En el Museo Van Gogh en Ámsterdam, hasta el 9 de marzo de 2025, los visitantes pueden admirar una pieza excepcional: Le Repos, campesina tumbada en la hierba (1882), de Camille Pissarro, un cuadro cuyo pasado refleja las heridas de la ocupación nazi y la lucha por la restitución del arte robado. Este óleo, que representa a una joven campesina descansando en un soleado paisaje rural, encapsula tanto la luz del impresionismo como las sombras de la historia reciente.
El saqueo de arte bajo el régimen nazi
Durante la ocupación nazi en Europa (1939-1945), el régimen alemán llevó a cabo uno de los mayores saqueos de arte de la historia. Miles de obras pertenecientes a coleccionistas judíos fueron confiscadas, robadas o adquiridas bajo coacción a precios ridículamente bajos.
En los Países Bajos, donde la población judía sufrió una intensa persecución, muchas familias tuvieron que vender sus tesoros artísticos para poder escapar, esconderse o sobrevivir. Aunque los aliados recuperaron cientos de estas piezas después de la guerra, la mayoría no volvió a manos de sus legítimos propietarios ni de sus descendientes. El caso de Le Repos, campesina tumbada en la hierba, ilustra esta compleja realidad.
La familia Van den Bergh y su vínculo con Pissarro
Proveniente de una familia de empresarios en el norte de Brabante, Jaap Van den Bergh adquirió Le Repos, campesina tumbada en la hierba poco después de que las fuerzas alemanas ocuparan los Países Bajos en 1940. La obra, pintada por el impresionista Camille Pissarro, simbolizaba un momento de calma y belleza, en contraste con la violencia que pronto marcó sus vidas.
En 1943, la familia Van den Bergh, siendo de origen judío, se vio forzada a vender el cuadro para financiar su paso a la clandestinidad. Mientras Jaap y su esposa Ellen lograron sobrevivir a la guerra, sus hijas, Rosemarie y Frieda Marianne, fueron deportadas y asesinadas en el campo de concentración de Auschwitz, dejando un vacío imborrable en la memoria familiar.
Una solicitud de restitución no procesada
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Jaap Van den Bergh presentó una solicitud formal para recuperar Le Repos, campesina tumbada en la hierba, alegando que la venta de la obra había sido realizada bajo coacción. Sin embargo, el proceso burocrático y la falta de atención impidieron que se llevara a cabo la restitución.
Décadas después, en 2016, un proyecto de digitalización liderado por la extinta agencia Origins Unknown permitió identificar el cuadro como parte de la colección de la Kunsthalle Bremen, un descubrimiento clave para reiniciar el proceso de justicia histórica.
Un acuerdo único para honrar la memoria de la familia Van den Bergh
El hallazgo de Le Repos, campesina tumbada en la hierba abrió la puerta a un acuerdo entre Kunsthalle Bremen, la única heredera identificada de la familia Van den Bergh, y el Museo Van Gogh. Además de una compensación económica, cuyo monto no ha sido revelado, este pacto incluyó iniciativas extraordinarias: la realización de un estudio exhaustivo sobre la historia de la familia Van den Bergh durante la ocupación nazi, la publicación de los resultados en un libro y la organización de una exposición temporal en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, donde la obra permanecerá hasta el 9 de marzo de 2025.
Un libro que rescata la historia
Como parte del acuerdo, en febrero de 2025 se publicará el libro The Tragic Fate of the Van den Bergh Family and the Search for a Painting, traducido al español sería: “La joven de la hierba, la trágica suerte de la familia Van den Bergh y la búsqueda de un cuadro”, escrito por expertos como Eelke Muller y Annelies Kool, con contribuciones de destacados historiadores de la Kunsthalle Bremen.
Esta obra no solo relata la búsqueda de Le Repos, sino que también explora el impacto de la Shoá en la familia Van den Bergh, arrojando luz sobre las devastadoras pérdidas sufridas por muchas familias judías y la lucha por recuperar su patrimonio cultural.
Restitución de arte robado: un acto de justicia histórica que continúa
En abril de 2025, la obra regresará a la Kunsthalle Bremen con una nueva presentación que contextualiza su trágica procedencia. Mientras tanto, su exhibición en el Museo Van Gogh no solo pone de relieve la importancia de recordar el saqueo cultural durante la Segunda Guerra Mundial, sino que también refuerza el compromiso de las instituciones por devolver las obras a sus legítimos herederos.
Aunque diversos museos y colecciones privadas aún enfrentan desafíos para llegar a acuerdos justos con las familias afectadas, este caso representa un modelo esperanzador de colaboración y reparación histórica.
¿Quién fue Camille Pissarro?
Camille Pissarro (1830-1903) fue un destacado pintor impresionista y postimpresionista, considerado uno de los padres fundadores de estos movimientos artísticos. Nació el 10 de julio de 1830 en la isla de Saint Thomas, entonces una colonia danesa en el Caribe (actualmente parte de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos), en el seno de una familia de comerciantes judíos sefardíes.
Pissarro desarrolló un estilo único que combinaba una profunda sensibilidad hacia la naturaleza y la vida rural con técnicas innovadoras. Sus obras reflejan escenas de campesinos trabajando, paisajes bucólicos y momentos cotidianos, capturados con una maestría en el uso de la luz y el color.
Un pionero del impresionismo y mentor de grandes artistas
Pissarro fue uno de los primeros artistas en adoptar las técnicas impresionistas, caracterizadas por pinceladas rápidas, colores vibrantes y una atención especial a los efectos de luz en diferentes momentos del día. Participó activamente en las primeras exposiciones impresionistas junto a figuras como Claude Monet, Edgar Degas y Pierre-Auguste Renoir.
Además de su propio legado artístico, Pissarro jugó un papel crucial como mentor. Colaboró con artistas más jóvenes como Paul Cézanne, Georges Seurat y Paul Gauguin, influyendo en la transición hacia el postimpresionismo y el arte moderno.