A horas de su anuncio por el recuento de los contagios, el ministro de Salud bonaerense Daniel Gollán defendió el cambio en la carga de datos de casos de COVID-19 en la provincia de Buenos Aires, que registró 3.523 víctimas adicionales. Sin embargo, la sorpresiva modificación generó la reacción de los dirigentes de Juntos por el Cambio, que pedirán su interpelación ante en el Senado provincial para que explique las “inconsistencias” en la información.
El titular del bloque de senadores bonaerenses de JxC, Roberto Costa, presentará un proyecto de resolución para que Gollán informe sobre los inconvenientes que admitió durante la elaboración de las personas contagiadas y fallecidas por COVID-19 y si “se han tomado acciones para transparentar la información”.
“La estadística es un elemento científico de vital importancia y resulta una herramienta invalorable en la toma de decisiones con el objeto de preservar la salud pública de los habitantes de nuestra Provincia”, sostuvo Costa.
Más temprano, Daniel Gollán se mostró molesto por el “uso político” de la modificación del registro. El funcionario advirtió que semejante demora en la información se observará también en los distritos opositores, como en la Ciudad de Buenos Aires, que podría tener entre “un 30 o 35 por ciento” de variación de la mortalidad.
“No se ocultaban datos, llegaban atrasados", planteó al referirse a la nueva herramienta para el registro de información de casos de coronavirus. "Lo que iba a pasar es que, después de la última muerte por COVID, íbamos a tener dos o tres meses más de reportes de fallecimientos”, agregó en diálogo con el programa “Toma y Daca” por radio AM750.
Para la bancada opositora, la incongruencia en los datos recuerda a los “desgraciados sucesos” ocasionados durante la inundación del 2 de abril de 2013 en La Plata, donde el entonces gobernador Daniel Scioli comunicó de manera deficiente el número de víctimas fatales dando lugar incluso a la intervención de la Justicia.
"Pese al tiempo transcurrido, aún no se ha obtenido la certeza que el interés social exige al respecto y entendemos que este hecho no debe volver a repetirse. Debemos contar con un sistema transparente que aporte credibilidad”, concluyeron.
Un nuevo contraste con la Ciudad
En su explicación radial, Gollán alertó que el problema de la carga de datos no es exclusivo a la provincia de Buenos Aires y expresó que ocurrirá el mismo fenómeno en otros “distritos populosos” que tuvieron una fuerte propagación de coronavirus. Al respecto, puntualizó que su par porteño, Fernán Quirós, reconoció en conferencia de prensa que la misma problemática estadística es un “tema mundial” y que tuvo errores en otros país.
“A los que quieren hacer un uso político de esto, que se cuiden, porque cuando aparezcan los datos de los distritos opositores va a pasar exactamente lo mismo”, fustigó el ministro de Salud bonaerense.
Consultado sobre si el mismo desfasaje podría registrarse en la Ciudad de Buenos Aires, el ministro Gollán confirmó que hay un retraso similar y planteó que, si se aplicara el nuevo recuento bonaerense de fallecimientos de coronavirus, también “puede suponer un porcentaje similar a lo que sucedió” en el primer cordón del conurbano bonaerense.
“A nosotros nos representó una variación del 30 o 35% a lo que venimos haciendo. ¿No debería ser igual en todas las jursidicciones? No", puntualizó, y sostuvo que “la tasa de mortalidad en la Ciudad es muy parecida a la primer cordón” que alcanza una letalidad del 3,2 por ciento, cuando en la Capital Federal se mantiene en el 2,6 por ciento.
“Con esas variaciones de trazo fino, si deslindamos esas variaciones, el número debería ser parecido a nosotros”, remarcó. Y aclaró: “Esto no es responsabilidad del ministro de la Ciudad y de la provincia, son los mil efectores de salud y son los que lo hacen de forma retrasada”.
Según Gollán, la demora en la carga de datos está vinculado a que “el sistema de carga del SISA es muy engorroso en época de pandemia”, y atribuyó el retraso al momento que “el médico hace la partida de defunción en el libro de guardia o en la historia clínica” y esa información debe ser cargada “por un administrativo”.
“Las clínicas y sanitarios del sector privado no tiene una cultura histórica de cargar los datos”, explicó.
El nuevo conteo anunciado por el gobierno bonaerense busca ajustar el subregistro detectado en la provincia de Buenos Aires, que entrecruza la bases de datos del Sistema de Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), el Sistema de Gestión de Camas (Sigec) y el Registro de las Personas (Renaper) que elabora los certificados de defunción en forma digital.
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