La inflación rondó el 2% en julio, con una aceleración en las últimas dos semanas, según las consultoras privadas.
Luego del 2,2% del mes pasado, se podría registrar un resultado similar, pese a que gran parte de la economía se mantiene en cuarentena y a que el Banco Central no acelera el ritmo de devaluación del peso.
De este modo, la inflación anual se podría ubicar en torno del 40 por ciento y el riesgo de una aceleración a 3 dígitos que presagiaban muchos economistas todavía no aparece en el horizonte, a menos que haya un cambio en la estrategia de administración del tipo de cambio porque la negociación de la deuda se rompa en pedazos.
Fausto Spotorno, director del estudio Ferreres & Asociados dijo que la suba de precios de este mes se ubicará entre el 2,2 y el 2,3 por ciento.
El IPC-OJF (GBA), mostró que el dato preliminar de inflación de julio (promedio cuarta semana del mes versus el promedio de cuatro semanas del mes anterior) fue de 1,8% mensual, mientras que la inflación núcleo registró una variación del 2,7%. Falta la última semana del mes, que reflejaría el salto expresado por Spotorno.
Además, la medición promedio de la cuarta semana del mes contra la cuarta de junio fue de 2% mensual, según un informe del estudio que lidera Orlando Ferreres. Por otro lado, la inflación general de la cuarta semana del mes fue de 0,5% y, en la medición núcleo, la variación fue del 0,5%.
El relevamiento de precios minoristas del estudio Eco Go cerró cerca del 2,1% a nivel general, pero si se tomaran solo los precios libres del control público, el número fue del 3,9 por ciento. En cambio, los precios controlados apenas subieron el 0,5%, según la consultora que dirige Marina Dal Poggetto. La inflación core fue del 2,9 por ciento.
En particular, el precio de los alimentos subió el 2,7%, la indumentaria el 3,6%; equipo para el hogar el 3,3%; la salud el 1,4%, transporte y comunicación el 1,5%; esparcimiento 1,5% y educación el 0,2 por ciento.
En los primeros siete meses se llegó a una inflación del 15% y en los últimos 12 meses, del 41,1 por ciento, según Eco Go.
El Indec informó que en junio la suba de los precios fue del 2,2%, del 13,6% desde enero y del 42,8% en los últimos 12 meses.
Por su parte, Federico Moll, economista jefe de Ecolatina, dijo que la medición de la primera quincena del mes arrojó una suba del 1,6% frente a la misma quincena de junio. “Y para el mes estamos estimando levemente por encima de 1.5 por ciento”, aclaró.
“Estamos esperando los datos de la segunda quincena; puede haber algún efecto relacionado con el aumento de precios de algunos ítems de Precios Cuidados, pero el aporte debería ser marginal”, indicó.
De inmediato, sostuvo que “en la medida que el Banco Central siga abasteciendo de dólares a los importadores al tipo de cambio oficial y las paritarias sigan siendo un cuento de hadas, la inflación se va a mantener en niveles bajos. Pero obviamente la mayor emisión va a complicarle mucho la vida al Central”.
“Por más cepo que haya, los importadores le van a pedir cada vez más dólares a este tipo de cambio. Se vio el mes pasado: las importaciones cayeron poco para la caída en la actividad que se observa. Creo que, si no hubiera cepo, hubiésemos visto una caída mucho más pronunciada de importaciones que la que se observó; la dinámica es compleja”, expresó Moll.
Camilo Tiscornia explicó que el resultado “va a estar cerca de 1,5%, con una aceleración en las últimas semanas”.
“Los alimentos y bebidas se ubican un poco por arriba del promedio, con las carnes y aceites destacándose. Después están algunos electrodomésticos, los autos y los medicamentos”, detalló.
Si la inflación siguiera en este ritmo mensual, aclaró Tiscornia, terminaría debajo del 30 por ciento a fin de año. De inmediato, aclaró que es posible que se acelere, pero todavía no queda claro ni cuándo ni cuánto. “Por ahora, estamos proyectando cerca de 38 por ciento anual, pero cada mes que no sube como esperábamos, el pronóstico se reduce”, indicó.
Guido Lorenzo, economista jefe de LCG, dijo que la medición que hacen cerraría con una suba del 2,5 por ciento.
“Hubo una fuerte suba en la última semana; no sé si los precios subieron antes del Hot Sale, pero el 80% de los productos relevados aumentaron bastante”, aclaró.
En el caso de los alimentos, se aceleraron todos los rubros, sobre todo la carne, mientras que “hay precios no regulados, pero sí controlados como eran algunos alimentos y servicios que empiezan a registrar aumentos”, aclaró.
Para el año, prevé que la suba de precios podría estar en torno del 35%, que acompañaría una caída del 15% en el PBI.
Para el mes estamos estimando levemente por encima de 1.5 por ciento (Moll)
“Estamos esperando los datos de la segunda quincena; puede haber algún efecto relacionado con el aumento de precios de algunos ítems de Precios Cuidados, pero el aporte debería ser marginal”
Irina Moroni, economista jefe de la Fundación Capital, dijo que este mes la suba de precios sería del 2,3% y a fin de año del 37,9 por ciento, “con una aceleración en los últimos meses, llegando al 4% mensual”.
Gabriel Zelpo, director de Seido, prevé una suba del 2%, también con una aceleración en los últimos días, en parte por la suba del dólar.
Gabriel Rubinstein se jugó por un 2,3% y Fernando Marengo, socio del estudio Arriazu, dijo que la inflación del mes sería del 2 por ciento y consideró que en los próximos meses “se va a acelerar, definitivamente, porque hoy los pesos que emitís no compensan la caída del ingreso por el aislamiento. De este modo, el menor nivel de ingreso se destina fundamentalmente al consumo de bienes básicos, como alimentos”.
“Si bien estos pesos generan algo de presión en el mercado de cambio, terminan como depósitos que los bancos no prestan; de este modo se esterilizan en la medida que no levantes el aislamiento. Pero esto cambiará cuando la economía tienda a abrirse y recuperarse marginalmente, porque la gente buscará sacarse esos pesos y eso generará más inflación”, sentenció.
En principio, en el relevamiento de expectativas del mercado (REM) que elabora el Banco Central los analistas estimaron una inflación del 2,5% para este mes y del 40,7% para fin de año, aunque mes a mes el cálculo anual va descendiendo.
En tanto, bancos y consultoras relevadas por FocusEconomics estimaron que, en el caso de la inflación, que en 2002 terminó en el 41%, después de 10 años de bajísima o nula suba de precios, el incremento será del 42%, por debajo del 53,8% 2019, pero con buena parte de la actividad económica está parada y, en paralelo, un programa de control de precios.
En este caso, el Citi pronosticó una suba del 65%, seguido por Seido con el 53%, Empiria 52,3%, mientras que el Scotiabank se quedó en el 25,8 por ciento.
En suma, se combinan muchas cifras con una gran dispersión entre sí, producto de la incertidumbre de los próximos meses, suficiente como para que nadie sepa cuál será el resultado final de la suba de los precios en 2020.
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