Florencia Ungar camina. Así empieza el cuento: una mujer camina y camina. Es de noche, camina. No puede dormir. ¿Qué le pasa? ¿Es este insomnio como tantos? ¿O será, parafraseando a León Tolstoi, que “Todos los que duermen se parecen unos a otras, pero cada insomen lo es a su manera? ¿Son fantasmas, genios malignos personales los que no la dejan dormir? ¿O el vuelo rasante de una amenaza colectiva?
Estas preguntas, y tantas, se cuelan entre las líneas de El insomnio más largo, el cuento que escribió Guillermo Saccomanno y que Leamos -la editorial digital de Infobae- publica para ser descargado de manera gratuita.
Guillermo Saccomanno es un destacado escritor argentino, nacido en Buenos Aires en 1948. Se ha destacado en el campo de la novela, el ensayo y la historieta, con una carrera que abarca más de tres décadas. Entre sus obras más reconocidas se encuentran El oficinista, ganadora del Premio Biblioteca Breve en 2010, y Cámara Gesell. Saccomanno es reconocido por su estilo crítico y agudo. Ha recibido múltiples premios, incluido el Premio Nacional de Literatura.
En 2022, Saccomanno, inauguró la Feria del Libro de Buenos Aires con un discurso que dio que hablar. En él, describió a la Argentina como un país en crisis y abordó la precariedad del mercado editorial.
El cuento
Florencia, cuenta el narrador, en El insomnio más largo, “probó con yoga, con ejercicios espirituales, una gimnasia coreana”. Eso y pastillas, claro, pero no hubo caso. Así que el narrador reflexiona: “El mundo se divide entre los dormidos y los que estamos alerta, opinaba papá. Y nosotros somos una familia alerta”.
No se sabe qué provoca el insomnio de Florencia pero sí que algo pasaba cuando era chica. Cuando ella y su hermano, que es el narrador, eran chicos y en la Argentina había una dictadura. “Nuestros padres eran insomnes. El terror les había quitado el sueño. Entonces jugaban al ajedrez. Todas las noches, todo lo que duraba cada noche”. El miedo ¿se le habrá quedado pegado y no la deja dormir, aunque haya hecho una vida, aunque tantas cosas hayan cambiado?
“Enroque, decía papá. Oíamos una sirena. Los dos se miraban. Después, cuando volvía el silencio: Movés vos. Escuchaste, preguntaba papá. Mamá: Escuché, pasaron cerca”.
Este cuento fue publicado originalmente en El sufrimiento de los seres comunes en 2019, y en Cuentos reunidos en 2023.
Cuatro preguntas
Guillermo Saccomanno, el autor de El insomnio más largo, responde sobre su cuento:
-¿Sufrís o sufriste insomnio? ¿Hay algo de tu experiencia que hayan aprovechado los personajes?
-Siempre fui insomne. El insomnio me persigue desde pibe, o tal vez desde antes. De pibe, me acuerdo, mi padre era perseguido político y si no venía a dormir en casa temíamos lo peor... Años más tarde, cuando la dictadura, el insomnio se me agravó. Desaparecían amigos. Otros, con suerte, zafaban y al exilio. No voy a entrar en lo anecdótico. Nuestro país proporciona motivos suficientes para pasarse la noche despierto, alerta.
-Se ve una conexión del insomnio con la dictadura, cosas que no nos dejan dormir. ¿Creés que ese recuerdo, ese miedo sigue operando?
-No sólo en tiempos de dictadura la caminada nocturna ha resultado un recurso contra los ojos abiertos hacia la nada. Hace unos años con una amiga, los dos insomnes, conseguimos revertirlo. Nos llamábamos y acordábamos la caminada. Desde Plaza San Martín al Parque Lezama, ida y vuelta más las derivas y rizomas geográficos que se nos ofrecían. La City es otra de madrugada. Y ni te cuento el Parque Avellaneda.
-¿Hay escape para esas pesadillas comunes, conjuntas, que no nos dejan dormir?
-No hay escape. Ni de los otros ni de uno. Nadie puede escapar, y menos, de sí. Los miedos esperan en los latidos de la almohada. Y si te das vuelta hacia la pared, ahí está tu sombra.
-¿En esas horas de insomnio vemos algo que se nos oculta durante el día?
-El insomnio te encuentra con tus fantasmas, tus monstruos, tus reptiles, tus peores vos. No intentes dominarlos. En este punto, el insomnio es un gran maestro.
Colección Leamos Cuentos
Leamos está publicando la colección Leamos Cuentos, que integran autores y estilos diversos.
Ya se pueden leer, por ejemplo, El hombre que quería matar a Pérez Reverte, del argentino Jorge Fernández Díaz, clickeando aquí. Convencido de una conspiración que bordea la paranoia, un hombre sin nombre cree fervientemente que Arturo Pérez-Reverte ha robado no solo fragmentos de su vida, sino su esencia entera, usándola como material en todas sus obras. Armado con un puñal de plata adquirido en circunstancias oscuras y tras enviar numerosas cartas anónimas al autor, tiene un plan delineado con escalofriante detalle. O, más bien, una venganza: matarlo en el marco de la Feria del Libro de Buenos Aires.
También está disponible El blues del comanche, del escritor peruano Pedro Medina León, que se descarga gratuitamente clickeando aquí. En las calles vibrantes y llenas de contrastes de Miami, el detective Comanche se ve envuelto en un intrincado caso que desafiará todos sus instintos. El asesinato en circunstancias misteriosas de un destacado escritor, interesado por el noir, Gregorio Lizárraga. El crimen desencadena una serie de eventos que llevan a adentrarse en una red de corrupción, traiciones y peligros inesperados. Así, el detective descubre una red de intrigas que lo lleva a enfrentarse a sus propios demonios del pasado. Con cada pista descubierta, se adentra en profundos laberintos de engaños y oscuros secretos que amenazan con destruirlo todo a su paso.
Y también Lo mataron, no murió, donde la periodista argentina Patricia Kolesnicov ficcionaliza un caso real: un joven recibe un disparo en la calle, en medio de un robo. No muere, sin embargo, pero queda en estado vegetativo. ¿Hay que hacer todo para prolongar su vida? El joven es confinado al “Departamento de Velorios Prongados”. Pero pasarán muchas cosas hasta un inesperado final. El cuento se puede descargar clickeando aquí.