Una emergencia de salud se presentó el domingo 19 de mayo en el patio cuatro de la cárcel de Palmira, en el departamento del Valle del Cauca.
Hombres privados de su libertad prepararon una bebida artesanal que resultó ser altamente tóxica. Además del contenido exacto del líquido, se sabe que los reclusos añadieron un energizante y pastillas que funcionan como estimulantes sexuales; pero no se sabe cuáles fueron los demás ingredientes ni la preparación de esa bebida.
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Según información conocida por RCN Radio, serían seis personas las que prepararon la bebida y al menos cinco de ellas ingirieron esa preparación artesanal que, como resultado, generó que dos de ellos perdieran la vida. Ahora, tres reclusos más se encuentran en estado crítico en el hospital local de Palmira y la Clínica Colombia de Cali.
El Inpec (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario) indicó a ese medio que luego de conocerse el contexto de la situación, “se presta la atención en la área de sanidad remitiéndolos a centros asistenciales”.
Hasta el momento, el reporte médico es delicado. Mientras tanto se investiga qué tipo de sustancia era la que contenía esa extraña bebida.
Según informó W Radio, la bebida en cuestión se conoce como “Chamber’, una mezcla artesanalmente preparada en las cárceles que funciona como bebida embriagante, pero también puede contener sustancias energizantes y que mejoran el desempeño sexual masculino. No obstante, esta información aún no ha sido confirmada por el Inpec. Cabe mencionar que los domingos suelen ser días de visitas conyugales en la cárcel de Palmira.
¿De qué está hecha la bebida alcohólica conocida como ‘Chamber’?
El Chamberlain es un cóctel artesanal en el cual se mezcla alcohol antiséptico o industrial con otras sustancias. Esta mezcla puede llevar incluso a la muerte si se consume en grandes cantidades, porque solo el alcohol puede causar depresión respiratoria, broncoaspiración y pérdida del reflejo de la vía aérea, indicó el toxicólogo Andrés Olaya del Hospital Santa Clara de Bogotá.
De hecho, en la última década este tipo de bebida se volvió común entre los jóvenes del país y, sobre todo, de Bogotá, por su bajo costo. Por ello, desde el 2014, mediante el Proyecto de Acuerdo número 95, el Concejo de Bogotá prohibió la venta de alcohol industrial y antiséptico a menores de edad en la capital del país.
El toxicólogo Olaya explicó para el cabildo distrital que si se confunde el alcohol antiséptico con el industrial, el consumidor puede presentar ceguera, daños neurológicos y hasta perder la vida.
El Chamberlain, también conocido como Chamber, se ha convertido en un reemplazo barato del licor. Su efecto es tan grave que se ha ganado el apodo de “el último trago”.
Aunque las mezclas de este tipo de bebida no son nuevas, han ganado popularidad recientemente, especialmente entre los jóvenes. La facilidad de acceso y el bajo costo de los ingredientes han llevado a un aumento en el consumo de esta peligrosa mezcla, lo que representa un riesgo significativo para la salud pública.
“El alcohol de farmacia se considera menos dañino que el industrial (metanol), pero se desconoce que, a diferencia de algunas bebidas alcohólicas, cuya concentración de alcohol etílico varía entre cuatro y cuarenta y siete grados, dependiendo del tipo de bebida, el antiséptico tiene una concentración superior al noventa por ciento”, explicó también al Concejo de Bogotá el doctor Camilo Uribe Granja, relator de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
Así las cosas, ingerir un vaso de chamber puede compararse con hacer lo mismo con una botella entera de whisky; mientras que tres tragos de esta mezcla pueden costar la vida de quienes lo toman, como asegura Olaya.