La crisis del coronavirus sigue pegando fuerte en la economía y uno de los sectores más golpeados en todo el mundo es el aerocomercial. En ese contexto y ante una caída de 97% en sus ingresos, Aerolíneas Argentinas suspenderá por los meses de junio y julio a unos 7.500 de su planta de cerca de 12.000 empleados a los cuales les pagará durante los dos meses una “asignación remunerativa” que, según fuentes de la empresa estatal, seguramente será mayor al 75 por ciento.
Durante la semana, la plana mayor de la empresa, incluido su presidente, Pablo Ceriani, mantuvo reuniones con los sindicatos y mañana presentarán su propuesta de acuerdo, que de ser aceptada por los sindicatos deberá luego ser homologada por el ministerio de Trabajo.
La rebaja de los ingresos no alcanzará al personal que se mantenga trabajando (básicamente, aquellos vinculados a los vuelos de repatriación y vuelos para traer insumos sanitarios desde China), aquellos que estén haciendo home office y aquellos que ya tenían algún tipo de licencia autorizada.
“La crisis sanitaria que atraviesa el mundo es un hecho inédito que dio lugar a la mayor crisis del sector aerocomercial de la historia. En este tiempo, experimentamos una caída en nuestros ingresos del orden del 97%, quedando prácticamente sin otro auxilio financiero que los aportes que recibimos del Estado Nacional”, dice el borrador de un comunicado que prepara la compañía.
“Desde lo financiero la compañía postergó pagos no esenciales, negoció con proveedores de combustible la postergación de deudas y pago de cuenta corriente y se encuentran en tratativas avanzadas para reprogramar pagos con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil y con el Banco de la Nación Argentina. Asimismo, también se pospusieron pagos de alquiler de aeronaves”, agrega.
Por todo eso, dijeron desde la compañía, Aerolíneas buscará el acuerdo de las seis asociaciones sindicales que nuclean al personal para “atravesar esta difícil situación, adecuando el funcionamiento de la organización al escenario actual y preservando, en la medida de las posibilidades, los intereses de los trabajadores y trabajadoras”.
También explicaron que “la medida permitirá asignar recursos al mantenimiento de la flota, el aseguramiento de la cadena de abastecimiento de repuestos y el pago de reparaciones de aeronaves, algo impostergable para el retorno de la operación".
El plazo de la medida supera el que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) dispuso para prohibir la venta de pasajes, que se estira hasta el 1 de septiembre. Tanto la compañía estatal como otras aéreas tienen alguna expectativa de que el tráfico aéreo se reanude antes de esa fecha, si así lo habilita el ministerio de Salud, que es el que tiene la última palabra en el tema, en función de la evolución de la pandemia de coronavirus. La prohibición de venta de pasajes por tan largo período, dicen, fue para impedir la venta de pasajes para fechas en que -luego- no se pudiera volar.
Hace pocos días, Infobae publicó en exclusiva la fusión de Aerolíneas con Austral en una sólo empresa. Entonces, Ceriani indicó que “todo indica que aún quedan varios meses críticos por delante, meses sin ingresos, ni operaciones regulares; lo que significa un tremendo impacto para nuestra industria y la economía en general”. En una carta a los empleados también detalló que “muchas aerolíneas en la región y en el mundo desaparecerán. Muchas otras ya están implementando planes de ajustes salvajes para intentar sobrevivir: reducciones o suspensiones en el pago de sueldos, despidos, devolución o cancelaciones de órdenes de compra de aeronaves, son algunos de los ejemplos más comunes”.
“Las compañías que no se adaptan a las necesidades de sus tiempos desaparecen. Seguramente, ese será el destino de Aerolíneas Argentinas si no estamos a la altura de la circunstancia”, cerró la misiva.
Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), aseguró que el sindicato aún no fue oficialmente notificado de la medida.
Nuevo protocolo
La semana pasada, la empresa había dado detalles del nuevo protocolo que aplicará cuando se reanuden los vuelos. Entre las medidas estarán que solo podrán ingresar los pasajeros que tengan vuelos desde esa terminal, no estará permitido el acceso de acompañantes; las salas VIP estarán cerradas, habrá controles de temperatura antes de abordar, uso de barbijo para pasajeros y tripulación; no habrá material de lectura, mantas, almohadas ni auriculares; tampoco comidas y bebidas en los vuelos de cabotaje y regionales, entre otros.
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