Luego de noventa días de tranquilidad en el valle de Traslasierra, el coronavirus se coló por una hendija y puso en alerta a toda la estructura de salud provincial. La ardua labor del COE regional y el ágil accionar de las FF.AA., con todo su despliegue en la zona, buscan frenar el avance de los casos, que se multiplicaron rápidamente desde el 16 de junio y suman, hasta el 2 de julio, 60 en Villa Dolores, 11 en Villa Sarmiento y 12 en localidades aledañas.
¿El origen? El doctor Juan Bautista Uez, director del Hospital Regional de Villa Dolores y jefe del COE local, le dijo a DEF que todo comenzó cuando "el Banco Nación solicitó el ingreso de personal que tenía que realizar un trabajo eléctrico para revisar un cajero automático y hacer tareas de albañilería. Esas personas, que venían de Buenos Aires, estuvieron en contacto con un joven policía de la zona, que estaba haciendo adicionales en el lugar y llevaba una vida social muy activa. Ese fue el que nosotros denominamos 'caso cero'". Con la infaltable cuota de humor cordobés, la máxima autoridad civil del COE Regional graficó: "Acá llegamos a decir que el muchacho tuvo más almuerzos que Mirtha Legrand".
"La comunidad estaba relajada porque no había contagios hasta ese momento, y sucedió lo que pasó en todo el mundo: la mayor parte de los casos positivos se encuentra en la franja etaria de los 20 a los 40 años, que es la que tiene las conductas más transgresoras", añadió Uez. "Afortunadamente, a las pocas horas, pudo hacerse el estudio epidemiológico de los contagios, lo que nos permitió hacer el seguimiento de todos los casos", completó.
Las cifras son elocuentes y marcan que, ya se llevan realizadas 7500 pruebas de anticuerpos en sangre y más de 2300 hisopados. “Se va testeando por barrios, de acuerdo a los contagios”, detalló el mayor de la Fuerza Aérea, Carlos Bouciguez, oficial de la Fuerza de Despliegue Rápido (FDR) que quedó a cargo de la coordinación del COE Regional, que abarca los departamentos de San Javier -en el que se encuentra Villa Dolores-, San Alberto, Minas y Pocho. Si bien, el foco está bien localizado y se ha actuado con celeridad, Bouciguez admitió que “ha sido muy shockeante para una zona hasta ese momento ‘blanca’ -sin contagios- y que estaba pasando a la fase cuatro”.
Las FF.AA. desplegaron, en tiempo récord, a sus efectivos trasladados desde la ciudad de Córdoba y establecieron el centro de comando del COE Regional en el Instituto Provincial de Educación Técnica (IPET) 260 de Villa Dolores. Allí comenzaron a trabajar, codo a codo, con las distintas agencias provinciales, las autoridades municipales y comunales, los centros de salud y organizaciones de la sociedad civil.
DEF acompañó in situ un operativo llevado adelante el pasado 30 de junio, en el barrio San Pablo de Villa Dolores. Allí se instaló un móvil sanitario para realizar los hisopados en aquellos casos de estrecho contacto con los contagiados, junto a una carpa para la detección de anticuerpos en sangre al resto de los pobladores del lugar, de manera de determinar si contrajeron el virus y ya estaban curados. Los testeos eran efectuados por voluntarios del COE, capacitados por las FF.AA. y personal sanitario.
La esperanza de todos ellos era superar rápidamente el momento de angustia y dejar atrás el inesperado brote de coronavirus que, según la prensa local, habría tenido su caldo de cultivo en “las mateadas y las reuniones sociales” tan típicas del lugar. Si bien no ha habido por el momento casos de gravedad, la decisión del COE ha sido direccionar los casos de COVID-19 que exijan internación al Hospital Municipal “Luis María Bellodi” de Mina Clavero, en el departamento de San Alberto. Mientras tanto, para la atención del resto de las enfermedades, se mantendrá en funcionamiento el Hospital Regional de Villa Dolores, de mayor complejidad.
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