Cómo Rachael Gunn alcanzó el número uno mundial en breaking pese a obtener cero puntos en los Juegos Olímpicos

Rachael ‘Raygun’ Gunn, la bailarina australiana de breakdance, ha sido coronada como la número uno en el ranking mundial de la World Dance Sport Federation (WDSF), a pesar de recibir cero puntos en su debut en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este sorprendente ascenso ha generado una controversia considerable, aumentando la visibilidad y el debate en torno a su estilo poco convencional y su polémica participación en el gran escenario olímpico.

Raygun se transformó en una sensación viral tras su debut olímpico, con su rutina peculiar que incluía movimientos como el “salto del canguro” y el “balanceo de serpiente”. Sin embargo, la clasificación de Raygun como la mejor bailarina a nivel mundial es un contraste drástico con su rendimiento en París, donde perdió en todas sus rondas contra oponentes de Estados Unidos, Francia y Lituania, con puntajes de 0-18.

No obstante, el oro que ganó en los Campeonatos de Oceanía WDSF 2023 le aseguró 1.000 puntos de clasificación, elevándola a la cima de la lista mundial. Cabe destacar que los medallistas olímpicos no figuran en el top 10 de esta clasificación, lo que demuestra una aparente disonancia entre la competencia olímpica y otros eventos de clasificación de la WDSF.

Raygun, quien tiene un doctorado en Estudios Culturales, expresó en una entrevista para The Project que la reacción en línea fue “devastadora” pero se mantiene optimista respecto a su experiencia. “Sabía que iba a ser derrotada, sabía que la gente no entendería mi estilo, sabía lo que iba a hacer”, dijo al programa. La bailarina también mencionó que su rutina fue un intento deliberado de ser original y representar algo nuevo, aunque resultara criticada y ridiculizada.

En sus publicaciones de redes sociales se la ha visto disfrutando de su tiempo con personalidades como el fundador de Virgin, Richard Branson. Un video publicado en las historias de Instagram, la mostró bailando break con pasajeros en uno de los cruceros de Virgin Voyages. Esta exposición pública ha fomentado aún más el debate sobre su mérito en el mundo del breaking.

A pesar de los duros comentarios, Raygun también ha sido respaldada. La comunidad de breaking se dividió entre los que elogiaron la creatividad de sus movimientos y aquellos que la criticaron duramente por su ejecución. La WDSF también ha brindado apoyo psicológico a la bailarina en respuesta a la reacción negativa que recibió tras su desempeño olímpico.

Es probable que el tiempo de Raygun como la número uno sea breve debido a su reciente anuncio de que se alejará de las competencias por un tiempo. Gunn misma comentó en The Project que el bailar se había convertido en una fuente de estrés y que desea regresar al baile como una forma de bienestar personal. “Estoy realmente contenta de que pueda volver a ser mi medicina”, dijo.

En un comunicado, la WDSF explicó que las clasificaciones se actualizan basándose en las cuatro mejores actuaciones de cada atleta en los últimos 12 meses y que muchos eventos que tradicionalmente otorgan puntos de clasificación no se llevaron a cabo para permitir a los competidores enfocarse en la preparación para los Juegos Olímpicos. Además, audiencias y críticos han cuestionado este sistema de puntuación y la justicia en la evaluación de las rutinas y performances de los atletas.

El caso de Raygun pone en perspectiva las polémicas de las competiciones de baile y el impacto de las redes sociales y la opinión pública en las carreras deportivas. Esta situación también destaca cuánto puede influir la percepción cultural y los estándares estéticos en disciplinas donde la originalidad y la expresión personal son esenciales.