El cáncer es una de las enfermedades más complejas, y a la vez más mortales del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2022, hubo alrededor de 20 millones de casos nuevos de esta enfermedad, mientras que se reportaron $9,7 millones de muertes.
“El número estimado de personas que estaban vivas a los 5 años siguientes a un diagnóstico de cáncer era de 53,5 millones. Alrededor de 1 de cada 5 personas desarrollará cáncer a lo largo de su vida; aproximadamente 1 de cada 9 hombres y 1 de cada 12 mujeres mueren a causa de la enfermedad”, informó la OMS.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Aunque no existe una cura definitiva para el cáncer, la alimentación es un tema crucial para minimizar el riesgo de padecer la enfermedad. No obstante, existen otros factores como la genética oexposiciones a factores externos.
Al respecto, la planta conocida como Justicia spicigera, comúnmente llamada muicle, es originaria de México, pero también se produce en Colombia, donde ha sido utilizada en la medicina tradicional para tratar diversos padecimientos.
Entre sus aplicaciones, se destacan el alivio de dolores de estómago, cólicos menstruales y tratamientos contra la sífilis, tumores, leucemia y cáncer cervicouterino. Recientemente, su potencial como agente terapéutico ha llamado la atención de la comunidad científica, dando lugar a investigaciones prometedoras.
Estudios recientes: hallazgos y limitaciones
Un equipo de investigadores de la Universidad Veracruzana, integrado por Cynthia Fernández Pomares, Ivette Bravo Espinoza y Rodrigo Rafael Ramos Hernández, ha explorado las propiedades del muicle para combatir el cáncer.
En sus experimentos, prepararon extractos de la planta utilizando etanol y agua, y evaluaron su efecto en células de carcinoma prostático. Los resultados mostraron que la proliferación celular se redujo. “Nuestro propósito era saber si las células se multiplicaban o no bajo el efecto de la planta, y lo que encontramos es que la proliferación se inhibe casi un 70%”, explicó Fernández Pomares.
Sin embargo, la eficacia del extracto depende de factores como el lugar y la época de recolección de la planta, lo que introduce variabilidad en los resultados. Además, Bravo Espinoza y Ramos Hernández destacaron diferencias en los experimentos realizados: mientras que en uno se observó daño celular, en otro no, evidenciando la complejidad de los mecanismos subyacentes.
Colaboraciones con la Unam y el Instituto Nacional de Cancerología
Otros estudios llevados a cabo por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y el Instituto Nacional de Cancerología han corroborado la capacidad del muicle para inhibir el crecimiento de células cancerígenas. Estas investigaciones se enfocaron en el carcinoma cervicouterino y concluyeron que la planta podría tener una actividad selectiva, afectando únicamente a células malignas.
Además, la Unam señaló que el muicle presenta una baja toxicidad en pruebas realizadas con ratas y células no transformadas, lo que lo hace prometedor como base para futuros tratamientos farmacológicos. Sin embargo, como enfatizó Fernández Pomares, “faltan más investigaciones antes de llegar a una conclusión o respaldar su uso farmacológico”.
A pesar de los hallazgos alentadores, los investigadores advierten sobre los riesgos de consumir el muicle sin precaución. “Mucha gente puede enterarse sobre los efectos positivos de una planta y empieza a tomarla sin tener conciencia de las muchas variables asociadas a sus efectos. Así como puede tener compuestos activos curativos, también pueden resultar dañinos o tóxicos”, alertaron los expertos.
Es crucial realizar más estudios para identificar los compuestos responsables de los efectos terapéuticos y establecer dosis seguras para su consumo. Estas investigaciones también deberán determinar si el muicle puede ser integrado en tratamientos médicos convencionales o si su uso debe limitarse a contextos controlados.