A inicios de abril, la EPS Compensar, reconocida por su fortaleza financiera y cumplimiento en indicadores de salud, decidió retirarse del sistema de salud colombiano debido a una grave crisis en el sector, relacionada en parte con la asignación de recursos. Esta decisión, en medio de las discusiones por la reforma que planea el Gobierno Petro, llevó a la Superintendencia Nacional de Salud a evaluar la solicitud de retiro voluntario y establecer una serie de acciones que Compensar EPS debía realizar para completar el proceso.
Uno de los pasos solicitados por la autoridad fue la presentación de un plan de pagos para la liquidación de los pasivos pendientes con prestadores y proveedores. El plan debía detallar el monto anual destinado al pago de deudas acumuladas con clínicas, hospitales y otros proveedores de servicios.
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Ahora, se conoció que el 17 de junio, el gerente de Contratación de Red, Compras y Servicios Administrativos de Compensar EPS, Hugo Gutiérrez, envió una carta a varios prestadores donde se detallaba un plan de saneamiento de deudas de más de un billón de pesos. Este plan, conocido en exclusiva por El Tiempo, fija un cronograma de pagos a 11 años.
Requisito legal de la Superintendencia de Salud
El director de Salud de Compensar EPS, Andrés Barragán, afirmó que este cronograma es un requisito legal solicitado por la Superintendencia de Salud para proceder con el retiro voluntario. Barragán desmintió las afirmaciones de que Compensar había negociado planes de pagos distintos con grandes prestadores, por lo que aseguró que “todos los prestadores y proveedores tendrán que atenerse al mismo cronograma”.
A pesar de las garantías ofrecidas, el plan generó preocupación entre los prestadores. Muchos temen que, con la disolución de Compensar, no haya una entidad jurídica responsable de garantizar estos pagos. Además, según fuentes del medio, algunos prestadores importantes habrían recibido ofertas de pago en plazos más cortos, distinto a lo establecido en la carta inicial.
Barragán enfatizó que Compensar utiliza activos de empresas independientes manejadas por la caja de compensación, y no recursos directos del subsidio familiar, para garantizar los pagos.
“Estamos poniendo como garantía algunos negocios que no tienen que ver con la caja de compensación. No puedo tomar recursos de la caja, sino lo pagaría antes, pero la ley no me lo permite”, aclaró el director de Salud de Compensar EPS.
‘No existe tal crisis’
Esta situación no es nueva. En julio de 2023, Compensar, junto con las EPS Sanitas y Sura, envió una carta al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en la que alertó sobre la crisis y en la que pidió soluciones urgentes para garantizar la prestación de servicios a sus usuarios. Sin embargo, el Gobierno se mantuvo firme en su postura de que “no existe tal crisis” y aseguró haber pagado puntualmente lo correspondiente.
Finalmente, en una carta enviada a la Superintendencia de Salud el 5 de abril, Compensar EPS pidió de manera formal su liquidación voluntaria, en la que declaró su incapacidad para responder a los proveedores y la inviabilidad financiera de continuar operando. El proceso permitiría a la superintendencia cerrar las operaciones de la EPS y trasladar a los afiliados a otras EPS en capacidad de atenderlos.
Revisión del cronograma de pago
Según la Superintendencia Nacional de Salud, aún están en proceso de revisión del cronograma de pago presentado por Compensar EPS como parte del trámite de retiro. La entidad deberá evaluar el plan antes de dar una respuesta definitiva, con una fecha límite establecida para el 4 de agosto.
El impacto en el sector salud es considerable, dado que Compensar EPS atiende a más de 2.341.000 usuarios. La salida de una EPS de esta envergadura evidencia las dificultades financieras que enfrentan las entidades prestadoras de salud en el país, agravadas por un sistema de asignación de recursos que muchos actores consideran insuficiente.