Son jóvenes, talentosos y enamoradizos. Disfrutan de sus actividades con pasión y se buscan a través de los canales de comunicación que mejor manejan: las redes sociales.
Después de ganar su primera medalla de oro Delfina Pignatiello sorprendió con un gesto ajeno a la natación. Ya le había mandado el beso al cielo a su abuela antes de retirarse de las cálidas aguas de la Videna. Sin embargo, en los instantes previos a la premiación, buscó la cámara de la transmisión oficial y lanzó un triple a la distancia que se incrustó en el corazón de Francisco Farabello, la promesa del básquet argentino.
"Sabía que tenía algo preparado, pero nunca me dijo lo que iba a hacer. Yo me imaginaba que iba a ser algo simple. Algo chiquito que sólo yo me iba a dar cuenta que era para mí. Pero cuando salió de la pileta e hizo el gesto del tiro al aro me sorprendió mucho. Me encantó", dijo el adolescente, de 17 años, muy lejos de la capital peruana.
Se trata de una historia de amor que aún no comenzó. Se conocieron a través de Instagram y el diálogo fluido generó un vínculo, pero todavía no se vieron personalmente. "Hace bastante que la sigo, pero lo de ella fue un poco más reciente", confesó entre risas el base que se formó en la academia que la NBA montó en Australia.
Se gustaron a la distancia. Los mensajes en Twitter confirmaron la atracción mutua y las conversaciones privadas sellaron el inicio de una relación que todavía no se concretó. "No es el mejor medio para conocer a alguien, uno siempre prefiere el cara a cara, pero se dio así", reconoció Farabello, sin omitir ningún detalle sobre los métodos de seducción a los que tuvo que recurrir: "Hablamos desde que llegó a la Villa (de los Juegos Panamericanos). Supuestamente ella estaba esperando que yo subiera alguna historia o algo para arrancar algún tipo de conversación y yo reaccione. Si fue así, debo reconocer que estuve bastante lento" (Risas).
Esos códigos de adolescentes representados en likes, emojis y corazones fueron interpretados a la perfección por los protagonistas. "Un día ella subió una historia y se la contesté. Desde ese día no paramos de hablar", advirtió el basquetbolista.
Tras la conquista de sus tres medallas doradas y el desfile como abanderada en la ceremonia de clausura, Delfi partió rumbo a Panamá con su familia para tomarse unos días de vacaciones. Después de tanta tensión y sacrificio, sus padres Germán y Paula la acompañarán junto a su hermano Gianluca durante una semana para desconectarse de la natación. "Igualmente voy a tener que nadar un poquito para mantenerme en forma. Siempre son necesarios unos días al año para relajar un poquito, porque hasta Tokio no voy a tener vacaciones. Tengo esta semana para relajarme, volver y paliza, paliza, paliza hasta Japón", explicó Delfina. Por lo tanto, el encuentro con Francisco deberá postergarse un tiempo más.
"Obvio que tenemos pensado conocernos personalmente. Los medios ya están adelantando pasos que aún no pasaron. Por ahora nos estamos conociendo como podemos, sin apuros y respetando nuestras actividades. Yo no veo la hora de verla cara a cara, pero hay que tener paciencia. Es cuestión de tiempo", reflexionó desde la otra punta del planeta Farabello.
Son chicos, pero tienen una maduración notable. Actúan y viven como adultos. Con las responsabilidades que le demandan sus disciplinas, los jóvenes de 19 y 17 años se adaptan a las reglas del juego. Y se divierten. Aquel lanzamiento al aro imaginario de Delfina todavía está presente en la memoria de Francisco. "Ojalá que vengan más dedicatorias. Fue un gesto súper lindo de su parte. Ahora se lo voy a devolver", confesó el posible heredero de Manu. "Voy a estar esperando para verlo. Todavía no me dijo nada. Como yo no le conté lo que iba a hacer, creo que él tampoco lo hará", respondió Pignatiello.
Son días felices. Esa etapa de la conquista en la que los enamorados generan empatía con el mundo. También hay una admiración mutua. "Más allá de que haya algo entre nosotros, me genera un orgullo enorme. Como argentino amante del deporte, me da mucha satisfacción lo que está logrando", deslizó Francisco. Naturalmente, la ansiedad por verse cara a cara surge como una necesidad intangible similar al amor 2.0 que comenzó a través de Instagram. Pronto concretarán el encuentro que tanto desean. Mientras tanto continuarán enredados.
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