La verdad sobre los cinco mitos más comunes del consumo de leche: es bueno o no tomar leche después de hacer ejercicio

La capacidad del ser humano para consumir leche en la adultez es una adaptación genética beneficiosa

El consumo de lácteos reduce el riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y previene el sobrepeso y la obesidad - crédito Gettyimages

La leche es un alimento esencial, que aporta una gran cantidad de nutrientes indispensables para la salud a lo largo de todas las etapas de la vida.

De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, en España, la leche también contiene vitaminas y algunas enzimas digestivas. Todos esos componentes le confieren una gran utilidad para el organismo.

De acuerdo con Rafael Cornes, MSc. en Nutrición y Coordinador del Programa ¡Sí a la leche!, de la Federación Panamericana de Lechería (Fepale), “los productos lácteos proporcionan proteínas de alto valor biológico, esenciales para el desarrollo muscular y la salud ósea; además, contribuyen con la reducción del riesgo de enfermedades como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares”.

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La Clínica Quirón Salud recomienda tomar aproximadamente entre dos y cuatro raciones de lácteos al día según la edad y el estado fisiológico de la persona. Una ración de lácteos sería igual a beberse un vaso de leche de 250 ml o a comerse dos yogures. Sin embargo, en los últimos años, hay bastante polémica relacionada con el consumo de los lácteos, en especial, la leche.

La leche y sus derivados hacen parte de los productos alimenticios más estudiados por la comunidad científica, en particular desde que han ido haciendo carrera mitos, creencias y argumentos dirigidos a promover su retiro de la dieta básica.

Se recomienda, tomar aproximadamente entre dos y cuatro raciones de lácteos al día según la edad y el estado fisiológico - crédito Getty

Los mitos más comunes del consumo de la leche, según Rafael Cornes:

Mito N° 1 - El ser humano es el único mamífero que sigue consumiendo leche después de la lactancia

Falso: este mito no tiene fundamento científico. La capacidad del ser humano para consumir leche en la adultez es una adaptación genética beneficiosa. Además, otros animales también consumen leche si se les ofrece.

Mito N° 2 - La leche es mala para la salud

Falso: la leche es una fuente rica en proteínas y nutrientes esenciales. Estudios científicos demuestran que el consumo de lácteos reduce el riesgo de enfermedades como la diabetes y la hipertensión. La grasa láctea tiene muchos beneficios y no es perjudicial, como algunos creen.

Mito N° 3 - Los lácteos no son necesarios después de la infancia

Falsos: los productos lácteos son esenciales en todas las etapas de la vida. Contribuyen con el desarrollo muscular, la salud ósea y ayudan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Los lácteos proporcionan proteínas de alto valor biológico y nutrientes esenciales que mejoran la calidad de vida de las personas, en todas las edades.

Mito 4: El consumo de lácteos contribuye con el sobrepeso y la obesidad

Falso: los lácteos no solo no contribuyen al sobrepeso, sino que pueden prevenirlo. Estudios científicos han demostrado que el consumo de lácteos reduce el riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y previene el sobrepeso y la obesidad.

Mito 5: No es bueno tomar leche después de hacer ejercicio

Falso: la leche es una excelente opción como bebida deportiva ya que proporciona proteínas de alto valor biológico, agua, carbohidratos y electrolitos que ayudan a la rehidratación y recuperación muscular después del ejercicio. Es igual o superior a las bebidas deportivas tradicionales.

La leche es una excelente opción como bebida deportiva - crédito Gettyimages

Beneficios de consumir leche

Aquí algunos beneficios compartidos por el portal especializado en salud MSD Manuals de consumir leche para el cuerpo en general.

  • Regula la presión arterial: al ser portador de ácidos grasos, como el omega-3, beneficia a la salud cardiovascular, sobre todo para disminuir la presión arterial. Ya que contiene ácido oleico, reduciendo los triglicéridos y aumenta el colesterol bueno o el HDL, el cual ayuda a mantener una presión arterial estable.
  • Mantiene la salud: al ser una fuente rica en proteínas y minerales, la leche contiene fósforo, el cual ayuda a fortalecer huesos cuando es ingerido en la edad temprana y, en el caso de los adultos, consumirlo minimizará la pérdida ósea.
  • Potencia la energía: la leche tiene un bajo índice de glucosa o azúcar en la sangre. Su liberación de energía es lenta; por lo que su composición ayuda a reducir el cansancio y la fatiga. Además, la lactosa puede actuar como prebiótico, contribuyendo al crecimiento de microorganismos benéficos.
  • Contiene calcio: no solamente sirve para fortalecer los huesos. El calcio también es necesario para el correcto desarrollo de la coagulación sanguínea, mantiene el sistema inmune y reproductor, además de ser un impulsor de la transmisión de señales nerviosas, de la contracción muscular y del funcionamiento del corazón.
  • Aumenta la masa muscular: la leche contiene carbohidratos, lactosa y proteínas de buena calidad, que ayudan a la regeneración de los músculos, por eso es recomendable tomar leche después de realizar ejercicios de fuerza, pues aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo de la masa muscular.