La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han emitido una alerta epidemiológica debido al inicio de la temporada de mayor circulación de influenza y otros virus respiratorios en el hemisferio sur de las Américas.
De acuerdo con datos proporcionados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, durante la temporada de influenza 2022-2023 se reportaron aproximadamente 31 millones de casos, resultando en 360.000 hospitalizaciones y 21.000 muertes relacionadas con la enfermedad, la cual es muy fácil de transmitir (ya sea al momento de toser, estornudar o por medio de secreciones nasales), por lo que Colombia también se encuentra en riesgo de sufrir un pico respiratorio como consecuencia de esta enfermedad.
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Algo tan sencillo como tocar superficies contaminadas con estas secreciones, y luego llevarse las manos a la boca, nariz o los ojos también pueden ser otra de las formas para contraer esta Enfermedad Respiratoria Aguda (IRA). Por eso, desde el Ministerio de Salud se anunció que a nivel nacional se cuentan con 3.000 puntos para vacunarse contra la influenza y el covid-19, afecciones que son más propensas de contraer si se tiene en cuenta que la temporada de lluvias ya se vive en varias regiones de Colombia.
Cabe resaltar que en el país, el periodo de influenza estacional muestra picos de transmisión más altos durante mayo, junio, septiembre y noviembre. Por este motivo, las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para que complete o se aplique los esquemas de vacunación, con los cuales se puede reducir la probabilidad de contagio.
Síntomas y vacunación
La influenza presenta síntomas iniciales similares a otros problemas respiratorios, tales como tos seca, dolor de garganta, secreción nasal, fiebre alta, así como dolores musculares y de cabeza. Sin embargo, en ciertos casos la enfermedad puede escalar a cuadros graves de neumonía y otras complicaciones como miocarditis y disfunción de múltiples órganos, llegando a causar la muerte si no se trata a tiempo.
El doctor Juan Pablo Osorio, médico infectólogo y asesor de Compensar, explicó que “la vacunación contra la influenza es una medida eficaz y segura para prevenir la transmisión de este virus y sus complicaciones”.
Adicional a esto, el especialista destacó que “la efectividad de la vacuna se ha reportado entre un 40% y un 60%, estimándose que evita una muerte por cada 4,000 personas vacunadas”. La inmunización no solo reduce la incidencia de la enfermedad, sino también la gravedad de los casos y la mortalidad asociada, aliviando la presión sobre las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) de los centros de salud.
Según la OMS, las personas con enfermedades crónicas como afecciones cardiovasculares, diabetes mellitus, cáncer o enfermedades respiratorias crónicas están en mayor riesgo de sufrir complicaciones severas de la influenza. Debido a lo anterior, la vacunación es crucial para estos grupos en busca de reducir la tasa de complicaciones graves y mortalidad.
Llamado al autocuidado para no saturar las UCI
En la capital del país, la Secretaría Distrital de Salud confirmó que desde el 1 al 15 de junio se buscará intensificar las acciones que lleven a que los habitantes de Bogotá se vacunen.
“Entre los principales virus que está causando este pico respiratorio se encuentran la influenza y el Covid-19, que no han desaparecido. Por eso, invitamos a todos los bogotanos y bogotanas a vacunarse, pues esta es la herramienta más poderosa para prevenir estas y otras enfermedades transmisibles”, añadió Julián Fernández, subsecretario de Salud Pública.
Además de los puntos más de 200 puntos habilitados en toda la ciudad, que se puede consultar en la página web www.saludcapital.gov.co, las autoridades indicaron que mediante la Secretaría de Salud se vienen adelantando jornadas semanales en las 20 localidades de la capital para que los ciudadanos no tengan que trasladarse hasta los puntos.
Sin embargo, la invitación a nivel nacional queda abierta: la advertencia ya se hizo y ahora depende de cada uno poner de su parte para no ayudar a propagar estas enfermedades, sumado a las acciones de autocuidado de cada uno en la calle, el hogar o el lugar de trabajo.