El consumo de alcohol se ha convertido en un tema de discusión entre expertos debido a sus posibles efectos adversos en el cerebro a largo plazo. Por esta razón, el neurólogo Richard Restak publicó una Guía completa de la memoria: la ciencia de fortalecer la mente, obra en la que destaca la importancia de limitar este hábito, especialmente para las personas mayores.
En su publicación, Restak recomienda dejar de consumir cerveza y otras bebidas alcohólicas antes de los 70 años, teniendo en cuenta que, a partir de los 65, el cuerpo pierde neuronas de forma mucho más rápida, un problema que puede incrementar con la ingesta de licor de forma frecuente.
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Además, el doctor enfatizó que no solo se trata de la preservación de las neuronas, sino que puede llegar a afectar otras áreas como “La confrontación, el juicio y la capacidad de aprendizaje también pueden verse afectadas”, un aspecto que puede resultar especialmente peligroso para los adultos mayores.
La conexión entre el alcohol y el deterioro cognitivo no es una novedad, pero el especialista alertó sobre las consecuencias a largo plazo de un consumo recurrente. En las diferentes culturas en las que el consumo de alcohol está profundamente arraigado, la advertencia cobra especial relevancia para que se tome precaución desde temprana edad.
“El consumo regular puede conducir a pérdidas de memoria, deterioro mental o incluso demencia”, enfatizó el neurólogo. Esta advertencia está destinada a fomentar la reflexión entre aquellos mayores de 65 años que todavía disfrutan de una copa ocasional, al señalar que los riesgos podrían ser más serios de lo que aparentan.
Un aspecto preocupante señalado por Restak es que “Cuatro de cada diez bebidas alcohólicas no incluyen en sus etiquetas los riesgos para embarazadas, menores o conductores”, lo que dificulta la concientización sobre los efectos perjudiciales del alcohol.
También reiteró que “solo el 22,2 % ha cumplido su compromiso de detallar la información nutricional”, una omisión que podría tener implicaciones de salud significativas. Es por ello que las faltas de detalle en el etiquetado representan un reto adicional para las autoridades sanitarias en la promoción de prácticas de consumo responsable.
Además de sus efectos sobre la memoria, el consumo de alcohol tiene consecuencias más amplias que podrían afectar directamente la calidad de vida de las personas mayores. De acuerdo con el experto es necesario “Hacer ver a las personas que consumen de manera reincidente que esto puede ser más serio de lo que parece a largo plazo”, puesto que la gravedad del problema puede intensificarse con la edad, cuando la capacidad de juzgar y aprender comienza a decaer, lo que podría agravar las dificultades para llevar una vida cotidiana normal.
Las declaraciones del doctor Richard Restak fueron difundidas a través de diferentes medios internacionales, en los que se integra un llamado de atención para aquellos que consumen de forma frecuente vino, cerveza y licores en sus eventos sociales y cotidianos. Aunque estos hábitos son parte de la vida social, es crucial considerar los posibles impactos en la salud mental y el bienestar general a medida que se envejece, por lo que se envía un mensaje a que cada persona sea responsable por el cuidado de la salud cognitiva, especialmente para aquellos en las etapas avanzadas de la vida.
Cabe recordar la importancia de estar bien informados a la hora de tomar decisiones sobre el consumo de alcohol, especialmente cuando se padecen condiciones de salud que podrían verse afectadas por un consumo excesivo. La advertencia del doctor Restak terminó con la importancia de repensar hábitos que podrían parecer inofensivos, pero que, con el pasar del tiempo, pueden tener consecuencias significativas.