Ana Elizabeth Pérez, maestra de matemáticas con una década de dedicación al sistema educativo público, ha enfrentado toda una pesadilla médica. Su historia muestra las fallas en el sistema de salud colombiano; entre ellas, destaca la falta de personal de salud en la IPS Proseguir, luego de ser diagnosticada con cáncer de tiroides.
La tragedia se intensificó durante su estancia en el centro de salud de la institución prestadora de servicios Proseguir con sede en Bogotá, donde experimentó negligencia médica tras una tiroidectomía total. La falta de enfermeras durante su hospitalización desencadenó problemas adicionales en su proceso posoperatorio, al punto de que casi muere.
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“Mi cirugía no fue ambulatoria, entonces tuve que quedarme hospitalizada la noche que me hicieron la tiroidectomía; no habían enfermeras, nadie le hizo seguimiento a mis signos vitales, no me hicieron los exámenes necesarios ni me dieron los medicamentos que me correspondían”, cuenta Ana.
Según la Sociedad Americana de Cáncer, la tiroidectomía es la cirugía más común para tratar el cáncer de tiroides y consiste en extirpar esa glándula. Uno de los riesgos de este procedimiento médico es el daño a las glándulas paratiroideas, que se encuentran detrás de la tiroides y regulan los niveles de calcio en el cuerpo. Entonces, tener estas glándulas atrofiadas causa bajos niveles de calcio en la sangre, lo que conduce a espasmos musculares y a sensaciones de entumecimiento y hormigueo.
Esto fue, justamente, lo que le sucedió a Ana. La mujer cuenta que le dieron salida del centro médico sin los exámenes necesarios y no se percataron de que tenía falta de calcio. “Ante los síntomas que presenté, la médica que me dio de alta me dijo que tenía conjuntivitis y me dio unas gotas y ya, fue el único medicamento que me dieron”.
Ana sufrió parálisis o, mejor dicho, calambres en todo el cuerpo y hormigueo debido a bajos niveles de calcio; esto la obligo a asistir a múltiples visitas a emergencias y terminó hospitalizada en una UCI en la Clínica Azul, donde controlaron su situación.
La falta de seguimiento a sus signos vitales, la ausencia de medicamentos necesarios y la carencia de atención durante su recuperación dejaron a la maestra en un estado crítico.
El sindicato de profesores Adec no le prestó atención
Ana describe el desconcierto que vivió cuando comentó su situación ante el sindicato de profesores de Cundinamarca (ADEC), que no le brindaron apoyo. “Me dijeron que salía más caro el collar que el perro”, esa fue la respuesta que recibió Ana de parte de uno de los abogados del sindicato cuando ella le pidió que emprendieran alguna acción legal.
La preocupación de Ana se extiende más allá de su propia situación médica. Su queja apunta a la posibilidad de que la IPS Proseguir continúe operando sin restricciones y que permanezca contratada por la EPS Servisalud, poniendo en peligro la salud de otros pacientes.
A pesar de presentar quejas en su EPS Servisalud (la que tiene afiliado a todos los docentes del Estado) y ante la Superintendencia de Salud, Ana dice que no ha recibido respuestas satisfactorias.
Ana tiene una segunda cirugía programada para el 30 de enero de 2024 y ahora vive en un estado constante de angustia. Su historia destaca la urgencia de abordar la crisis médica individual en esa IPS.
Así empieza el calvario de Ana Pérez: un diagnóstico que tardó más de tres años
“En la época de pandemia me empieza a dar mucha tos; como había una alarma por el covid-19, siempre me enviaban pruebas para saber si tenía el virus, pero los resultados eran negativos”. No obstante, narra Ana Pérez, esta era una tos frecuente que la dejaba sin aire, la ponía morada y hasta se le venía la sangre por la nariz. “Me duraba unos tres o cuatro meses”, detalla la maestra.
Las respuestas alusivas a que Ana tenía coronavirus eran reiterativas. Pasaron tres años y fue solo hasta enero de 2023 que, por fin, dieron con su diagnóstico: en ese momento le encuentran unos nódulos en la garganta. Le ordenan una biopsia, pero el resultado sale “indeterminado”. No obstante, debido a sus antecedentes familiares, los médicos le ordenan una cirugía.
Pasaron ocho meses desde que recibió su diagnóstico hasta que fue programada su cirugía, el 1 de agosto de 2023. Es desde allí cuando inicia la peor parte de su pesadilla.
Las denuncias de falta de personal de la EPS
La denuncia de Ana destapa problemas administrativos en la IPS Proseguir corroborados por el exconcejal Manuel Sarmiento el 7 de diciembre de 2023, quien compartió un video denunciando la falta de pago de salarios al personal médico. La respuesta de la IPS, dice Sarmiento, fue retirar a los trabajadores de sus funciones o llamarlos a descargos.
“Siguen presentándose grandes atropellos contra los trabajadores de la salud. En este caso, el personal médico y administrativo de una IPS privada está reclamando desde hace varios meses que no les pagan sus sueldos: el derecho más básico que tiene un trabajador. Hasta cuatro meses de deuda tiene la IPS con estas personas”, dice el concejal Sarmiento.
De hecho, varias personas en la página de Facebook de reclutamiento de la IPS han comentado que trabajaron con la institución durante meses y no les han pagado: “Trabajé casi un mes y no me han pagado desde octubre de 20′23, que me retiré”, dice uno de los comentarios. Otra de las usuarias comenta que no le han pagado liquidación luego de tres meses que dejó su puesto.
Infobae Colombia trató de contactarse con la IPS, pero al momento de la publicación de esta nota no ha recibido respuesta.