Desde cambiar las reglas del periodismo hasta organizar la fiesta más lujosa de la élite estadounidense, Truman Capote se estableció como uno de los emblemas de la literatura en inglés. Este escritor polifacético y controvertido dejó una huella indeleble con su prosa impecable y su mirada mordaz sobre la alta sociedad neoyorquina que lo encumbró y luego lo condenó al ostracismo.
Nacido en 1924 en Nueva Orleans, Capote tuvo una infancia solitaria y turbulenta en el sur profundo de Estados Unidos, donde forjó su estilo narrativo gótico y oscuro. A los 23 años publicó su primera novela “Otras voces, otros ámbitos”, convirtiéndose en una celebridad literaria casi de la noche a la mañana.
Su novela “A sangre fría” de 1966 fue revolucionaria al inaugurar el género de “no ficción novelada”, combinando un meticuloso trabajo periodístico con una prosa rica y una trama novelesca. Esta crónica sobre un crimen real en Kansas lo encumbró en la cima del éxito literario y económico.
Capote cultivó entonces amistades con la aristocracia neoyorquina, a quienes apodó sus “cisnes”. En 1966 organizó la legendaria “Fiesta de blanco y negro” en el hotel Plaza, considerada la celebración más lujosa y exclusiva del siglo XX, obligando a todos los invitados a vestir esos dos colores y lucir diamantes.
Sin embargo, su auge terminó abruptamente cuando en 1975 publicó extractos de su novela inacabada “Plegarias atendidas”, revelando los secretos más oscuros de sus amistades millonarias. La traición fue mayúscula y Capote fue expulsado de los círculos sociales que antes lo veneraban. Los últimos años de su vida estuvieron signados por el alcoholismo, las drogas y su incapacidad de concluir grandes obras literarias. Murió en 1984 a los 59 años.
A 100 años de su nacimiento, estas son cinco de sus obras cumbres para conmemorar el legado literario de este ingenioso y polémico escritor estadounidense que revolucionó los géneros narrativos con su prosa cristalina y su mirada penetrante sobre la alta sociedad.
“A sangre fría”
Capote dedicó casi seis años a investigar exhaustivamente el crimen brutal de la familia Clutter, cuyos cuatro miembros fueron salvajemente asesinados. Entrevistó a todos los involucrados y recopiló una cantidad asombrosa de detalles con la meticulosidad de un reportero. Sin embargo, lo innovador de su enfoque fue entretejer estos hechos documentados con técnicas narrativas propias de la ficción literaria.
A diferencia del periodismo convencional, Capote no se limitó a relatar los acontecimientos de forma objetiva y distante. En cambio, optó por una narrativa inmersiva que sumerge al lector en el corazón de la acción. Su habilidad para desarrollar personajes complejos, crear tensión y suspenso, a pesar de que el desenlace era conocido, convirtió “A sangre fría” en una obra maestra atemporal.
Capote entrelazó magistralmente los hechos reales con técnicas de novelista, confiriendo una profundidad psicológica y un ritmo narrativo más típicos de la ficción. Esta fusión de periodismo y literatura redefinió los límites de ambos géneros y abrió nuevos horizontes para contar historias verdaderas con el poder cautivador de la prosa artística.
La publicación de “A sangre fría” fue un fenómeno literario. Y además, cambió la percepción del periodismo y la literatura para siempre. Capote demostró que los principios de la narrativa literaria podían aplicarse a hechos reales, lo que resultó en una lectura más poderosa y emocionalmente resonante que la mera crónica periodística.
Este enfoque visionario inspiró a una nueva generación de escritores, como Tom Wolfe, Joan Didion y Norman Mailer, quienes adoptaron y expandieron las técnicas pioneras de Capote. El llamado “Nuevo Periodismo” se caracterizó por un estilo de escritura que involucraba la subjetividad del autor, descripciones vívidas y una profunda exploración de la psicología de los personajes reales.
A pesar de su éxito, “A sangre fría” no estuvo exenta de críticas. Algunos detractores argumentaron que la obra sacrificaba la objetividad periodística por el dramatismo, cuestionando la ética de mezclar hechos con elementos narrativos subjetivos. Además, la relación cercana de Capote con los asesinos, Perry Smith y Richard Hickock, suscitó debates sobre la posible influencia de sus sentimientos personales en la representación de los hechos.
“Música para camaleones”
“Música para camaleones” es una colección de relatos y ensayos publicada por Capote en 1980 que ofrece una mirada íntima y reveladora al mundo interior del célebre escritor. Esta obra, considerada una de sus más transparentes y personales, desnuda las capas más profundas de Capote como narrador y ser humano.
La obra se divide en tres partes: la primera incluye seis piezas breves de ficción, la segunda comprende la novela corta “Ataúdes tallados a mano”, y la tercera reúne siete relatos de no ficción, incluyendo perfiles y retratos mordaces de personajes famosos y anónimos por igual.
Es en estos últimos trabajos donde Capote despliega su talento como cronista y su aguda capacidad de observación. Piezas como “Un día de trabajo”, donde acompaña a una empleada doméstica durante su rutina diaria, o “La belleza descarnada”, su entrañable semblanza de Marilyn Monroe, revelan la mirada casi voyeurística de Capote hacia la vida cotidiana y los secretos más íntimos de sus sujetos.
Esta colección también incluye la polémica “Críticas desfavorables”, una entrevista ficticia donde Capote, con su mordaz sinceridad característica, habla sobre sexo, suicidio y su propia mortalidad. Es un ejercicio íntimo y descarnado que ejemplifica su talento para la autoficción y la provocación. En “Música para camaleones”, Capote se revela como un camaleón literario, capaz de adoptar diversos tonos y estilos con maestría.
“Plegarias atendidas”
“Plegarias atendidas” fue la novela inacabada que desencadenó la ruina personal y profesional de Capote en la cúspide de su carrera literaria. Concebida originalmente como un retrato mordaz de la alta sociedad neoyorquina que lo había acogido, esta obra terminó convirtiéndose en la mayor traición del escritor hacia sus amistades millonarias.
Tras el éxito arrollador de “A sangre fría” en 1966, Capote gozaba de fama, fortuna y acceso sin restricciones a los círculos más selectos y adinerados de Manhattan. Durante años, cultivó amistades cercanas con socialités prominentes a las que apodó cariñosamente sus “cisnes”, ganándose su confianza y recopilando en secreto sus confesiones más íntimas.
Con la ambición de escribir la novela definitiva sobre la decadente vida de la élite neoyorquina, Capote concibió “Plegarias atendidas” como un retrato despiadado y lleno de escándalos. Utilizó a un narrador ficticio llamado P.B. Jones, un evidente alter ego, para novelar las indiscreciones que había recopilado de sus “cisnes” en clave.
En 1975, permitió que se publicaran extractos muy reveladores de la novela en la revista Esquire, creyendo ingenuamente que sus amistades privilegiadas simplemente lo tomarían como “arte”. Fue un error fatídico, ya que los capítulos exponían sin reparos los secretos más oscuros de la alta sociedad: infidelidades, fraudes, e incluso un supuesto asesinato.
La reacción fue inmediata y demoledora. Las socialités traicionadas se reconocieron fácilmente en los personajes satirizados, y la venganza fue expulsar a Capote de sus círculos para siempre. La mujer que había sido su mejor amiga y confidente, Babe Paley, nunca más le dirigió la palabra.
A partir de ese momento, la carrera literaria de Capote entró en un declive imparable. Sumido en el alcoholismo y las drogas, fue incapaz de terminar “Plegarias atendidas” y no publicó ninguna otra novela importante en vida. Su aislamiento social fue tan extremo que prácticamente se convirtió en un paria de la alta sociedad que antes lo había venerado.
“Otras voces, otros ámbitos”
“Otras voces, otros ámbitos” fue la novela debut de Truman Capote, publicada en 1948 cuando el autor tenía solo 23 años. Esta obra temprana ya revelaba el talento narrativo y la prosa evocadora que distinguirían a Capote como uno de los escritores más singulares de su generación.
Ambientada en el sur profundo de Estados Unidos, la novela sigue a Joel Knox, un adolescente huérfano que viaja a reunirse con su padre ausente en un remoto pueblo llamado Skully’s Landing. Allí se sumerge en un mundo gótico y sureño poblado por personajes excéntricos y atormentados.
Lo que destaca de esta ópera prima es la atmósfera densa y onírica que Capote logra crear mediante su prosa lírica y sugerente. El lector se ve transportado a un universo misterioso, casi alucinatorio, donde lo real y lo fantástico se entremezclan sin solución de continuidad.
Más que una novela convencional con una historia lineal, “Otras voces, otros ámbitos” es una inmersión en los estados mentales y las percepciones distorsionadas de Joel. Es un relato sobre los terrores y las revelaciones de la infancia, la pérdida de la inocencia y los primeros vistazos de la adultez.
“Desayuno en Tiffany’s”
“Desayuno en Tiffany’s” es quizás la obra más conocida de Truman Capote, un relato corto publicado originalmente en 1958 que inmortalizó al icónico personaje de Holly Golightly. Esta novela corta cautiva al lector con su prosa elegante y su retrato de la inquieta vida social y cultural de la Nueva York de los años 50.
La protagonista Holly es una joven audaz, caprichosa y emocionalmente inalcanzable que vive una vida de aventuras y libertinaje en la Gran Manzana. Un narrador vecino suyo relata sus excentricidades y su búsqueda de pertenencia en la ciudad que no la juzga.
Detrás del glamour superficial, “Desayuno en Tiffany’s” es una profunda meditación sobre la soledad, las apariencias y la necesidad humana de encontrar un lugar al cual pertenecer. Holly es un espíritu verdaderamente libre que desafía las convenciones, pero también está huyendo de un pasado turbulento.
Más que una novela convencional, “Desayuno en Tiffany’s” es un producto de la imaginación caprichosa de su autor, repleta de diálogos ingeniosos y situaciones que rozan lo surrealista. Es una mirada irónica pero también conmovedora a la vida de una mujer que no se deja encasillar.