Delfina Pignatiello, a 125 días de los Juegos Olímpicos: cómo superó su idea de retirarse de la natación y ¿puede pelear por una medalla en Tokio 2020?

La nadadora de 20 años era una de las grandes promesas de la delegación argentina antes de la crisis sanitaria. Pero la pandemia cambió sus planes. Infobae te cuenta cómo logró vencer un mal momento emocional y en qué condiciones llegará la cita olímpica en Japón

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Delfina Pignatiello volvió a competir
Delfina Pignatiello volvió a competir en el Sudamericano de natación que se realizó en Buenos Aires (CADDA)

Hace un año, la vida de Delfina Pignatiello cambió bruscamente. Con la postergación de los Juegos Olímpicos, la carrera de una de las grandes promesas del deporte argentino quedó en pausa. Es más, su futuro en el alto rendimiento estuvo comprometido. La suspensión del que iba a ser su máximo objetivo fue un mazazo para el gran anhelo de la nadadora. Estuvo a un paso de “colgar la toalla”, de dejar su naciente carrera a un costado.

En el escenario deportivo pre pandemia, con los tiempos que había registrado en sus últimas participaciones internacionales, Pignatiello era candidata a ser finalista olímpica -clasifican las mejores ocho nadadoras- en los 800 y 1.500 metros libres, las pruebas de fondo en las que se especializa. Así de bueno era el recorrido que había transitado la campeona mundial juvenil de natación.

Según pudo saber Infobae, Delfina sufrió un fuerte trastorno emocional después de la cancelación de Tokio 2020. Estar 120 días sin tocar el agua y no poder entrenarse la afectó tanto que hasta pensó en retirarse a sus jóvenes 20 años. Un aviso que hizo público casi a los gritos para intentar poder volver a nadar cuando la cuarentena todavía no tenía la flexibilidad que ganó con el paso de los meses.

En el Sudamericano de Deportes Acuáticos que se desarrolla en el Centro Acuático del Parque Olímpico en Villa Soldati, el mismo lugar donde ganó dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018, Delfina fue la mejor en la prueba de los 800 metros libres y terminó segunda en la de los 1.500 metros, detrás de la experimentada atleta chilena Kristel Kobrich. También ganó los 400 metros libres y fue clave para que la selección argentina vuelva a ganar el título después de 55 años.

Frente a este nuevo escenario, el público en general podría pensar que Pignatiello ya está lista para soñar con una medalla en la cita olímpica que comenzará el próximo 23 de julio en la capital de Japón. Pero la situación es muy diferente al presente que tenía la nadadora en 2019, poco tiempo antes de que el mundo quedara paralizado por un virus letal.

Hace poco menos de dos años, Delfina lograba romper el récord sudamericano en los 1.500 metros y, hasta ese momento, tenía el mejor registro en la prueba en todo el mundo. En el torneo del circuito Mare Nostrum que se realizó en Barcelona, la argentina consiguió triunfar con un tiempo de 15: 51.68. Tan bueno había sido ese registro que le permitió vencer a la española y múltiple medallista olímpica Mireia Belmonte.

Pignatiello con una de las
Pignatiello con una de las tres doradas que ganó en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 (Reuters)

Es más, con un tiempo similar -dentro de los 15 minutos y 51 segundos-, Pignatiello hubiera peleado por el podio con la china Wang en el Campeonato Mundial de natación 2019 que se organizó en la ciudad coreana de Gwangju. De esta forma, hubiera clasificado entre las ocho mejores nadadoras del mundo en la especialidad.

Si hablamos de los 800 metros, la otra prueba en la que está clasificado para Tokio 2020 -también tiene la marca en los 400 libres-, la situación de Delfina era bastante similar hace dos años si analizamos las marcas pre pandemia. Pocos días antes del nuevo récord en 1500, la nadadora también batió la plusmarca sudamericana: clavó los relojes en 8:24.33 minutos y sólo fue superada por Ajna Kesely, la atleta húngara que le arrebató el oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud. ¿Qué hubiera logrado Pignatiello en la última Copa del Mundo de natación con su mejor registro en 800 metros? También hubiese competido en la prueba final de la categoría.

Ese era el panorama antes del parate y la postergación olímpica para 2021. Hoy, los tiempos que registró Delfina en su paso por el evento sudamericano, su primera competencia internacional, son muy diferentes. Logró marcas que están relacionadas al tiempo de trabajo y al momento actual de la planificación con su entrenador Gustavo Roldán, quien además es el jefe técnico de la selección argentina de natación.

Los números son claros: Pignatiello ganó los 800 metros libres del Sudamericano con un tiempo de 8:34.10, casi 10 segundos de su mejor marca. En la competencia de los 1500 que se corrió el último jueves en la piscina del Parque Olímpico, las cuentan dan que Delfina corrió la prueba en 16:25.68 minutos para terminar en la segunda posición. Su registro fue 34 segundos más lento que la marca top lograda a mediados de 2019.

Con estos parámetros, la realidad indica que Pignatiello está todavía lejos en la actualidad de las mejores nadadoras del mundo en sus especialidades. Si tomamos como referencia a Katie Ledecky, la estadounidense cinco veces campeona olímpica y que viene de lograr cuatro medallas doradas en Río 2016, la distancia es grande. Y es normal que así sea.

La nadadora argentina competirá en
La nadadora argentina competirá en sus primeros Juegos Olímpicos de mayores en Tokio 2020 (Reuters)

Por ejemplo, el pasado 6 de marzo de este año en el torneo TYR Pro Swim, la considerada Reina de la Distancia en la natación mundial logró un registro de 8:13.64 en 800 metros. O sea, fue más de 20 segundos más rápida que Delfina. Tres días antes, por el mismo certamen, Ledecky ganó los 1500 metros con marca de 15:42.92. Son números que imponen a la nadadora nacida en Washington como la candidata número uno para volver a subirse a lo más alto del podio olímpico.

La situación está planteada. A partir de ahora, Pignatiello tendrá poco más de tres meses para ponerse a punto de cara a su estreno olímpico de mayores. No está sola. Porque a pesar que ella es la que se zambulle al agua, tiene un equipo de profesionales detrás que la ayudaron a revertir aquel escenario complicado. Gracias al trabajo con su psicólogo Adrián Rizzuto, bastión para su recuperación, y el de su nutricionista Lilian Girard, sumado al de la deportóloga Delfina Iriarte y al fisioterapéuta Agustín D’Alessandro, el sueño de Delfina está en marcha.

El año pasado, el mundo del deporte argentino temió lo peor. Pignatiello analizó qué hacer. Autoexigente, siempre pensando en superarse ante cada paso que da en su vida, la ayuda de profesionales y de su familia, su motor esencial, fueron los bastiones que tuvo para salir a flote. Tanto esperó nadar de nuevo que cuando el club de Claudio Marangoni le abrió las puertas en San Isidro para que volviera a entrenar, lloró de la emoción. Claro, su corazón y su mente respondieron con toda prisa ante semejante alegría.

Todos los que la conocen bien saben que Pignatiello tiene que nadar para ser feliz. Es parte de su construcción emocional y de su capacidad como deportista de alto rendimiento. Así fue que, luego de estar algunos días en soledad, volver a entrenarse con otros atletas la hizo focalizarse nuevamente y eligió seguir su camino. A finales del 2020 volvió a competir en el torneo Argentino que se realizó en el CeNARD y ahora volvió a ser protagonista de la selección argentina en un campeonato internacional.

Mientras disfruta de hacer transmisiones en vivo a través de su canal de Twitch, plataforma de streaming por excelencia en estos días, y poco después de haber firmado un contrato para ser representantes internacional de una reconocida marca deportiva, Pignatiello ya se plantea lo que será su participación en Tokio 2020. “Quiere ir a vivir los Juegos”, le contó alguien que la conoce como pocas personas a Infobae sobre su sueño olímpico renovado.

Pignatiello, lista para partir en
Pignatiello, lista para partir en una de las finales del Campeonato Sudamericano que se llevó a cabo en Buenos Aires (CADDA)

Tras estar fuera del circuito durante tantos meses y luego de dar ventaja contra sus rivales en Europa, Asia o Estados Unidos, que continuaron entrenando a otro ritmo en la pandemia, Delfina tiene un objetivo. Y lo dice sin tapujos. “Espero que mi mejor versión sea la que llegue a Tokio”.

En una actitud resiliente, de esas que existen a montones en el deporte argentino, pero que tiene doble valor por la juventud del caso, la gran aparición de la natación nacional en los últimos tiempos transita su camino con una sonrisa. Esa que volvió a aparecer después de representar a los colores que lleva en su corazón. Y claro, a Japón irá a competir. ¿Qué sucederá en el Centro Acuático de Tokio en 125 días? El futuro es incierto, pero al mismo tiempo su optimismo crece. Lo que es seguro es que Delfina vivirá una experiencia sin igual para el resto de su carrera como nadadora y para siempre en su vida.

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