Colombia enfrenta una situación preocupante en términos de salud pública. Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), las enfermedades isquémicas del corazón son la principal causa de muerte en el país.
Esta condición, que implica el estrechamiento o bloqueo de los vasos sanguíneos, ha provocado 14.964 fallecimientos en lo que va del año.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
El incremento de defunciones, aunque a un ritmo más lento en comparación con años anteriores, sigue siendo un desafío. De enero a abril de 2024, se registraron 88.959 fallecimientos no fetales, un aumento del 2,3% frente al mismo periodo en 2023, que contabilizó 86.972 defunciones. Estos datos reflejan una tendencia preocupante que requiere una acción conjunta de todos los actores del sistema de salud.
Carlos Ortiz, cardiólogo jefe de cardiología de la Fundación Cardio Infantil, enfatizó en Portafolio la importancia de implementar medidas de prevención para mitigar el impacto de las enfermedades cardiovasculares en la población.
“Es crucial que el gobierno avance en programas de prevención para evitar que estas enfermedades lleguen a un estadio de alto costo”, indicó Ortiz. Además, el especialista destacó la necesidad de que los ciudadanos adopten mejores hábitos de vida para reducir la incidencia de estas condiciones.
Las enfermedades cerebrovasculares ocupan el segundo lugar entre las principales causas de muerte, con 5.567 casos. Estas condiciones, que afectan los vasos sanguíneos del cerebro, son seguidas por las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, que han causado 5.021 defunciones. Otro dato alarmante son las muertes por agresiones (homicidios), que suman 4.344 casos.
En términos de neoplasias o cáncer, el periodo entre enero y abril de cada año revela un aumento notable en las defunciones. En 2015, se registraron 13.800 fallecimientos por cáncer en los primeros cuatro meses del año. En 2024, la cifra aumentó a 17.123, lo que representa un incremento que merece atención.
El cardiólogo subrayó la importancia del autocuidado y la realización de chequeos pertinentes, especialmente del perfil lipídico en sangre y los niveles de azúcar, así como la evaluación de otros órganos como los riñones. Este enfoque, según el especialista, es esencial para la prevención de enfermedades crónicas.
En este sentido, el médico acentuó la relevancia de una alimentación adecuada, con menor consumo de harinas procesadas y ultraprocesadas, y la incorporación de ejercicio en las rutinas diarias. Estas medidas pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras patologías a mediano y largo plazo, como el cáncer.
Paúl Rodríguez, profesor de economía en la Universidad del Rosario y experto en salud, explicó al mismo medio de comunicación que en Colombia se cuenta con un esquema de prevención que involucra múltiples actores en el ámbito de la salud.
Rodríguez afirmó que “se tienen que tomar las acciones para prevenir que las enfermedades progresen, por ejemplo como la diabetes y la hipertensión, que son condiciones sencillas y baratas de tratar”. Sin embargo, destacó que estas condiciones pueden volverse muy costosas si no se manejan adecuadamente debido a su potencial para entrar en el grupo de alto costo.
Por otro lado, Jesús Albrey González, presidente del Colegio de Abogados en Derecho Médico, enfatizó la necesidad de que el gobierno expida normas que protejan y fomenten las redes integradas de prestación de servicios de salud. González añadió: “Es necesario garantizar criterios de integralidad, en especial aquellas redes que han manejado adecuadamente poblaciones y patologías de alto costo”. Comentó además que se han observado denuncias por interrupción en la continuidad de tratamientos de alto costo después del cambio del Fomag.
El cardiólogo también destacó la relevancia de la prevención secundaria para el seguimiento de enfermedades crónicas. Este proceso requiere una coordinación entre el médico general, el médico tratante y especialistas para controlar estas condiciones de manera efectiva. Según el médico, la epidemiología del país se inclina hacia las enfermedades crónicas, lo que demanda una atención multidisciplinaria coordinada.
Rodríguez subrayó la importancia de una adecuada articulación de los diferentes actores de salud en el control de enfermedades crónicas. “Actualmente, Colombia cuenta con un esquema de prevención que pasa por varios elementos”, comentó el economista.
Jesús Albrey González subrayó la necesidad de fortalecer las políticas públicas del Estado para abordar el alto costo de estas enfermedades. “Actualmente hay una base poblacional que se debe atender en todas las dimensiones del derecho a la salud, incluyendo el adecuado diagnóstico y tratamiento del alto costo”, explicó González.
Según el especialista, desde las discusiones sobre el sistema de salud, se ha insistido en la articulación adecuada entre los entes del Gobierno, los gestores de salud, las interventoras, la sociedad civil y la atención especializada de salud. Esta coordinación debe enfocarse en una atención basada en la calidad y las necesidades de las personas.
Frente a los cambios en el sistema, los hospitales de cuarto nivel, especializados en cuidados avanzados y prevención, expresan su preocupación de que otras condiciones se prioricen sobre las enfermedades prevalentes en el país. González enfatizó que “se necesita construir confianza que el cambio es para mejorar, que los prestadores son importantes, porque al final, este equilibrio de las relaciones y las voluntades de todos permitirá que los pacientes sean los menos afectados.”