El gobierno busca evitar que el precio de la carne llegue a 500 pesos el kilo, en el promedio de los cortes que se venden al consumo, en medio de la cuarentena obligatoria para combatir la pandemia del coronavirus.
Representantes de la comercialización aseguraron que el valor de la media res ya se ubica entre 230 y 240 pesos el kilo, cuando la semana pasada desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería habían sugerido que el valor de la misma no supere los 210 pesos el kilo. Todo esto hace que el precio de la carne no baje en los mostradores de las carnicerías.
En medio de esta situación, ayer el gobierno decidió intervenir a través de una resolución de la Secretaria de Comercio Interior, Paula Español, en la cual se dispuso que los frigoríficos y demás actores de la cadena de comercialización de la carne vacuna deberán informar semanalmente el precio promedio diario de venta de la media res. Además, se decidió abrir una investigación por el aumento del producto en las últimas semanas.
"La presente resolución entrará en vigencia al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial y por un período de 90 días corridos, el cual podrá ser prorrogado en caso de necesidad”, decidió Paula Español.
Se trata de una señal de intervención del gobierno, y que va en sentido contrario a lo expresado la semana pasada por el titular del Ministro de Agricultura, Luis Basterra, quién en diálogo con dirigentes rurales había descartado una presencia oficial en la cadena de ganados y carnes a través de diferentes medidas.
Por otro lado, la información que exige Español a los actores de la cadena se encuentra en diferentes organismos nacionales como la AFIP, el SENASA y la Dirección de Control Comercial Agropecuario. Los referentes de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores de Carne Vacuna (CAMyA) explicaron que a partir de la Resolución oficial, “hay que duplicar los esfuerzos, tiempos y costos administrativos”.
Ayer en muchos sectores de la producción mostraron su preocupación por las declaraciones en un medio radial del empresario del sector Alberto Samid, conocido como “el rey de la carne”, a favor del cierre de las exportaciones de alimentos. Una opinión totalmente contraria a la de Samid, presentaron desde la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes pidieron a los gobiernos “minimizar el impacto de las medidas restrictivas sobre el comercio de alimentos, y garantizar fluidez, especialmente para evitar la escasez de alimentos”.
Lo concreto es que el precio de la carne en los mostradores de las carnicerías no baja y esta situación inquietó al presidente de la Nación. En sus últimas apariciones en los medios, Alberto Fernández cuestionó a los empresarios que aumentan los precios de los alimentos en momentos donde la Argentina atraviesa una emergencia sanitaria por el coronavirus.
El precio de la hacienda
Los analistas del mercado ganadero señalaron que la población atravesó un mes de marzo con ciertas disrupciones en el flujo de oferta de hacienda, en primer lugar por el efecto del cese de comercialización que un sector de la Mesa de Enlace organizó en rechazo al aumento de las retenciones a la soja. Luego por varios días de precipitaciones que complicaron la carga de los animales con destino al Mercado de Liniers.
Finalmente, el llamado “efecto freezer” se desató cuando el gobierno decretó la cuarentena forzosa y la gente corrió hasta supermercados y carnicerías buscando llenar la heladera, para hacer reservas. Con el estiramiento del aislamiento hasta el 12 de abril, esta situación volvió a repetirse. Y todo esto derivó en aumentos generales de la hacienda del orden del 15% en lo que va de marzo.
En rigor, el precio máximo pagado por el kilo de vaquillona en pie de hasta 390 kilos en el Mercado de Liniers saltó de 107 pesos el 16 de marzo a 116 pesos el 20 de dicho mes, para descender este último viernes hasta los 112 pesos, mientras que la media res descargada a las carnicerías pasó en este período de entre 205 y 220 a 230/240 inclusive. En ambos casos se trata de carne de la mejor calidad, la preferida para el consumo de Buenos Aires.
Durante la última semana, con solo tres días hábiles, el nivel de oferta diaria en Liniers resultó incluso más elevado que durante la semana previa, y los valores volvieron a retroceder levemente
Sin embargo, y de acuerdo a lo que expresaron los especialistas del Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario, “rápidamente el mercado volvió a ajustar, y tras retomar el nivel de oferta habitual, los valores de la siguiente semana mostraron un retroceso promedio de más de un 10%. Durante la última semana, con solo tres días hábiles, el nivel de oferta diaria en Liniers resultó incluso más elevado que durante la semana previa, y los valores volvieron a retroceder levemente”.
La activa demanda de la primera semana de la cuarentena no solo presionó sobre los precios sino que marcó diferencias inéditas por cortes. Según una fuente del sector, por el encierro de la población creció fuerte la demanda de la denominada “carnaza”, integrada por bola de lomo, cuadrada y nalga, por ejemplo, en detrimento de otros cortes parrilleros y de mayor venta en restaurantes, como el asado, las menudencias y los bifes. En algunos casos, ante tanta demanda, las pulpas para milanesas y el peceto subieron más que la media y ya se ubican en un rango de los 550 pesos.
Esta demanda de carne tan activa durante el primer tramo de la cuarentena, provocó una reacción de los precios de las carnicerías que usualmente suelen aplicar un aumento de entre 80 y 100% para la venta al público, en el promedio de todos los cortes de la media res. La aparición de los que siempre “especulan” en situaciones donde el consumidor está necesitado, ese valor promedio se acercó peligrosamente a los 500 pesos, una barrera muy temida por el gobierno.
Problemas de abastecimiento
En las últimas horas, y mediante un comunicado de prensa, la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (CADIF) alertó que en este proceso de cuarentena hay 10 plantas frigoríficas en diferentes puntos del país que han decidido no operar a lo largo de esta semana, lo que podría derivar en problemas de abastecimiento.
De hecho hay una situación muy particular en la localidad santafesina de Nelson. En el frigorífico FRIAR sus trabajadores están en cuarentena, luego que la semana pasada se constató un caso positivo de coronavirus de un médico que asistía semanalmente al personal de la Planta.
A todo esto se suma las trabas en la disposición de los cueros, luego que las curtiembres sorpresivamente dejaron de recibir los mismos. Ante ello, sin poder usar las cámaras de frío para su conservación, por razones sanitarias, y sin provisión de sal, que es el elemento imprescindible para preservarlo y que no está disponible en el mercado por el aislamiento, “la generación adicional de cueros derivó en un problema operativo grave y si el mismo continua impediría el abastecimiento regular de carnes a la población”, aseguraron los integrantes de CADIF.
Más pronunciamientos de la industria frigorífica
El vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), Daniel Urcía, aclaró que en la actualidad “hay un normal abastecimiento de carne vacuna a precios razonables, y que si hubiera algún comercio que modificó sus valores, en los próximos días se han de normalizar. Nos vemos obligados a comunicarlo, ante la presencia en diferentes medios de comunicación de personas desconocidas sin representatividad alguna, incluso alguno con prontuario, hablando del tema de la carne en el país”, expresó el directivo.
Además, Urcía transmitió su preocupación por la emergencia sanitaria que atraviesa el país y al respecto, aseguró, “estamos trabajando y cumpliendo con las disposiciones que emite el gobierno nacional y haciéndonos cargo de los costos que eso significa. Lo único que le pedimos al gobierno nacional y que venimos haciendo desde siempre, es el control de la marginalidad”.
Urcía también se refirió a la resolución publicada por la Secretaría de Comercio Interior: “Nos solicitan información que ya estamos brindando, y que el Estado nacional cuenta para poder hacer los análisis que considere oportunos. Como establece la norma, vamos a informar lo que se nos solicita. Sostenemos que el mercado de carnes es uno de los mercados más transparentes con que cuenta el país por la cantidad de oferentes y demandantes que existen. Por lo tanto, consideramos que cualquier intención de intervenir en el mercado, seguramente ha de provocar efectos distorsivos como se ha vivido en el pasado”, manifestó.
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