La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) presentó su relevamiento semestral donde se observa cómo se compone el precio en cada una de las cadenas de productos como el pan, la leche y la carne, desde el establecimiento rural y hasta que llega al consumidor. En el mismo quedó reflejado que la presión impositiva sigue en niveles altos, y también hay un fuerte impacto de los costos.
Por otro lado, surgen datos llamativos: como que desde que el trigo sale del campo hasta el pan que se vende, el precio se multiplica por siete veces. Además, la leche triplicó su precio, desde el campo hasta que llega a la góndola; y el consumo de carne vacuna sigue en niveles muy bajos, cuando nuestro país es el quinto exportador mundial.
David Miazzo, Economista Jefe de Fada, señaló que “el Indicador de precios de la Fundación estudia cómo se conforman los precios a medida que pasan por los distintos eslabones, en el recorrido que va desde el campo hasta llegar al consumidor. El objetivo es contribuir a la transparencia y a reducir la desinformación, para obtener la mejor foto posible de por qué los alimentos valen lo que valen, y así poder identificar dónde pueden estar los principales problemas de cada cadena".
Pan
El estudio sostiene que del precio final del pan que paga el consumidor, que se ubica en promedio en $107,50 el kilo, el 60% son costos ($64,40), 25% impuestos ($26,80) y 15% ganancias ($16,30). En relación a la carga impositiva, el 78% son tributos nacionales, el 19% provinciales y un 3% municipales.
Natalia Ariño, economista de Fada, agregó: “Traduciendo de otro modo, de 1 kg de pan, 600 gramos representan los costos de producirlo, 250 gramos impuestos y 150 gramos ganancias de toda la cadena. En seis meses, aumentó la participación de los costos y se redujo la de impuestos y ganancia global”.
Según el trabajo de la Fundación, “el productor vendió el trigo a $15,50 el kilo, aplicada la conversión a “kg de pan” equivale a $15,72. El molino lo compra a ese precio e incluye sus propios costos ($5,23), impuestos ($1,28) y el margen neto ($1,04), y llega al comercio en $23,27. El eslabón de la panadería es donde se produce el mayor salto de la cadena al incorporar sus costos ($47,67), los que componen casi la mitad del precio del pan”.
Y agregó: “Si a los costos de la panadería, se suman los impuestos que paga ($12,83) y lo que se obtiene por la actividad ($13,52), se llega a un precio del kilo de pan a la salida de la panadería de $97,29. Se suma el IVA ($10,22) y finalmente el consumidor pagó en promedio $107,50 el kilo de pan”.
“Ese salto que se registra en la panadería tiene una explicación, ya que en este eslabón se combinan dos procesos: producción y comercialización. Tiene un uso intensivo de mano de obra, costos de servicios y costos de alquiler. Adicionalmente, las escalas de producción lo largo de las cadenas son distintas, mientras el trigo y harina se realizan a gran escala, en la panadería es menor, por lo que los costos unitarios son mayores”, señaló Miazzo.
Carne
En tiempos de bajos niveles de consumo interno de carne vacuna y con la Argentina posicionada en el quinto lugar del ranking de exportadores mundiales, con un precio promedio de la carne en las carnicerías de 372 pesos el kilo, la cría representa el 29% ($108,08), el feedlot el 23% ($83,91), el frigorífico el 5% ($18,09), la carnicería el 14% ($53,26) y los impuestos el 29% ($108,55).
Además, los costos de la cadena representaron $251,50, los impuestos, con una alta incidencia de los tributos nacionales, sumaron $108,55, donde el sector de la cría es el que más impuestos paga, seguido por el consumidor. Por último, el resultado de la cadena alcanzó los $11,83.
“Si tenemos en cuenta que consumimos en el mercado interno 50 kilos de carne de vaca por persona al año, estamos en el tercer año consecutivo que ese número viene bajando, y esto se debe, en parte, a una pérdida del poder adquisitivo de la población, que hace que prefiera consumir otras carnes como cerdo o pollo”, manifestó Ariño.
Leche
En lo que respecta al mercado de la leche, con un precio promedio del sachet de 60 pesos, el tambo representa el 30% ($18,33), la industria el 39% ($23,63), el comercio el 19% ($11,17) y los impuestos el 12%. ($7). Además, de ese precio final, el 87,5% son costos, el 11,6% impuestos y 0,9% son ganancias de la cadena.
La conformación del precio de la leche desde que sale del tambo hasta la góndola del supermercado, es el siguiente: el tambero recibió de la industrial un precio por litro de $18,65. A su vez, la industria suma $19,73 de costos y $3,16 de impuestos por litro. Con un resultado de $3,90, el precio del sachet sale de la planta a $45,44. En otra parte de la cadena, el comercio la compra y suma $12,63 de costos de estructura, transporte y costos laborales, paga impuesto por $3,51 y obtiene una pérdida de -$1,45.
“La leche perdió frente a la inflación y el dólar. En los últimos seis meses, la leche cruda aumentó un 5%, la inflación 14% y el tipo cambio 19%”, comentaron los economistas de Fada, y agregaron: "El tambo y el comercio registran pérdidas de -$1,94 y -$1,45 respectivamente, luego de varios meses de precio de la leche planchado mientras los costos vienen creciendo. Una aclaración importante es que, si bien el comercio pierde con cada sachet vendido, este es un producto gancho, y luego se compensa con otros lácteos de mayor valor esa pérdida”.
En los últimos meses se ha profundizado la crisis de la cadena láctea, con tamberos produciendo por debajo de los costos, un consumo interno en caída que se agravó con la pandemia y el menor poder adquisitivo de la población, y en un contexto de caída económica, pobreza y desempleo. Más allá de esta problemática, desde FADA sostienen que la exportación sería una alternativa a la salida de la misma.
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