En un operativo liderado por la Sociedad de Activos Especiales (SAE), la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y entidades como la Personería Distrital y el Instituto de Bienestar Familiar (ICBF), fue desalojada la Casa Museo de Pablo Escobar en Medellín.
El proceso de desalojo había sido aplazado en diciembre de 2023, porque el hermano del fallecido capo del narcotráfico, Roberto Escobar Gaviria, alias El Osito, había instaurado una acción de tutela y, además, habría expresado su intención de arrendar la casa, que está avaluada en más de $12.000 millones.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
De acuerdo con la SAE, la familia tendrá que retirar de la casa todos los objetos que no hayan sido incluidos dentro de la medida de extinción de dominio. El museo, que se ubica en una lujosa vivienda de El Poblado, fue cobijada con dicha medida por presunto lavado de activos.
Luego de la materialización del embargo, el 20 de octubre de 2023, ahora se llevará a cabo el retiro de muebles y enseres transitoriamente, para trasladarlos a la bodega de la SAE. Los vehículos serán custodiados de manera temporal y la Sociedad de Activos Especiales pretende crear un proyecto de resignificación de este espacio.
Según información de la Fiscalía expuesta por la SAE, Roberto Escobar habría empleado diferentes estrategias, incluyendo el registro del inmueble a nombre de terceros, para “mantener el dominio sobre el inmueble”.
Asimismo, habría usado “la falta de capacidad económica de las personas registradas como propietarias legales para adquirir la propiedad”, lo que reflejaría que la compra del inmueble está relacionada con actividades ilícitas.
La diligencia fallida
El origen de este proceso sobre el inmueble se remonta al 20 de octubre de 2023, cuando la SAE notificó a la familia del extinto capo su decisión de tomar posesión de la casa, que fue adecuada como un museo.
El lugar se convirtió en un sitio de interés para muchos turistas extranjeros, y era administrado por el hermano de Pablo Escobar, quien se encargaba personalmente de relatar la historia del narcotraficante.
La Fiscalía General de la Nación avanzó en la investigación para determinar si la herencia de la propiedad estaba vinculada con actividades del Cartel de Medellín. La duda surgió luego de que se identificara que, aunque fue heredada por varias personas, en los registros solo figuraba una mujer como propietaria.
En inspecciones adelantadas por agentes de la Policía Judicial y la Fiscalía catalogaron en la propiedad una amplia gama de objetos relacionados con Pablo Escobar. Entre ellos: fotografías, réplicas de su carriel, figuras de cera, un automóvil de la época y otros artículos personales del narcotraficante.
Además, la casa había sido objeto de múltiples revisiones por parte de las autoridades fiscales y fue objeto de una orden de demolición parcial, argumentando la carencia de autorizaciones para su construcción y apertura al público.
Luego de que en octubre de 2023, la casa museo fuera intervenida por la Fiscalía General de la Nación, se dictó la orden de extinción de dominio y la SAE estaba dispuesta a tomar posesión del bien. En declaraciones a la revista Semana, dicha entidad reveló que la figura de la propietaria del predio era meramente representativa y no correspondía a la verdadera titularidad.
Sin embargo, la SAE decidió aplazar el procedimiento y anunció que lo retomaría en enero, inicialmente bajo el argumento de que le otorgarían un plazo adicional para que los Escobar extranjera los objetos del museo que no estaban incluidos en el proceso de extinción de dominio.