El atleta paralímpico que llevó la llama olímpica en París usando un exoesqueleto robótico

El francés de 36 años hizo historia en la capital de Francia y su travesía inspiró a miles de personas en redes sociales

Guardar

Nuevo

Kevin Piette, parapléjico desde los 11 años, participó en el relevo olímpico (X/@Brink_Thinker )

Un conmovedor momento se vivió en los Juegos Olímicos de París 2024 cuando el atleta paralímpico francés Kevin Piette, quien está parapléjico desde que sufrió un accidente a los 11 años, hizo historia al llevar la llama olímpica mientras usaba un exoesqueleto robótico.

Kevin de 36 años marcó un hito al participar en el tradicional relevo de la antorcha olímpica, llevando la llama a través de las calles de Poissy al noroeste de París, acompañado por una multitud emocionada.

Las imágenes muestran a Piette sonriendo y saludando mientras avanzaba con la ayuda de un innovador exoesqueleto robótico. Este momento fue compartido en redes sociales por el usuario @Brink_Thinker, generando una avalancha de comentarios inspiradores. Uno de los usuarios comentó: “¡Nunca he visto una cara más feliz!”, mientras que otro afirmó: “Estoy muy feliz por él. ¡Venga! Dios bendiga la tecnología”.

Un logro inspirador

En plataformas como Reddit, el video fue señalado como un ejemplo de “una tecnología increíble puesta en práctica de manera positiva”. Otro usuario añadió: “Es asombroso. Imagínense cuando los exoesqueletos se vuelvan más delgados y livianos”. La participación de Piette en el relevo de la antorcha es un testimonio del poder del espíritu humano y la innovación tecnológica.

A pesar del accidente Piette no se detuvo, siempre fue por más. El chico se reincorporó al tenis como para-atleta y se convirtió en tester de exoesqueletos para una empresa que desarrolla dispositivos robóticos para caminar.

(@Kevin Piette)
(@Kevin Piette)

Innovación francesa

Piette utilizó el último exoesqueleto personal desarrollado por la compañía francesa Wandercraft, que fue presentado oficialmente en Nueva York en diciembre. Este dispositivo es una estructura alimentada por batería que permite a los usuarios sentarse, pararse, caminar, subir escaleras y navegar por terrenos desconocidos. Equipado con sensores y controladores manuales, el exoesqueleto detecta cuándo el usuario quiere moverse y ajustes en dirección y velocidad.

Como uno de los primeros probadores, Piette ha participado en “cybathlons”, donde personas con discapacidades utilizan tecnologías asistenciales en actividades diarias. Según Wandercraft, esta es la primera vez que un exoesqueleto personal autoequilibrado ha completado un tramo del relevo de la antorcha olímpica.

La compañía espera que el exoesqueleto signifique un avance significativo en la tecnología de asistencia, proporcionando movilidad cotidiana a personas con discapacidades para caminar, mejorando así su independencia y calidad de vida. Este avance podría representar un cambio en la forma en que las personas con problemas de movilidad interactúan con su entorno y facilitan desde acciones cotidianas hasta tareas de mayor complejidad.

(@Kevin Piette)
(@Kevin Piette)

Historia de los exoesqueletos

Un exoesqueleto, como el utilizado por Piette, es una especie de carcasa mecánica que cubre al usuario y le proporciona soporte robótico. En la naturaleza, un exoesqueleto es una cubierta que protege y sostiene los cuerpos de algunos animales, como los insectos.

El desarrollo de estos dispositivos ha progresado significativamente, con innovaciones que permiten una mayor movilidad y facilidad de uso. Los exoesqueletos como el de Wandercraft están diseñados para ayudar a personas con discapacidades a caminar, y algunos también están destinados a aplicaciones industriales, como hacer que el trabajo en fábricas sea menos agotador.

Kevin Piette muestra un exoesqueleto robótico creado por la empresa francesa Wandercraft para ayudar a los pacientes en silla de ruedas a aprender o reaprender a caminar (REUTERS/Sarah Meyssonnier)
Kevin Piette muestra un exoesqueleto robótico creado por la empresa francesa Wandercraft para ayudar a los pacientes en silla de ruedas a aprender o reaprender a caminar (REUTERS/Sarah Meyssonnier)

Impulsores tecnológicos

La bota de exoesqueleto creada en la Universidad de Stanford es otra innovación destacada. Este dispositivo permite a los usuarios caminar un 9% más rápido con un 17% menos de esfuerzo, gracias a un motor que trabaja con los músculos de la pantorrilla para proporcionar impulso en cada paso. Esto podría beneficiar tanto a quienes tienen problemas de movilidad como a aquellos con trabajos físicamente exigentes.

Wandercraft ha vendido su exoesqueleto a hospitales en Francia, Luxemburgo y Estados Unidos. Aunque por ahora no está disponible para uso personal, la empresa trabaja en versiones más ligeras y accesibles.

Otros casos inspiradores

Otro ejemplo conmovedor es el de Oscar Constanza, un joven de 16 años con una enfermedad neurológica genética que le impide caminar sin asistencia. Su padre, Jean-Louis Constanza, cofundador de Wandercraft, diseñó un exoesqueleto para ayudarlo a caminar. Oscar describió el dispositivo como una herramienta de independencia que le permite moverse sin ayuda.

La narrativa de Piette y la innovación en exoesqueletos abren nuevas posibilidades para millones de personas con discapacidades y rompe barreras y redefiniendo la movilidad.

Guardar

Nuevo

Últimas Noticias