El señalado testaferro de Nicolás Maduro, Alex Saab, seguirá debiéndole explicaciones al país, después que de que se conociera un escrito en el que afirmó que no se presentará ante la justicia colombiana, después de que un juez especializado ordenara audiencias de juicio contra Saab Morán, empresario colombiano acusado de lavado de activos.
La Fiscalía también imputó en su momento a Devis José Mendoza Lapeira, contador de una de las empresas de Saab Morán, por participar en una serie de maniobras financieras ilícitas que no solo incrementaron el patrimonio de ambos acusados, sino que también representaron pérdidas significativas para el Estado colombiano.
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Según informes oficiales, en diciembre de 2023, tras su liberación de una cárcel en Estados Unidos donde estaba siendo juzgado, Saab Morán fue entregado al gobierno de Venezuela, país que le asignó un cargo oficial.
A pesar de su liberación, Saab Morán ha notificado a través de una carta fechada el 18 de marzo en Caracas y revelada por El Tiempo, que “no me es posible asistir personalmente o conectarme de forma virtual por compromisos laborales”, dejando en claro su intención de que el juicio en Colombia avance sin su presencia física o virtual.
Por el contrario, el empresario colombiano designó a su abogado Camilo Bocanegra para representarlo y velar por sus derechos y garantías durante las diligencias, a pesar de que la justicia colombiana hubiera solicitado su presencia física ante los juzgados.
Durante el proceso, se ha hecho evidente que la Fiscalía centra sus esfuerzos en analizar la posible participación de distintas personas y empresas en la comisión del delito de lavado de activos. Según comentaron fuentes enteradas del ente acusador a El Tiempo, en contra de Saab Morán existe un par de indagaciones con los que intentan demostrar el entramado ilegal que mantenía para beneficiarse y desfalcar al Estado.
La estrategia presuntamente diseñada por Saab Morán y su contador Mendoza Lapeira incluía el uso de la empresa Shatex S.A. como un vehículo para actividades ilegales, incluido el lavado de dinero. La Fiscalía ha identificado irregularidades tales como un crecimiento económico inusual de 923% en 2007 y el funcionamiento de la empresa como fachada para operaciones no declaradas después de su disolución formal en 2010.
Este súbito crecimiento económico se contrasta con los drásticos resultados de esa compañía en el periodo entre 2004 y 2006, donde la empresa registró pérdidas y un decrecimiento en ingresos del 33%.
Una táctica particularmente sofisticada que se le atribuye a los acusados es la de llevar una doble contabilidad; por un lado, presentaban a la Dirección Nacional de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) cifras financieras inferiores con el objetivo de reducir la carga tributaria, mientras que al sector financiero le mostraban cifras infladas para demostrar una capacidad económica mayor de la real.
La acusación presentada detalla que dicho andamiaje criminal fue presuntamente facilitado por el contador Mendoza Lapeira, a quien se le acusa de haber utilizado su pericia para administrar a su antojo, además de ocultar y trasformar los informes de las aparentes actividades ilegales que se realizaban al interior de Shatex S.A.
Aunque inicialmente la Fiscalía había vinculado a miembros de la familia de Saab Morán y a su exesposa en el proceso, tales acusaciones han sido retiradas, concentrando ahora el foco en las acciones de Saab Morán y su contador. Estas audiencias representan un intento significativo por parte de las autoridades colombianas para desenredar la compleja red de operaciones financieras ilícitas y hacer frente a los implicados en actos de corrupción que afectan profundamente a la economía y al Estado de derecho en Colombia.