue, sin dudas, un año difícil: pandemia, cuarentena, recesión económica, aumento del desempleo y la pobreza. Pero siempre, a fin de año, uno espera que el que viene será mejor y apuesta y brinda a la esperanza.
Pero ya antes del “¡Feliz Año Nuevo!” hay que tomar decisiones: ¿Sidra, champán, cerveza, vino? Y en caso de este último: ¿tinto, blanco, rosado?
Al respecto, la consultora STG, especializada en el mundo de las bodegas, hizo una encuesta sobre qué se bebió en la noche del 31 de diciembre y en las primeras horas de 2021 y preguntó que había en esas copas que brindaban por el Año Nuevo.
Una de las conclusiones fue que “la reina del brindis” fue la sidra, señalada como la opción elegida a la hora del chin-chin por 61,5% de los encuestados. La elección, sin embargo, no fue excluyente, ya que los consultados marcaron más de una elección de bebida en esas horas a caballo entre el año que se va y el que llega. Un 46,5% señaló que su bebida para la fiesta de fin de año fue la cerveza y un 46,3% eligió el vino y un 31,9% champán. Además, hubo un 21,9% que se le animó a las bebidas blancas y un 19,5% acompañó la noche y las primeras horas de la madrugada con tragos y cocktails con alcohol.
La encuesta hurgó un poco más entre quienes optaron por lo que STG llamó “vinos tranquilos”, como no lo son los espumantes, y encontró que entre ellos la mitad (50%) optó por el tinto, un 33% eligió entre distintos tipos de blanco y un 17% escanció rosado, porcentaje que llama la atención, pero responde a una tendencia. El vino rosado, señaló la consultora “va ganando adeptos” y en función de eso “las bodegas han ido multiplicando la oferta”.
En su primera edición de “Drop”, mini entregas de información puntual sobre el consumo de vinos, STG también señaló que la distribución por franjas etarias de las preferencias a la hora de las bebidas alcohólicas no muestra grandes variaciones. “Tal vez puedan destacarse –señala- la elección del vino por parte de los mayores de 55 años (57,1%), de la cerveza por parte de la franja de 25 a 34 años (53,3%) y de champán en la franja de 45 a 54 años (37,9%), algo más marcada que en el resto de los grupos”.
La distribución por edades de las preferencias a la hora de las bebidas alcohólicas no muestra grandes variaciones. El 57,1% de los mayores de 55 años elige el fino, el 53,3% de la franja de 25 a 34 años prefiere la cerveza y el 37,9% de la franja de 45 a 54 años prefiere el champán
STG (las letras refieren a la palabra estrategia en inglés, “strategy”) es una consultora y asesoría vitivinícola fundada en 2001 por Dolores Lavaque, quinta generación de bodegueros y docente de “negocios vitivinícolas” del Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE).
Un reciente informe de Infobae, a propósito del “Día del Vino Argentino”, constató, entre otras cosas, que en 2020 se verificó un llamativo de cambio de tendencia en el consumo, que había venido cayendo sistemáticamente durante los cinco años previos y repuntó gracias a los hábitos más hogareños que empujaron la pandemia y la cuarentena.
Además, la industria apuesta a que en 2021 los vinos argentinos vuelvan a ganar espacio en el mercado internacional, como lo hicieron entre 2002 y 2012, gracias al “furor del Malbec”. Cuatro fenómenos sustentan esa expectativa: la imposición por parte de EEUU (principal importador mundial) de fuertes aranceles al ingreso de vinos de Francia, España, Alemania e Inglaterra; los incendios forestales en California, que afectarán por al menos un par de años la producción de algunos varietales de la región, el Brexit, que implicará que los vinos de Europa continental dejarán de ingresar libres de arancel al Reino Unido, otro importador de peso; y la decisión de China de dejar de comprar vino australiano (productor y exportador de talla mundial) porque Australia suscribió la exigencia de EEUU e Inglaterra de investigar la responsabilidad china en el origen y difusión del coronavirus.
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