La Artemisia annua es una planta que hace parte de la familia de las asteráceas, conocida popularmente como artemisa dulce, que ha ganado reconocimiento en el campo de la medicina moderna gracias a sus múltiples propiedades medicinales.
Por eso ha sido utilizada durante siglos en la medicina tradicional china, pero en las últimas décadas se ha consoilidado como una alternativa para el tratamiento de diversas enfermedades, desde la malaria hasta el cáncer y la diabetes, según apunta un reciente estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information.
De acuerdo con La mansión de L’Artemisia, la plata es nativa de las altas mesetas de China y se ha extendido ampliamente por todo el mundo. La Artemisia annua se destaca además por “combatir infecciones y reducir la inflamación”. Estas propiedades se deben a su componente activo más estudiado, la artemisinina, una sustancia con efectos positivos contra las células cancerígenas.
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En el mencionado estudio, se revela que “la artemisinina ha demostrado ser eficaz contra las células cancerígenas, particularmente en tipos de cáncer como el de pulmón, próstata y leucemia”.
Lo más notable de este compuesto es su capacidad para atacar de manera selectiva las células malignas sin afectar a las sanas, lo que la convierte en una opción prometedora en la lucha contra el cáncer, un aspecto que ha atraído la atención de la comunidad científica internacional.
Propiedades antioxidantes y beneficios contra la diabetes
Además de sus propiedades anticancerígenas, la Artemisia annua posee efectos antioxidantes, lo que la convierte en un aliado contra enfermedades crónicas como la diabetes. Los antioxidantes presentes en esta planta ayudan a “prevenir el daño celular causado por los radicales libres”, es decir una especie química, caracterizada por poseer uno o más electrones desapareados, lo que viene siendo una de las principales causas del deterioro de las células y del desarrollo de enfermedades degenerativas.
Este proceso de protección celular es fundamental para reducir el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que mejora la función metabólica y previene complicaciones asociadas con la diabetes, como problemas cardiovasculares y renales.
El National Center for Biotechnology Information señala que el uso regular de Artemisia annua podría tener un impacto positivo en personas con riesgo de padecer diabetes o en aquellas que buscan opciones naturales para controlar la enfermedad. Sin embargo, subraya que su consumo debe realizarse bajo supervisión médica debido a posibles efectos secundarios.
Otros beneficios medicinales de la Artemisia
La versatilidad de la Artemisia annua no se limita solo a sus propiedades anticancerígenas y antidiabéticas. Históricamente, esta planta ha sido utilizada para tratar la malaria, una de las enfermedades infecciosas más mortales en muchas partes del mundo.
De hecho, las propiedades antipalúdicas de la artemisia están “validadas tanto por la medicina tradicional como por la ciencia moderna”, consolidándola como uno de los tratamientos más efectivos contra esta enfermedad.
Además, cuenta con beneficios antiinflamatorios que ayudan a mitigar las inflamaciones en el cuerpo, un aspecto relevante para el tratamiento de la artritis y otras enfermedades inflamatorias crónicas. Según el estudio, esta planta también presenta actividad antibacteriana y antifúngica, lo que la hace útil para “prevenir y combatir infecciones bacterianas y fúngicas”, fortaleciendo el sistema inmunológico frente a diversos patógenos.
Precauciones en su consumo
Aunque los beneficios de la Artemisia annua son evidentes, su consumo no está exento de riesgos. Los investigadores advierten que algunas personas pueden experimentar efectos secundarios, algunos de ellos pueden ser: malestar gastrointestinal o reacciones alérgicas, especialmente aquellas sensibles a plantas de la familia de las asteráceas.
Además, se recomienda precaución en mujeres embarazadas y en personas con condiciones de salud preexistentes, y es esencial consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento.
La Artemisia annua sigue siendo objeto de estudios que buscan confirmar y ampliar sus usos terapéuticos, pero lo que ya ha sido probado apunta a un futuro prometedor en el tratamiento de enfermedades graves.