“Twitter genera debates muy tóxicos”: quién es y cómo piensa Joe Kahn, el nuevo director del New York Times

Tiene 57 años y hace 25 que trabaja en el prestigioso diario. Ganó el Pulitzer de Periodismo Internacional, cree en el sistema de suscripción y sostiene que “la polarización política supone un gran desafío”

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Joe Kahn (Celeste Sloman / The New York Times via AP)
Joe Kahn (Celeste Sloman / The New York Times via AP)

El periodista estadounidense Joe Kahn, que asumirá hoy la dirección del emblemático diario The New York Times, aseguró que uno de los mayores retos del periodismo es la polarización política, defendió el modelo de acceso selectivo a noticias a través de suscripciones y alertó sobre el peligro de tomar a Twitter como parte del trabajo de campo al considerar que esa red social “genera debates muy tóxicos”.

Así lo expresó en un reportaje que concedió al periódico español ABC, en el que el ex corresponsal en China del Times –un rol por el que se lo distinguió por el Premio Pulitzer– destacó la necesidad de “enfatizar continuamente la importancia y el papel indispensable de la calidad de la información”.

“La polarización política supone un gran desafío para el periodismo. No sucede solo en Estados Unidos, sino en las democracias occidentales. Nos planteamos cómo lograr que nuestra oferta resulte más valiosa para más personas al margen de su punto de vista político”, aseveró.

Durante años corresponsal en Asia y hasta ahora número dos del diario, Kahn asumirá la conducción de una redacción integrada por 1.700 periodistas a los que animará a experimentar con nuevas formas narrativas para reactualizar el legado de “la dama gris”, como se conoce a la publicación más influyente en lengua inglesa, que celebra 171 años con un alcance de diez millones de suscriptores digitales.

En la antesala de su nuevo rol, el periodista se refirió también a la manera en que las nuevas narrativas incidirán sobre la hoja de ruta de su gestión: “La manera de contar las historias está cambiando y evolucionando de forma muy relevante. La unión de estos formatos crea grandes experiencias digitales”.

Aunque se trata de un nuevo liderazgo que hereda la posta dejada por Dean Baquet –el primer presidente de origen afroamericano que tuvo el influyente diario–, la llegada de Kahn a la dirección no implicará a priori un cambio drástico de rumbo, en tanto el especialista en política internacional fue como editor gerente uno de los que empujó las mayores transformaciones del The New York Times en la era digital.

Nieto de una familia judía de inmigrantes lituanos, el periodista estudió en la Universidad de Harvard, fue editor de The Crimson, corresponsal en Asia –habla mandarín a la perfección–, ganó dos premios Pulitzer, fue jefe de información internacional del periódico, ahora subdirector y a partir de mañana director, hasta que dentro de ocho años se jubile.

Kahn, de 57 años, pertenece al staff del diario desde hace 24 años y deberá ahora armonizar los distintos canales de divulgación de información en que se ramifica The New York Times, que se distribuye a través de podcasts, documentales de televisión, boletines por correo electrónico y aplicaciones para celulares.

“Creo que el primer objetivo de cualquier director de The New York Times debe ser mantenerse centrado en nuestro periodismo más importante. Nos distinguimos por una gran ambición, en temas de largo recorrido, y también por la competitividad en la oferta informativa diaria”, sostuvo en la entrevista al periódico ABC. En ese marco, acotó: “Estamos permanentemente centrados en impulsar la relación con nuestra audiencia mediante un enfoque constante en el periodismo de calidad, diferencial, que creemos que la atraerá de forma repetida. Ese es siempre el primer reto. Después vienen otros”.

Para Kahn, el formato digital anclado en la política de suscripciones habilita una sobrevida próspera para medios como el Times: “La prioridad de la redacción y la empresa es que el buen periodismo impulse una relación basada en la suscripción con más y más personas”, indicó.

“No estoy seguro de que haya funcionado así en el auge del periódico de papel, cuando éramos principalmente una empresa de publicidad y también una empresa de circulación. La gente pagaba entonces por el producto físico, pero la relación entre los artículos y el número de suscriptores que teníamos era muy difícil de medir. Dimos un giro y nos transformamos en una organización esencialmente digital con la suscripción como eje”, sostuvo.

¿El modelo de suscripción permite volver a poner en valor la calidad de la producción periodística? Para el inminente nuevo director no hay dudas: “Ahora tenemos una relación mucho más directa entre la producción de buen periodismo y la consecución de suscriptores. En ese sentido, sí creo que es una era dorada para la redacción, ya que las noticias que creamos, el periodismo que hacemos, impulsa el negocio directamente. Así, la empresa tiene un incentivo para reinvertir continuamente en el periodismo y conseguir más suscriptores”.

Entre las recomendaciones que Kahn suele hacer a su equipo de trabajo y que ahora seguramente hará extensiva a toda la redacción está la de no abusar de Twitter porque sus usuarios no representan la diversidad de lectores que pueden seguir los contenidos del periódico. “No nos oponemos. Pero no queremos que la gente se tome Twitter como si representara a la audiencia, que es mucho más amplia y rica”, argumentó.

En este punto, amplió: “Deberíamos estar siempre dispuestos a escuchar las críticas, pero en las redes sociales no son tan útiles y tampoco son representativas. Queremos que los periodistas sigan su misión periodística al margen de las redes. Esta recomendación es un mensaje para que los periodistas se centren en lo importante. Twitter genera debates muy tóxicos y no deberíamos utilizarlo como una especie de barómetro de lo que es bueno y lo que no”.

¿Cuáles son los riesgos más importantes para los periodistas hoy en día? “El primero sería el riesgo físico, ya que los periodistas se mueven en territorios cada vez más peligrosos, y el segundo sería el riesgo psicológico, debido a las campañas de acoso que los informadores reciben en redes sociales. Son dos riesgos que nos tomamos muy en serio”, concluyó Kahn.

Fuente: Télam S. E.

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