Esta es la edad en la que debería dejar de consumir bebidas energéticas, según expertos

Los especialistas sugieren reevaluar el consumo de las bebidas debido a los problemas que podrían causar, especialmente en etapas cruciales del desarrollo

Las bebidas azucaradas tienen el equivalente a la cafeína presente en dos o tres cafés - crédito Shutterstock

La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de un informe, resaltó los riesgos del consumo de bebidas energéticas, especialmente entre los niños y jóvenes. Según el documento, la ingesta de estas bebidas, ricas en azúcares y cafeína, puede ser una fuente significativa de calorías innecesarias, lo que preocupa a los expertos en salud pública.

A través de su sitio web, la OMS recomienda que los azúcares libres no deben superar el 10% de la ingesta calórica diaria, incluso, se destacó que las personas pueden tener beneficios adicionales si se reduce a menos del 5%.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Del mismo modo, se confirmó que el consumo de bebidas energéticas ha crecido notablemente en las últimas décadas, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes, pues en redes sociales son promocionadas por creadores de contenidos y cantantes.

Sin embargo, este aumento ha generado inquietudes sobre sus efectos en la salud, por lo que los especialistas advierten que no existe una edad específica para dejar de consumir estas bebidas, pero sugieren que los adolescentes y jóvenes adultos reconsideren su uso debido a los riesgos potenciales.

Las bebidas energéticas no solo contienen una buena porción de cafeína, sino también mucho azúcar - crédito Karl-Josef Hildenbrand/dpa

De acuerdo con los expertos, en los adolescentes, que tienen entre 12 y 18 años, el consumo de cafeína puede interferir con el sueño y el desarrollo cognitivo. Por esta razón, muchos expertos aconsejan evitar completamente estas bebidas durante esta etapa crucial de desarrollo.

En el caso de los jóvenes de 19 a 25 años, aunque pueden sentirse atraídos por estas bebidas para mejorar su rendimiento académico o físico, se recomienda moderación y buscar alternativas más saludables, como una dieta equilibrada y ejercicio regular.

A medida que las personas envejecen, su tolerancia a la cafeína puede disminuir, y los problemas de salud relacionados con el corazón se vuelven más comunes. Por esta razón, los especialistas envían una advertencia específica para que los adultos mayores limiten o eviten el consumo de bebidas energéticas.

Los niños no deberían consumir energizantes

De acuerdo con un reciente reporte de la Asociación Española de Pediatría, desde 2023 se recomendó el consumo cero de bebidas energéticas en menores de 18 años, alineándose con las preocupaciones de la OMS sobre los efectos adversos de estas bebidas en la salud de los jóvenes.

Por medio de este tipo de recomendaciones se está tratando de reducir el impacto negativo de los azúcares y estimulantes en la población joven, con el fin de promover hábitos de consumo más saludables y actividad física para la activación del cuerpo en vez de los energizantes que pueden traer efectos negativos a mediano y largo plazo.

Las bebidas energéticas pueden llegar a afectar a los menores de edad - crédito Shutterstock

Ante esta situación, el doctor Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS, enfatizó en que el azúcar no es necesaria desde el punto de vista nutricional, así que reducir el consumo de azúcares libres puede llevar a mejoras significativas en la salud, un mensaje que refuerza la necesidad de revisar el consumo de bebidas energéticas y otros productos azucarados.

Este llamado está directamente relacionado con la obesidad, pues el especialista considera que “La ingesta de azúcares libres, entre ellos los contenidos en productos como las bebidas azucaradas, es uno de los principales factores que está dando lugar a un aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo”.

Del mismo modo, agregó que “Si los gobiernos gravan productos como las bebidas azucaradas, pueden evitar el sufrimiento de muchas personas y salvar vidas. Además, se reduciría el gasto sanitario y aumentarían los ingresos fiscales, que se podrían invertir en los servicios de salud”, por lo que el llamado es para que cada una de las naciones intervengan.