El director del equipo Mercedes Benz de Fórmula 1, Toto Wolff, asegura que no siente presión, incluso en los momentos más críticos de una temporada complicada para su equipo. “Es mi zona de confort”, afirmó en una entrevista con el diario británico The Guardian. Sin embargo, este estado no lo exime de vulnerabilidad en otros aspectos de su vida: “Siempre tuve problemas de salud mental, pero eso se debe a mi crianza”.
Wolff, de 52 años, destacó la diferencia entre sus frustraciones profesionales y los traumas personales que vivió desde pequeño, calificándolos como más duros: “Mi frustración profesional no se acerca a esas otras experiencias que viví”. Además, el jefe del equipo reconoció que estos desafíos moldearon su carácter, llevándolo a enfrentar situaciones límite con una perspectiva distinta.
Resiliencia forjada en la adversidad
La fortaleza mental que caracteriza a Wolff no nació en los circuitos sino en los difíciles años de su infancia. El líder de Mercedes recordó los eventos traumáticos que marcaron su vida, incluyendo la muerte de su padre cuando tenía apenas 15 años...
“Él estuvo gravemente enfermo de cáncer cerebral durante 10 años, así que, como un niño pequeño, tuve que tomar el control de la situación”, dice. Este proceso de asumir responsabilidades desde temprana edad moldeó su carácter y lo preparó para los retos del automovilismo.
También sufrió dificultades económicas, las cuales influyeron en su perspectiva. Estas experiencias no sólo definieron su actitud frente a la adversidad, sino que también marcaron su relación con el éxito: “No quería sentir vergüenza por mis padres. Quería el control financiero de mi vida”, confesó.
A pesar de estos inicios difíciles, Wolff encontró en la Fórmula 1 una plataforma para transformar las lecciones de su niñez en éxitos profesionales, llevando a Mercedes a dominar el deporte con ocho campeonatos consecutivos entre 2014 y 2021.
Toto y Lewis
La relación profesional entre Wolff y el piloto Lewis Hamilton se convirtió en uno de los pilares del dominio de Mercedes en la Fórmula 1. Juntos, desde 2013, conquistaron seis campeonatos de pilotos y ocho de constructores. Sin embargo, este vínculo enfrentó un giro decisivo cuando Hamilton anunció su partida a Ferrari para 2025.
Wolff admitió que no se sorprendió al conocer la decisión. “Supe que podía llegar a haber cambios desde unas semanas antes cuando recibí una llamada de Carlos Sainz y su padre. Dijo: ‘Algo se está cocinando’”. Poco después, otras señales confirmaron sus sospechas, pero el director evitó confrontar directamente a Hamilton. “No quería ponerlo en una situación en la que tuviera que mentirme porque en ese momento el contrato no estaba firmado”, explicó.
Cuando el piloto finalmente comunicó su decisión, Wolff destacó el momento como emocionalmente complejo. “Vi el dolor en él al decírmelo”, confesó. A pesar de la sorpresa inicial, el director del equipo reconoció que la partida evitó una conversación aún más difícil: “Quizás habría tenido que decirle que era demasiado mayor para renovar su contrato. Lo habría hecho, pero habría sido un verdadero horror para mí y para él”.
Con este cambio, Wolff enfrenta el desafío de reconstruir la estructura del equipo. Sin embargo, mantiene una perspectiva optimista. “La amistad cambiará, pero no la profundidad de la emoción. Esta será una nueva amistad con Lewis”, aseguró. Mientras tanto, Mercedes inicia una nueva era con jóvenes talentos.
El futuro en manos jóvenes
Tras la salida inmediata de Hamilton, Wolff depositará su confianza en el potencial de dos jóvenes pilotos: George Russell, quien cumplirá 27 años, y Kimi Antonelli, de apenas 18. El dúo, cuya edad combinada apenas supera los 40 años de Hamilton, simboliza la renovación del equipo tras una década de éxitos y recientes tropiezos. “Es muy emocionante tener dos pilotos que juntos representan el futuro”, afirmó.
Además del cambio generacional en la pista, Wolff ha liderado una profunda reestructuración organizativa en Mercedes para afrontar los desafíos técnicos y competitivos de las próximas temporadas. Los resultados de 2023, que colocaron al equipo en un decepcionante cuarto lugar en el campeonato de constructores, refuerzan la necesidad de una transformación. Explicó: “Aprendimos más en estos dos años difíciles que en toda la década anterior”.
El director también destacó cómo el sistema regulatorio actual puede beneficiar a Mercedes a mediano plazo. Según las normativas, los equipos con peores resultados obtienen más tiempo de desarrollo aerodinámico, lo que podría darles ventaja en la preparación de su monoplaza para 2026. “Cuanto más bajo estés en el campeonato, más tiempo incremental de túnel de viento se te permite. Este es el momento para aprovechar esa oportunidad”, aseguró.
Wolff no oculta su entusiasmo por los nuevos desafíos: “Tenemos nuevas regulaciones, un equipo renovado y pilotos con hambre de victoria. Esto no es sólo el cierre de un ciclo, es el comienzo de una nueva era”. Con estas palabras, el líder de Mercedes apuesta por combinar experiencia y juventud para devolver al equipo a la cima de la Fórmula 1.
Caras nuevas para 2025, ¿con Colapinto incluído?
Además de Antonelli, para el año que viene, la Fórmula 1 contará con un recambio de pilotos. Jóvenes con grandes aspiraciones tendrán su butaca en la máxima categoría del automovilismo. Desde ya, para los argentinos, la gran pregunta es cuál será el destino de Franco Colapinto. Hasta ahora no tiene su lugar asegurado como titular para 2025, porque en Williams contrataron a Carlos Sainz Jr., quien será el compañero de Alex Albon.
Entre las escuderías interesadas se encuentran Red Bull, cuyo jefe, Christian Horner, mantuvo reuniones con su par de Williams, James Vowles. Esto se debe a que lo quiere a Colapinto como eventual reemplazo de Sergio “Checo” Pérez, a quien le rescindirían el contrato como compañero de Max Verstappen.
Mientras tanto, en Williams la situación de Colapinto es compleja. A pesar de tener un contrato vigente para 2025, la escudería británica habría solicitado una cifra cercana a los 20 millones de euros a cualquier equipo interesado en fichar al joven piloto argentino, y ven en él no sólo sus habilidades en la pista, sino también su valor como generador de ingresos.
Por otra parte, quien también lo tiene en la mira para la próxima temporada es Flavio Briatore, interesado en incorporarlo a Alpine, a pesar de la confirmación previa de Jack Doohan. Según declaraciones de Bernie Ecclestone, amigo de Briatore, “los 20 millones no serían un problema”. Esto se debe a que Colapinto generaría un potencial económico suficiente para compensar una inversión de ese nivel.
Las últimas 3 carreras del calendario actual (Las Vegas, Catar y Abu Dabi) serán cruciales para el argentino en un último intento de conseguir el asiento que le permita mantenerse en la Fórmula 1 y seguir soñando con agigantar su nombre.
La nueva generación que llega en 2025
- Oliver Bearman: el británico de 19 años debutará en Haas tras disputar 3 Grandes Premios este año en el asiento de Ferrari.
- Jack Doohan: el australiano de 21 años se subirá al Alpine luego de terminar tercero en el Campeonato del Mundo de la Fórmula 3 en 2023.
- Gabriel Bortoleto: el brasileño de 20 años se sumará a Sauber como resultado de estar en la cima del actual campeonato de la Fórmula 2.
¿Un freno al avance de Mercedes?
Para Wolff, las recientes dificultades de la escudería alemana no solo son consecuencia de la salida de Hamilton, sino también del cambiante entorno regulatorio de la Fórmula 1. Tras dominar el deporte entre 2014 y 2021 con campeonatos, el equipo enfrentó una serie de desafíos técnicos que pusieron a prueba su capacidad de adaptación. “Hay picos y valles que, en nuestro mundo, están relacionados con las regulaciones técnicas”, señaló.
La introducción de cambios significativos en las normativas de la Fórmula 1 fueron, según el director, una estrategia deliberada para frenar el dominio de Mercedes. “En los últimos ocho años pasamos por dos cambios regulatorios donde intentaron detenernos”, afirmó. Estas modificaciones equilibraron la competencia y exigieron ajustes estructurales dentro del equipo.
A pesar de los resultados menos satisfactorios de las últimas temporadas (Mercedes terminó 3° en 2022 y 4° en 2023), Wolff considera que estos momentos difíciles son oportunidades para crecer. “Los días que perdemos son los días que nuestros competidores deben temer más, porque aprendemos más”, reflexionó, subrayando la resiliencia que caracteriza a su equipo.
Con la vista puesta en 2024 y en las regulaciones técnicas previstas para 2026, Mercedes está redoblando esfuerzos para optimizar su desarrollo y volver a la cima. “Si miras hacia atrás en diez años y ves que terminamos terceros y segundos, eso suena respetable. Pero cuando otro gran rival como Red Bull ganó casi todas las carreras, no es suficiente”, reconoció Wolff. Sin embargo, el líder se muestra confiado en que el aprendizaje de este período de adversidad sentará las bases para un regreso contundente.
El “Caso Susie Wolff”
El ámbito competitivo de la Fórmula 1 no sólo ha puesto a prueba a Wolff en lo deportivo, sino también en lo personal. En 2022, su esposa, Susie Wolff, directora de la Academia de Fórmula 1, enfrentó acusaciones de haber compartido información técnica confidencial con Mercedes. Aunque la denuncia, realizada de forma anónima, carecía de fundamentos sólidos, fue suficiente para que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) anunciara una investigación.
Wolff no dudó en defender la integridad de su esposa, calificando la situación como un ataque misógino. “Estoy acostumbrado a soportar muchas cosas”, declaró, “pero si tu esposa es arrastrada a un conflicto en el que no tiene nada que ver, y su reputación es impecable, ahí es donde la diversión se detiene”.
La respuesta de la comunidad de la Fórmula 1 fue casi unánime. Ocho de los diez jefes de equipo, incluyendo figuras como Fred Vasseur y James Vowles, firmaron un documento de apoyo a Susie, destacando la injusticia de las acusaciones. Sin embargo, Christian Horner, jefe de Red Bull, inicialmente se negó a unirse, lo que, según Wolff, evidencia una falta de ética y respeto.
“Fue un intento de causar problemas a mí al faltarle el respeto a mi esposa, disminuyendo el doloroso viaje que emprendió para lograr lo que hizo dentro y fuera del auto”, expresó. Finalmente, la FIA cerró la investigación sin encontrar irregularidades.
Una batalla silenciosa
Más allá de los circuitos y las polémicas, Wolff habló con franqueza sobre su lucha con la salud mental, un tema que considera necesario desmitificar. Desde niño, enfrentó desafíos que marcaron su manera de afrontar la vida: “Cuando pasas por dificultades cuando eres niño y no puedes procesarlas, regresan. En situaciones de vida realmente difíciles —muerte, enfermedad, separación— me golpea. Nunca tiene nada que ver con los negocios o el deporte”.
Wolff ve el sufrimiento como parte inevitable de la experiencia humana, una visión que relaciona con las ideas del filósofo Arthur Schopenhauer: “Cuanto más cerca estés del final del sufrimiento, mejor. Siento ese alivio. Estoy a más de la mitad del camino”, afirmó con una sonrisa.
Además, recordó eventos personales como el suicidio de su mejor amigo cuando tenía 30 años, una tragedia que lo marcó profundamente y que aún lo acompaña: “Estas cosas son muy difíciles y pienso en él todo el tiempo. Pero tienes que hacer las paces con eso”.
El líder de Mercedes admite que encuentra consuelo en mantenerse ocupado y evitar largos periodos de inactividad. “Es más difícil si me bajo de la rueda del hámster”, explicó, y señaló que incluso durante las pausas obligatorias en la temporada de verano busca proyectos que lo mantengan enfocado. Para él, hablar abiertamente de sus luchas no solo es terapéutico, sino también una manera de inspirar a otros a abordar sus propias batallas.
Las derrotas como punto de despegue
En medio de las dificultades que acompañaron a Mercedes en las últimas temporadas, Wolff se ha mantenido firme en su convicción de que los mayores aprendizajes surgen en los momentos más desafiantes.
“Aprendes mucho más en tiempos de adversidad porque es cuando se pone a prueba tu cultura y resiliencia”, afirmó. Esta filosofía se refleja en su decisión de permitir que el escritor Matt Whyman documentara de cerca las recientes turbulencias del equipo en su libro sobre las últimas dos temporadas: Inside Mercedes F1: Life in the Fast Lane.
Para Wolff, el verdadero valor de las derrotas radica en su capacidad de revelar debilidades estructurales y catalizar el cambio. Enfrentado a desafíos técnicos y estratégicos, Wolff confía en que estos aprendizajes impulsarán a Mercedes hacia un nuevo ciclo de éxito.