Gran trabajo para Santiago Grassi en su segunda experiencia olímpica. El nadador quedó a un paso de clasificar a las semifinales en los 100 metros mariposa, su especialidad: marcó un tiempo de 52.07 para ganar su serie, la tercera mejor marca de su carrera, pero no le alcanzó para meterse entre los mejores 16 mejores tiempos de la prueba.
El oriundo de Santa Fe quedó a 33 centésimas del último registro que avanzó a semifinales y a 0.19 segundos de su récord argentino en la prueba. El mejor tiempo en la prueba quedó para el estadounidense Caeleb Dressel, que marcó 50.39, nuevo récord olímpico para la modalidad. Por su parte, el chino Jiajun Sun fue el último clasificado con marca de 51.74.
A pesar de no cumplir con su objetivo de quedar en las semifinales, Grassi volverá a tirarse en la piscina del espectacular Centro Acuático de Tokio: el nadador argentino volverá a competir este viernes a las 7.12 en los 50 metros estilo libre.
Después de su primera experiencia olímpica en Río 2016, Santiago sintió que tenía que salir de su zona de confort. Entendió que si quería mejorar como nadador su futuro no estaba en Argentina. Con la posibilidad cierta de viajar a Estados Unidos y de sumarse a uno de los programas más destacados de ese país con la mejor natación del mundo, el santafesino no dudo. O sí lo hizo, pero eligió pensar más allá de lo que tenía al alcance de la mano y apostó. ¿Cuál fue el resultado? Uno que fue histórico para la natación argentina.
Poco antes de recibirse en las carreras de Marketing y de Gestión de Información de Sistemas, Grassi se convirtió en atleta profesional luego de participar con el equipo de Los Ángeles Current en la segunda temporada de la International Swimming League, la primera liga profesional de natación.
Su elección de mudarse a los Estados Unidos para nadar lo catapultó al profesionalismo. Pero para llegar, tuvo que adaptarse y vivir en un mundo desconocido. Dejó Santa Fe y se mudó a Auburn, Alabama. Transitó más de 7 mil kilómetros para cambiar su vida. “De tenerlo todo a no tener nada. Todo cambió. Creo que me dispuse a abrir mi mente y a aceptar las nuevas cosas. Muchos no tienen la oportunidad de arrancar de cero a los 20 años”, le dijo a Infobae al poco tiempo de confirmarse que nadaría como profesional en una competencia similar a la NBA
Además de la actuación de Grassi, también se produjo la despedida de Delfina Pignatiello de su estreno olímpico en Tokio 2020. Tras su participación en los 1500 metros, la nadadora argentina quedó última en su serie de los 800 metros libres con un tiempo de 8:44.85, lejos de lo hecho por la líder de la manga la rusa Antastasiia Kirpichnikova (8:18.77).
La nadadora argentina de 21 años hizo una profunda reflexión sobre sus primeros Juegos Olímpicos y dijo: “Soy una persona muy autoexigente, muy poco conformista y hace mucho que no me iba mal en un torneo. Esa parte me está costando un poco y es la realidad, no voy a esconderlo. Quiero abrir los ojos para recordarme dónde estoy parada. Este proceso de los Juegos Olímpicos arrancó después de Río 2016 y yo ni me planteaba ir a un Juego Olímpico de la Juventud. Nunca me había planteado competir en Juegos Olímpicos, nunca dije ‘Estos cuatro años van a ser para los Juegos’. Estar acá es un montón”.
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