“Los duros momentos de mi vida siempre estuvieron relacionados con el deporte, pero es lo que más me gusta hacer”, aseguró la paratleta olímpica española Desirée Vila, en diálogo con Runners World, que le dedicó un artículo a su trayectoria profesional. La atleta describe una relación compleja pero apasionada que mantiene con el deporte, que le enseñó a levantarse tras las caídas más difíciles. Además de que su historia también trata de una mujer que convirtió la adversidad en una plataforma para inspirar a otros.
A los 16 años tuvo un accidente mientras entrenaba acrobacias con la Selección Nacional de Gimnasia. Se fracturó la tibia y el peroné, y ante una negligencia médica, sufrió la amputación de su pierna derecha. Este inesperado hecho no detuvo su carrera y la redirigió hacia el atletismo, específicamente al salto en largo.
Desde entonces, Vila acumuló reconocimientos importantes, como la Medalla de Oro al Mérito Deportivo (2022) y poder representar a España en dos Juegos Olímpicos. Sin embargo, su paso por los últimos Juegos Paralímpicos de París 2024 no fue fácil y resultó en aprendizajes profundos que ahora la impulsan hacia nuevos retos.
La fortaleza mental como motor
“Se habla mucho de la discapacidad física, pero en mi vida viví más limitaciones por los prejuicios de la sociedad o por mis propios sesgos inconscientes”, reflexionó Desirée Vila al abordar la importancia de la fortaleza mental en su carrera y vida personal. Para ella, las barreras más desafiantes no estuvieron en su cuerpo, sino mas bien en su mente. La clave estuvo en derribarlas, entender que sus capacidades no dependen únicamente de su físico, y sí de otros factores como las ganas, el entorno y su propia determinación.
Tras perder su pierna con tan solo 16 años, Vila debió reconstruirse anímicamente desde cero, y esa experiencia le dejó lecciones que todavía aplican en su vida cotidiana. Y sobre esto, profundizó en la entrevista con Runners World: “Realmente me di cuenta de que esas limitaciones las tenía yo en mi cabeza. No depende tanto de que tengas una discapacidad, depende de esa fortaleza interior y la gente con la que te rodees”.
El proceso no fue sencillo y la deportista reconoce que su solidez mental se forjó con apoyo externo, especialmente con el trabajo que realizó junto a su psicóloga deportiva. Esa guía le permitió superar momentos de inseguridad, como su tendencia inicial a compararse con otras atletas. “Mentalmente era mucho más insegura. Me comparaba con mis rivales, eso me ponía nerviosa y no lograba demostrar todo lo que podría llegar a hacer”, indicó Vila.
Sin embargo, esos días quedaron atrás. Con la madurez que le dieron los años y las experiencias acumuladas con dos Juegos Olímpicos, Desirée tiene una perspectiva mucho más amplia de sus propias capacidades y sostiene que actualmente trabaja con su psicóloga; luego de tantas competiciones complejas en donde debe participar con mayor seguridad.
Esa confianza renovada también le permite enfrentarse a nuevos retos. Pese a admitir que París 2024 la impactó emocionalmente por no haber alcanzado los resultados esperados, asegura que ese momento difícil le dejó enseñanzas valiosas. Ahora con la ya mirada puesta en el futuro, ve el próximo ciclo olímpico y los nuevos proyectos como una oportunidad para seguir demostrando lo que puede lograr.
Renovarse tras la adversidad deportiva
El primer gran cambio es el cierre de una etapa que fue clave en su formación como deportista. Después de años entrenando en la residencia Blume de Madrid, Vila decidió darle un giro a su carrera trasladándose a Guadalajara (España), donde entrenará con un nuevo equipo. “Llevaba casi toda mi carrera deportiva viviendo en la Blume, y me dio pena dejarlo pero era el momento de dar ese paso”, compartió. Este cambio responde a motivos deportivos y académicos, ya que retomará sus estudios universitarios en Londres.
Otro hito importante en su agenda es el Mundial de Atletismo Paralímpico, que se celebrará en noviembre de 2025 en la India. Con el mundial en el horizonte y la ambición de alcanzar su mejor versión para los JJ.OO. de Los Ángeles 2028, Vila reconoció que todavía tiene margen para crecer. “Creo que tengo muchísimo potencial en cuanto a nivel técnico. Todavía hay mucho margen de mejora, y sé que puedo estar en los Juegos de Los Ángeles en mi mejor versión”, aseguró con entusiasmo.
Renovarse además implica atender lo físico. Luego de País, Desirée Vila decidió someterse a una operación que llevaba tiempo postergando, y la misma le permitirá comenzar el próximo año sin las molestias que arrastraba. Este paso junto con los cambios en su entorno y su equipo, la llenan de energía para enfrentar los siguientes desafíos. Es por ello que la atleta destacó: “Los cambios también son positivos porque tienes nuevas motivaciones, estímulos, compañeros y un ambiente diferente”.
Con una mezcla de madurez, aprendizajes acumulados y el optimismo que la caracteriza, Vila encara el 2025 con claridad y determinación. “Es empezar de cero pero con una base que sigue estando ahí: la esencia y la pasión por el deporte, esta vez con un poco más de madurez y con dos Juegos ya en la mochila”, concluyó la representante de España.