Por qué nos gusta asustarnos con las novelas de terror

A pesar de que el miedo es una emoción que normalmente intentamos evitar, los libros de terror tienen una capacidad única para atraparnos. Nos gustan porque, en el contexto seguro de la ficción, podemos experimentar la adrenalina y el suspenso sin enfrentar un peligro real

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A través del terror, las personas exploran lo desconocido y lo perturbador, sin abandonar su zona de confort - (Imagen Ilustrativa Infobae)
A través del terror, las personas exploran lo desconocido y lo perturbador, sin abandonar su zona de confort - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El corazón se acelera, los músculos se tensan y, aun sabiendo que luego espera una escena aterradora, uno no puede dejar de mirar. Esta búsqueda del miedo no es un caso aislado: millones de personas en todo el mundo disfrutan de la sensación de temor provocada por el cine, la literatura o los videojuegos de terror.

Aunque el miedo es una emoción que en la vida real se trata de evitar, en estos contextos se busca con entusiasmo. ¿Qué es lo que hace tan atractiva la experiencia de sentirse asustado? La respuesta está profundamente arraigada en la biología de los seres humanos y en los aspectos culturales que moldean la forma de las personas de experimentar el terror.

Respuestas biológicas al miedo

El miedo es una respuesta natural y esencial para la supervivencia. Ante una situación que percibimos como amenazante, el cerebro humano activa una serie de mecanismos para preparar al cuerpo y reaccionar rápidamente. Según el doctor Pedro Maldonado, del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Chile, el cerebro desencadena una respuesta de emergencia que afecta varios sistemas corporales: se libera adrenalina, se erizan los vellos, la temperatura corporal aumenta y se redirige el flujo sanguíneo hacia los músculos, mientras que el cerebro enfoca toda su atención en el peligro. Este conjunto de reacciones fisiológicas tiene el propósito de maximizar las posibilidades de escapar o enfrentar el peligro.

Aunque estas respuestas son útiles en situaciones de riesgo real, también atraen cuando se presentan en un entorno controlado, como una película de terror. La adrenalina y la emoción de sentir miedo, aunque ficticio, son capaces de generar una sensación de satisfacción una vez que el peligro ha pasado. Para muchos, experimentar miedo en una sala de cine o leyendo un libro permite obtener una descarga de adrenalina, similar a la que tendríamos en una situación de riesgo, pero sin consecuencias reales. Esto explica, en parte, por qué buscamos el terror: el cerebro lo percibe como una oportunidad de enfrentarse a un peligro controlado.

Función psicológica y evolutiva del miedo

Desde una perspectiva evolutiva, el miedo ha sido clave para la supervivencia humana. Además de que ayuda a reaccionar ante amenazas inmediatas, permite adaptar a las personas y aprender a enfrentar situaciones difíciles. Según el psicoanalista Danilo Sanhueza, del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile, la atracción que sentimos hacia el terror está vinculada a la necesidad de afrontar miedos de manera controlada. Al vivir experiencias aterradoras a través de la ficción, se ensayan respuestas emocionales y físicas, lo que prepara para situaciones de peligro en la vida real. Este entrenamiento mental es una parte fundamental del crecimiento y la adaptación humana.

La ficción de terror permite explorar el miedo en un entorno controlado y seguro - (Imagen Ilustrativa Infobae)
La ficción de terror permite explorar el miedo en un entorno controlado y seguro - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, el miedo es una emoción que puede ser controlada y modulada con la práctica. El doctor Pedro Maldonado explica que el cerebro continuamente busca formas de “probar” y “testear” diferentes situaciones para entender cómo controlarlas. Esta capacidad de gestión es también la razón por la que el terror, bajo un contexto seguro, como una película o un libro, se convierte en una experiencia que buscamos activamente. Le permite a las personas desafiar sus propios límites emocionales y disfrutar del control que podemos ejercer sobre el miedo.

El terror en la narrativa y la cultura

El miedo ha sido un recurso narrativo presente en las historias humanas desde tiempos ancestrales. Según el profesor Sanhueza, los mitos, leyendas y cuentos tradicionales —incluso aquellos dirigidos a niños— siempre han contenido elementos de terror, violencia y catástrofe. Estos relatos no solo entretienen, sino que también tienen una función simbólica y social, ayudando a las sociedades a lidiar con sus miedos y a transmitir lecciones sobre el peligro y la supervivencia. Cuentos como “Caperucita Roja” o “Hansel y Gretel” contienen elementos terroríficos que reflejan los miedos colectivos de la época en que fueron creados, como el temor a lo desconocido o a la transgresión de las normas.

En este sentido, el género de terror no es solo un producto moderno de la literatura o el cine, sino una herramienta cultural que ha acompañado a la humanidad desde sus inicios. Le permite a la sociedad dar forma a lo inexplicable, a lo reprimido o a lo que sobrepasa emocionalmente. De esta manera, el terror en la ficción actúa como un reflejo de las ansiedades colectivas y personales, ofreciendo una vía para explorar miedos que no siempre se expresan abiertamente en la vida cotidiana.

La fascinación por el terror también está relacionada con la curiosidad humana. Las personas buscan respuestas a preguntas profundas sobre la muerte, lo desconocido y lo que está más allá de la comprensión de uno. El género de terror permite explorar estos temas desde una distancia segura. Además, el terror provoca una sensación de incomodidad que puede ser tanto perturbadora como placentera. Más allá de lo visceral, el terror también satisface una necesidad psicológica de enfrentar temores en un espacio donde se puede salir ileso. El terror se convierte en una metáfora de estos temores reales, exponiendo lo reprimido o silenciado en la sociedad.

En Imparables, muestra cómo la capacidad de adaptación y creatividad permitió a los humanos conquistar el mundo superando sus mayores miedos
En Imparables, muestra cómo la capacidad de adaptación y creatividad permitió a los humanos conquistar el mundo superando sus mayores miedos

El poder adaptativo de los seres humanos: cómo las personas lograron conquistar el mundo

En “Imparables”, Yuval Noah Harari destaca uno de los aspectos más fascinantes de la evolución humana: la capacidad de adaptación. A lo largo de la historia, los humanos no fueron ni los más fuertes ni los más rápidos, pero sí los más ingeniosos para superar sus propios límites y miedos. En su libro, dirigido a un público joven, Harari explica cómo los antepasados de los humanos, enfrentados a depredadores como los leones o a la inmensidad de los océanos, idearon herramientas, dominaron el fuego y, más tarde, construyeron barcos y naves espaciales para superar cualquier obstáculo.

Este poder adaptativo, según el autor, es lo que ha permitido a los humanos dominar el planeta. Pero Harari también subraya que con este poder viene una gran responsabilidad. Al aprender sobre los orígenes de la capacidad para adaptarnos y transformar el mundo, los jóvenes lectores de “Imparables” entienden cómo las personas superaron sus mayores temores y conquistaron la Tierra.

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