Aunque la pandemia le jugó en contra para su preparación, Delfina Pignatiello hará su debut olímpico en Tokio 2020 tras brillar en los Juegos de la Juventud en Buenos Aires 2018. La joven nadadora de 21 años es una de las principales esperanzas de Argentina y una de las estrellas deportivas gracias a sus buenos rendimientos desde que irrumpió con todo su talento en la escena deportiva mundial.
Aunque se adjudicó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 en la modalidad 400 metros libres, la atleta albiceleste tomó la decisión de bajarse de esta prueba en las últimos días para enfocarse de lleno a las de fondo, en las cuales se siente más cómoda. Incluso decidió no acudir al Estadio Olímpico junto a la delegación nacional para preservar su físico de cara al inicio de la competencia (el evento de apertura duró casi 4 horas).
En las redes sociales subió fotos de la previa, en la que estuvo junto a otros atletas argentinos para ser parte de la postal formal de toda la delegación. Sin embargo, ni ella ni sus compañeros de disciplina (Bardach, Sebastian y Grassi) acudieron a la ceremonia inaugural.
Pignatiello iba a comenzar su camino olímpico este sábado 24 de julio por la mañana en la distancia más corta de las tres en las que clasificó; pero tras esta decisión ingresará al agua de manera oficial por primera vez este domingo, desde las 9:01, en el heat 5 de los 1.500 libres.
Según pudo saber Infobae, ya que los 400 metros se realizarán antes de los 1.500 metros, ella prefirió preservarse física y mentalmente principalmente por el escenario de la pandemia que le generó una extensa interrupción en su preparación, algo que también sufrieron la mayoría de los deportistas argentinos. Más allá de tener marca para correr en esa distancia (400 m), optó por centrarse en sus pruebas predilectas que son los 800 y los 1.500.
En su clasificación enfrentará a varias candidatas: la recordwoman estadounidense Katie Ledecky (clasificó con un tiempo de 15:29.51 -su récord es 15:20.48), la china Jianjiahe Wang (15:45.59) y la húngara Ajna Kesely (15:54.48).
Ledecky es la dueña de cinco oros olímpicos, 15 títulos mundiales y posee las mejores marcas en los 400, 800 y 1.500 libres. Kesely, por su parte, fue campeona en Buenos Aires 2018, dejando en el segundo lugar a la argentina.
La final de esta disciplina se correrá a las 23:54 del martes 27, en el Centro Acuático de Tokio.
Su otro objetivo serán los 800 metros libres. Comenzará su camino el jueves 29, desde las 7:22, en la tercera serie clasificatoria. En esta oportunidad enfrentará a cinco nadadoras que llegaron con un mejor tiempo de inscripción: nuevamente ante la china Jianjiahe Wang, la australiana Kiah Melverton, la australiana Ariame Titmus, Anastasiia Kirpichnikova y (otra vez) la húngara Ajna Kesely. La final será el viernes 30, por la noche.
Vale recordar que durante este proceso atravesó un duro conflicto interno, el cual le hizo dudar sobre su futuro en la alta competencia: “Alguna vez toqué fondo. No suelo dejar de nadar, pero en ese momento no le encontraba el sentido a nada. Fue después de los Juegos de la Juventud, cuando empecé mi duelo. Tenía una lesión en el hombro y había cortado con mi ex pareja. Estaba muy perdida en lo que era el mundo de la natación, porque venía del boom del torneo y veía un vacío. Me había tomado dos semanas para recuperarme del hombro y estaba muy mal. Y ahí es cuando empecé a darle bola a la salud mental. Trabajé para ser más positiva y disfrutar de un montón de otras cosas que me hicieron cambiar la cabeza y madurar muchísimo. Seis meses después logré mi mejor marca histórica y llegué a ser triple campeona panamericana”.
“Entendí que se puede salir adelante, y cuando veo que algo me está costando o me siento desmotivada apelo al recuerdo que tuve para salir adelante. Y eso es una motivación, porque todo lo que me proponga lo voy a hacer”, concluyó en diálogo con Caja Negra.
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