En la vejez, una de las enfermedades más comunes es la osteoporosis, la cual se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo normal.
La osteoporosis hace que los huesos se debiliten y se vuelvan frágiles, en tal medida que una caída o hasta una leve tensión, como agacharse o toser, pueden causar una fractura.
Según la Clínica Mayo, esta enfermedad afecta a hombres y mujeres de todas las razas, pero las mujeres de piel blanca y las asiáticas, especialmente las mujeres mayores posmenopáusicas, son las que tienen mayor riesgo.
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Síntomas
Típicamente, en las etapas iniciales de la pérdida ósea no se presentan síntomas. Pero una vez que la osteoporosis debilita los huesos, podrían tener signos y síntomas que incluyen:
- Una postura encorvada.
- Dolor de espalda, causado por un hueso roto o aplastado en la columna vertebral.
- Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado.
- Pérdida de estatura con el tiempo.
Ahora bien, una alimentación saludable es clave para mantener los huesos en buen estado. Esto significa elegir regularmente alimentos y bebidas sanas, que brinden la energía y los nutrientes que se necesitan todos los días, como proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua.
El queso, por su parte, es un alimento clave para la salud ósea, porque aporta calcio y vitaminas. Y entre ellos hay uno que es especial que ayuda a fortalecer los huesos.
Cuál es el mejor queso para los huesos
Un ensayo clínico publicado en la revista BMJ Nutrition Prevention & Health reveló que el queso jarlsberg, originario de Noruega, “puede ayudar a aumentar los niveles de osteocalcina, una hormona asociada a la fortaleza de los huesos y los dientes”.
Durante las seis semanas que demandó el estudio observaron que una pequeña porción diaria de 57 gramos de queso Jarlsberg puede ayudar a evitar el adelgazamiento de los huesos por osteopenia u osteoporosis.
Además, estas ventajas le suman el plus que lo hacen menos dañino sin aumentar el colesterol de baja densidad, uno de los mayores temores que tiene la gente al consumir queso.
Los investigadores descubrieron que los participantes que consumían queso Jarlsberg diariamente experimentaron un aumento significativo en la vitamina K2 y biomarcadores óseos clave relacionados con la formación de huesos. Y a la vez, el colesterol total y LDL, así como la hemoglobina glicosilada (también conocida como HbA1c) había disminuido.
Por otra parte, el estudio menciona que los niveles de calcio y magnesio sanguíneo se redujeron tras el consumo de queso Jarlsberg, lo que sugiere una mayor absorción de estos minerales clave en la formación ósea.
Quién puede desarrollar osteoporosis
Cualquier persona puede desarrollar osteoporosis, sin embargo, tiene más probabilidades de desarrollarla si tiene uno o más factores de riesgo:
- La edad: su riesgo aumenta conforme envejece. Es más común en personas mayores de 50 años
- El sexo: la osteoporosis es más común en mujeres
- El tamaño del cuerpo: es más común en personas que son delgadas y tienen huesos finos
- La raza: mujeres caucásicas y asiáticas tienen mayor riesgo, mujeres de ascendencia afroamericana y mexicana tienen un menor riesgo, los hombres caucásicos tienen mayor riesgo que los hombres afroamericanos y latinos.
- Historia familiar: su riesgo de osteoporosis puede ser mayor si uno de sus padres tuvo osteoporosis o se rompió la cadera
- Cambios hormonales: niveles bajos de ciertas hormonas pueden incrementar su riesgo de desarrollar osteoporosis
- Dieta: una dieta que es baja en calcio y/o vitamina D o no incluye suficiente proteína, puede aumentar su riesgo
- Uso prolongado de ciertos medicamentos: corticoides, inhibidores de la bomba de protones (que se usan para tratar la enfermedad del reflujo gastroesofágico) y medicamentos para tratar la epilepsia
- Estilo de vida: consumo excesivo de alcohol, fumar, periodos prolongados de reposo en cama o actividad física nula.
- Tener otras afecciones médicas: artritis reumatoide, enfermedades del sistema endocrino, ciertas enfermedades del sistema digestivo, VIH, ciertos tipos de cáncer y anorexia nervosa, un tipo de trastorno de la alimentación.