“A partir de la alarma que generó la pandemia, hubo una mayor conciencia sobre la nutrición y comenzó a reinventarse el universo del control de la calidad alimentaria”, afirmó la fundadora y presidenta de Red Alimentaria, Devora Dorensztein. En la organización, fundada en 1997 y que ella preside, trabajaron desde marzo en generar un debate con sectores gubernamentales, académicos, científicos e industriales para difundir buenas prácticas y valorizar cada uno de los eslabones de la cadena de valor agroalimentaria. El resultado fue la gestación de una gran mesa de articulación, de la que participan 36 instituciones públicas y privadas.
“Tratamos de construir una agenda de vanguardia”, destacó Dorensztein, quien recordó que “la industria de los alimentos fue una de las pocas que no se paralizó durante la cuarentena y en la que, más aún, se perfeccionaron las buenas prácticas, la trazabilidad y el control en tiempo real”. Así fue cómo se hizo frente a un escenario, que, tal como admitió la directora de Red Alimentaria, llegó para quedarse. “Hubo una corresponsabilidad y un trabajo colaborativo en el tratamiento y abordaje de las distintas problemáticas, muchas de las cuales eran hasta ahora desconocidas”, completó.
Consultada por DEF sobre el impacto que el COVID-19 ha tenido en la industria de los alimentos, Dorensztein no dudó en señalar que “estamos ante un cambio de paradigma, que ha venido a transformar no solo nuestra conducta en materia de nutrición, sino también la forma como se producen industrialmente los alimentos y los derivados que genera esa industria”. En ese sentido, puntualizó la importancia de las certificaciones de calidad, el seguimiento en tiempo real de los alimentos y los sistemas de control de temperaturas, entre otras buenas prácticas que Red Alimentaria ha venido promoviendo desde hace más de 20 años. “Hemos adoptado el compromiso, desde la actividad empresarial, de trabajar cotidianamente con cada una de las instituciones, y el seminario que acabamos de realizar no es más que un instante en ese camino que seguiremos recorriendo juntos”, destacó.
Con este espíritu, el pasado 7 y 8 de octubre se desarrolló la jornada virtual “Alimentos: nuevos escenarios”, de la que participaron expertos de todo el continente. Entre otros organismos que estuvieron presentes, cabe destacar el Ministerio de Agricultura y Ganadería, los Institutos Nacionales de Tecnología Industrial (INTI) y Agropecuaria (INTA), el Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa), la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), la Universidad Maimónides y el Instituto Universitario Barceló, así como también grandes actores privados y cámaras empresariales. La temática estuvo centrada en las tendencias y nuevas tecnologías en materia de nutrición, así como la minimización de las pérdidas y los desperdicios, y el aprovechamiento de subproductos de la industria procesadora de alimentos.
Uno de los paneles de la jornada virtual estuvo centrado en una cuestión ligada tanto a la responsabilidad social como al impacto ambiental de la producción alimentaria: el aprovechamiento de las pérdidas y los desperdicios. Por otro lado, se habló de los subproductos y derivados que genera el sector agroalimentario, con múltiples usos tanto en materia de abono y fertilizantes, el campo médico y el sector farmacéutico, entre otros ámbitos. “Apuntamos a un proceso ecológicamente sustentable y amigable con nuestro entorno”, puntualizó la directora de Red Alimentaria y organizadora del encuentro.
También hubo espacio para tratar sobre los nuevos mercados que se abren para nuestro país. Al respecto, Dorensztein subrayó: “Tenemos una oferta de carnes y proteínas cada vez mayor, que ha crecido en los últimos años con un aumento de las exportaciones. Se han potenciado subsectores, como los de la carne orgánica, kosher (dirigida al mercado israelí), halal (destinada a los países islámicos) y carnes de marca con denominación de origen. Hay distintas ofertas para diferentes mercados y consumidores”. Para concluir, sostuvo que hay una oferta cada vez mayor de “proteínas verdes, sustitutas de la carne”.
*Esta nota fue producida y escrita por el equipo de redacción de DEFonline.com.ar
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