A tono con la caída del poder adquisitivo, que se profundizará en los próximos meses, la consultora Nielsen registró una baja del 3,3% en agosto frente al mismo mes del año pasado, con especial énfasis en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.
“El mes de agosto presenta una baja en el consumo, comparado con el mismo período del año anterior”, indicó Nielsen su informe express. En particular, “se observa una baja menor en el interior del país (-1,8%), mientras que en la Ciudad de Buenos Aires y GBA el decrecimiento fue mayor (-3,8%)”.
Las consultoras y bancos relavados por Forecast Economics prevén que el consumo privado caiga el 12,4% este año, luego de una caída del 2,2% en 2019 y del 6,6% en 2019. Para 2021 podría recuperarse el 5,6 por ciento.
Hubo una baja del poder adquisitivo del 15 por ciento entre marzo y junio, cierre de industrias y comercios y consumos postergados (Del Río)
En términos sectoriales, Nielsen registró caídas del 8,2% en cosmética y tocador; del 7,1% en almacén y del 3,5% en bebidas, mientras que hubo subas del 2,7% en limpieza y del 2,3% en productos frescos, lácteos y congelados.
La caída es la primera que se registró desde febrero, cuando este índice cayó el 1% (en enero había bajado el 4,8%). Después, subió el 24,8% en marzo, el 2,1% en abril, el 5% en mayo, el 5,8% en junio y el 2,8% en julio.
Maximiliano Doff, gerente de Analytics de Nielsen Argentina, dijo a Infobae que “lo que podemos observar es que la familias de Almacén, Bebidas y Cosmética y Tocador cayeron en agosto; pero Almacén lo hizo por encima del promedio y tiene un peso muy relevante para el total de la canasta”.
“En esta familia, las categorías que están cayendo, en principio, son productos básicos, yerba, aceite, arroz, pasta y galletitas”, detalló.
“Por un lado, si analizamos la evolución de precio promedio de almacén luego de estar más bajo en julio, durante agosto comenzó a crecer nuevamente. Por otro lado, puede haber un factor de abastecimiento, que por no poder colocar todas las listas de precios algunos hayan reducido sus entregas a las cadenas”, aclaró.
Además, “la continuidad de restricciones o la situación de la informalidad hace que los recursos se vayan achicando”. “El segmento informal o la base del consumo está más afectada por el impacto de los precios y por la reducción de ingresos”, expresó.
Agosto fue un mal mes para el consumo; se empieza a reflejar que la caída del PBI va a ser del 12% como lo admite el propio Gobierno (Oliveto)
En tanto, Osvaldo del Río, director de Scentia, afirmó que el acumulado entre enero y julio muestra una tendencia positiva del 1,9%, pero posiblemente se registre una baja en los números de los próximos meses, hasta llegar a una cifra anual que rondará entre el -0,5 y el 0,5 por ciento.
El hecho de que la baja no haya sido más fuerte se explica por el aumento del consumo durante marzo y abril, en el inicio de la cuarentena, cuando la gente acumuló stocks y todavía no había ni pérdida de empleo ni de salario real por la pandemia.
“Hubo una baja del poder adquisitivo del 15 por ciento entre marzo y junio, cierre de industrias y comercios y consumos postergados”, explicó a Infobae.
Por su parte, el especialista en consumo Guillermo Oliveto, presidente de la consultora W, dijo a Infobae que “agosto fue un mal mes para el consumo; se empieza a reflejar que la caída del PBI va a ser del 12% como lo admite el propio Gobierno”.
“Hay un tema de ingresos y de empleo. Doce puntos de caída en el PBI, la peor de la historia, no se pueden tapar fácilmente”, expresó.
Además, advirtió que “hay mucha inflación posdatada por el congelamiento de las tarifas y los programas de control de precios, pero un día eso se va a terminar y la pregunta es qué va a hacer la gente en ese momento”.
Lo que podemos observar es que la familias de Almacén, Bebidas y Cosmética y Tocador cayeron en agosto; pero Almacén lo hizo por encima del promedio y tiene un peso muy relevante para el total de la canasta (Doff)
Oliveto aclaró que el impacto de la pandemia y la cuarentena “ha sido muy desigual: todo lo que sea consumo dentro del hogar tuvo un buen resultado y todo lo que es afuera del hogar fue malo: el mundo del ocio puertas afuera está roto”.
“El consumo búnker anduvo bien: la compra de ladrillos huecos, la pintura, el diseño de interiores, etcétera, más alimentos y bebidas, versus todo lo que se destruyó en términos de comer afuera, hotelería, naftas, peajes y turismo”, detalló.
“La gente ahorra consumiendo si es que no puede comprar dólares, como se vio en el caso de los autos hasta junio, cuando hubo problemas de stock, y en otros rubros de bienes durables”, expresó. Al final del día, concluyó, “el deseo le gana al miedo”.
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