El Gobierno de Gustavo Petro dio a conocer el decreto con el que se aumentará el precio del galón de diésel (ACPM) en Colombia, que en la actualidad es de $9.315. Por medio del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se conoció que con fecha del 18 de julio el Decreto 763 es con el que se ajusta el precio del combustible para grandes consumidores.
Según el funcionario, grandes consumidores significa todos aquellos que tienen una operación logística especial y consumen más de 20.000 galones mensuales: “eso aplica para empresas de petróleo, mineras, cementeras y otros grandes consumidores. No aplica en las bombas de gasolina ni los distribuidores minoristas”.
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Bonilla remarcó que esos grandes consumidores compran de manera directa al distribuidor mayorista. Asimismo, que este decreto aplica a partir de 45 días después de su emisión y pone el precio del diésel para esos consumidores a flotar con el mercado internacional, lo que quiere decir que empezaría a regir a inicio de agosto, exactamente, el día 2 de ese mes.
Preocupación en los gremios
Por supuesto, la confirmación del aumento en el valor del líquido generó todo tipo de reacciones, sobre todo, de los gremios. El más fuerte, por ahora, fue el que emitió el Comité Intergremial y Empresarial Valle del Cauca
Para este. el reajuste del precio del ACPM para grandes consumidores genera preocupación, ya que puede elevar costos de transporte y afectar la economía. Por eso, instó al Gobierno a buscar alternativas sostenibles que aseguren la estabilidad del sector y la recuperación económica.
“El Comité lntergremial y Empresarial del Valle del Cauca expresa su preocupación ante el decreto del Ministerio de Hacienda que incrementa el precio del ACPM para grandes consumidores, alineando los costos con las fluctuaciones del mercado internacional”, inició en el pronunciamiento.
De igual manera, anotó que los grandes consumidores son precisamente las empresas que están formalizadas y que brindan tanto garantías laborales a los trabajadores como de calidad y continuidad del servicio a los usuarios y, por lo tanto, hacer una didiferenciación en el costo de uno de sus principales insumos es inequitativo y los pone en una situación de competencia desigual frente a empresas que prestan el mismo servicio, desestimulando la formalización y el crecimiento empresarial.
“El aumento del precio del ACPM, que representa el 40% de los costos operativos de las empresas transportadoras, tiene el potencial de acelerar la inflación y dificultar los esfuerzos del Banco de la República para reducir las tasas de interés, crucial para la recuperación económica. Además, este incremento coincide con subidas previstas en las tarifas de peajes, intensificando el impacto en los costos de transporte y, por ende, en los precios de bienes y servicios, afectando directamente a los consumidores y a la economía en general”, advirtió el comité.
Señaló, de paso, que la medida llega en un momento desafiante, marcado por bloqueos en las vías, inseguridad y bajo volumen de carga, y plantea serios desafíos para el sector empresarial y transportador del país.
Finalmente, el comité hizo un llamado al Gobierno nacional para reconsiderar esta medida y explorar alternativas que no agraven aún más la situación del sector transportador, esencial para la dinámica económica del país: “Reiteramos nuestro compromiso de colaboración con las instituciones del orden nacional en favor del desarrollo y la estabilidad económica de la región”.
El desafío del crecimiento económico
A su vez, la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, advirtió que el desafío de crecimiento del país requiere un esfuerzo mayor, a pesar de las medidas relevantes del Ministerio de Hacienda de Colombia de reducción del gasto y aumento del precio del diésel.
Según ella, “es fundamental complementar estas medidas con eficiencia en el uso de recursos, mayor austeridad en el gasto público, un plan de reactivación concreto de la oferta y mensajes de certidumbre a sectores estratégicos”.
Además, remarcó que “es crucial acompañar estas acciones con estrategias sólidas para revertir la situación fiscal del país”.
Transporte de carga en vilo
El anuncio generó preocupación en el sector transportador, especialmente dentro del gremio de Fedetranscarga, que expresaron su fuerte inconformidad con las medidas propuestas. Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, manifestó su preocupación diciendo: “Nosotros los transportadores de carga y también los transportadores de pasajeros estamos muy preocupados con esta medida porque es lo primero que pueden empezar a hacer. Y después, empezar con el alza de combustible en todo el país. No estamos de acuerdo”.
Los transportadores argumentan que enfrentan “épocas muy difíciles” debido a la escasez de carga y otros factores económicos que están afectando seriamente su rentabilidad. “Cada día la economía de nosotros se ve más resentida”, añadió el líder gremial, subrayando la vulnerabilidad actual del sector.
Adicionalmente, la Federación de Transportadores de Carga (Fedetranscarga) solicitó una reunión urgente con el gobierno para discutir las implicaciones del aumento y buscar alternativas. “Concertemos, no para hablar de un alza del diésel, sino para que la economía se reactive y podamos, en un momento dado, incrementar el combustible”, pidió el vicepresidente de Fedetranscarga, Arnulfo Cuervo.
El impacto en la economía
El incremento del precio del ACPM a $9.315 por galón no solo afecta directamente a los grandes consumidores de diésel, sino que también tiene implicaciones extensivas para diversos sectores de la economía colombiana. A continuación, se detallan algunos de los posibles impactos:
- Transporte de carga y pasajeros: el sector del transporte será uno de los más impactados por este aumento. Los costos operativos para los transportadores de carga y pasajeros se incrementarán significativamente, lo que probablemente se traducirá en mayores tarifas para el transporte de bienes y servicios. Esto, a su vez, podría desencadenar un efecto dominó, elevando los precios de los productos al consumidor final y aumentando la inflación.
- Sector agropecuario: los agricultores y ganaderos dependen del transporte para mover sus productos desde las áreas rurales a los mercados urbanos. Un aumento en el costo del diésel elevará los gastos de transporte, reduciendo las márgenes de ganancia y potencialmente encareciendo los precios de los alimentos. Este sector ya enfrenta desafíos como la variabilidad climática y los altos costos de producción, lo cual agrava su situación financiera.
- Industria minera y energética: Los sectores minero y energético también sentirán el impacto del incremento en el precio del ACPM. Estos sectores dependen en gran medida del transporte de equipos pesados y materias primas, por lo que el aumento en los costos del diésel podría elevar los costos de operación y reducir la competitividad de las exportaciones colombianas.
- Logística y distribución: el alza en el precio del diésel afectará la cadena de suministro y logística en el país. Empresas que dependen del transporte de mercancías para su funcionamiento verán un incremento en sus gastos operativos. Esta situación podría llevar a un aumento en los costos de distribución, afectando tanto a las empresas como a los consumidores.
- Economía nacional: a nivel macroeconómico, el incremento del precio del ACPM podría contribuir a una mayor inflación, ya que los costos adicionales de transporte y producción se trasladan al consumidor final. Esto podría reducir el poder adquisitivo de las familias y desacelerar el crecimiento económico. Además, puede aumentar la presión sobre las políticas monetarias del Banco de la República.