El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicó su informe trimestral de oferta y demanda mundial de carnes, en medio de los efectos del coronavirus. La Argentina presentó el mayor recorte de las estimaciones, pasando de una proyección de 840 mil toneladas a las 675 mil toneladas actuales. Además, el comercio mundial de carnes caería un 8%.
“Hay grandes cambios de paradigma que nos llevan a un terreno de desconcierto sobre el cual resulta extremadamente difícil proyectar. Estamos ante una pandemia en la que todos pierden”, comentaron los integrantes del mercado ganadero de Rosario (Rosgan) al realizar un análisis del último informe del USDA.
Desde el Rosgan explicaron que el comercio internacional de las carnes, estará atravesado por la menor actividad económica a nivel mundial, que derivaría en una retracción de la demanda de los consumidores por proteína animal. “Se espera que los consumidores se vuelquen a fuentes de proteínas menos costosas, ajustando sus patrones de comidas. A su vez, la menor afluencia a restaurantes impactará negativamente en la demanda de carne, dada la gran proporción del consumo global que tiene lugar fuera del hogar”, dijeron los especialistas.
A partir de esta situación, en enero de este año el USDA había proyectado un comercio mundial de carnes de 11.061 millones de toneladas, y la última estimación alcanzó las 10.665 millones de toneladas, registrando una baja del 8%. Además, el nuevo pronóstico registra una caída del 2% en comparación con las 10.878 millones de toneladas estimadas el año pasado.
Según recordaron desde el Rosgan, aproximadamente el 36% del mercado de carne vacuna es abastecido por el Mercosur, es decir por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. En ese sentido, el USDA realizó una corrección de la proyección de exportaciones a 3.935 millones de toneladas, casi un 8% menos en relación a su informe de enero pasado. Dentro del bloque, Argentina revela el mayor recorte pasando de una proyección de 840 mil toneladas a 675 mil actuales, registrando un 20% de caída en sus ventas al exterior.
Luego del bloque del Mercosur, aparecen Australia, Canadá y Nueva Zelanda, que contribuyen con otro 25% y cuyas proyecciones se redujeron un 4,5% promedio desde enero a la fecha, por los altos efectos del coronavirus. El caso a tener en cuenta es Australia, con una baja de sus exportaciones que podría superar el 19%, por la reducción del stock por los últimos incendios, ubicándose en los niveles más bajos en 30 años.
Además, el Usda recortó 11% las exportaciones proyectadas para Estados Unidos, que representa el 13% del mercado mundial. También ajustó a la baja, en un 4.5%, las exportaciones de la Unión Europea, con una participación del 3% en el comercio internacional.
Demanda de carnes
En relación a la demanda, la proyección del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos fue recortada en un 10%, pasando de 9.685 millones de toneladas estimadas en enero de este año a 8.721 millones actuales mientras que la caída interanual resulta en un 1%, contra los 8.808 millones demandados en 2019.
De acuerdo a su última proyección, el 51% de las importaciones se encuentra impulsada por el sudeste asiático, principalmente China liderando con un 29% de participación mundial, mientras que otro 19% lo tracciona EE.UU y la Unión Europea, con un 15% y 4%, respectivamente. En el caso de la Unión Europea, desde su anterior cifra publicada en enero, el USDA ha recortado su previsión de importaciones en casi un 13%, llevándola a un mínimo histórico de 310 mil toneladas.
En este escenario de proyecciones adversas, desde el Rosgan manifestaron: “El coronavirus ha provocado una situación pocas veces vista en la que se reciente la demanda, pero también se reciente la oferta, al menos de manera transitoria. Las cadenas de suministros no solo de productos sino también de insumos para la producción también se ven afectadas y esto también repercute en el nivel de producción futura. Es decir, hoy la caída del comercio mundial se encuentra condicionada tanto por factores de oferta como de demanda”.
A partir de esta situación, los especialistas del mercado ganadero de Rosario, dijeron que probablemente sea la demanda la que más tiempo tarde en recuperarse, y agregaron: “Se trata de hábitos de consumo que deben recomponerse pero también de conductas sociales y cambios culturales que posiblemente terminen instalándose, superada la crisis. Tal vez lo que pueda llegar a jugar como un factor diferencial es el tiempo de salida de esta crisis o, dicho de otra forma, el punto sobre la curva en el cual se encuentra cada país, fundamentalmente visto desde el lado de la demanda”.
Con los primeros síntomas de recuperación de la demanda de China, “Argentina, tanto como Brasil y Uruguay, dada la fuerte penetración que han logrado establecer en este mercado, podrán beneficiarse de esta reactivación. Ello dependerá de cuán eficientes seamos en controlar la situación interna, preservando la actividad económica y asegurando la fluidez de la oferta”, resaltó el informe del Rosgan.
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