En 163 días, el caso que involucra a Nicolás Petro Burgos, el primogénito del presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, dio un giro que pocos llegaron a imaginar, pese a la contundencia de las pruebas de la Fiscalía General de la Nación en su contra. El joven político irá a juicio por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, en un desenlace que pudo tener mejor balance para el implicado.
El 1 de agosto de 2023, cuando el fiscal Mario Burgos expuso el abundante material recolectado de los movimientos que efectuó el exdiputado del Atlántico, Petro Burgos se vio acorralado. Y, luego de analizarlo con su entonces abogado, David Teleki, y de reunirse en privado con su acusador, anunció al país su interés de establecer un acuerdo con el ente investigador, en pro de colaborar con la justicia.
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“Quiero anunciar a Colombia que iniciaré un proceso de colaboración en la que me referiré a nuevos hechos y situaciones que ayudarán a la justicia. Lo hago por mi familia y por mi bebé que viene al camino”, leyó Petro Burgos en un corto y conciso comunicado, con el que planteaba la posibilidad de acceder a un principio de oportunidad a cambio de información clave en su caso.
¿Por qué era importante la colaboración de Nicolás Petro con la Fiscalía?
El dinero que recibió de cuestionados personajes como Santander Lopesierra, más conocido como El Hombre Malrboro, exnarcotraficate y excongresista, y Gabriel Hilsaca, hijo del contratista Alfonso El Turco Hilsaca, que tiene un proceso encima por homicidio, tenía como destino la aspiración de su padre.
Pero, como él mismo lo reconoció, su ambición lo llevó a quedarse con esas cuantiosas cifras, que según denuncias de su exesposa, Daysuris Vásquez, ascenderían a los 1.000 millones de pesos. En la imputación en su contra, el fiscal Burgos indicó que el incremento injustificado de su patrimonio, entre 2022 y 2023, fue de $1.053 millones, que no logró justificar con su sueldo como diputado, que era de $200 millones.
Sin embargo, cuando se esperaba que el hijo del presidente acordara las pautas con las que se llevaría a cabo su colaboración, todo cambió. El giro en su postura empezó a consumarse el 21 de agosto de 2023, cuando Nicolás fue visitado por Gustavo Petro en su lujosa residencia, teniendo como pretexto el niño que venía en camino: Luka Samuel, que nació dos meses después, en octubre.
“Visita de mi padre: quiero informarles que hoy recibí la visita de mi papá, nos reunimos unos minutos en familia, estaba Laura, mi mamá (Katia Burgos) y unos primos maternos. Hablamos de Luka Samuel y de la importancia de él en nuestras vidas. No todo gira en torno a la política”, comentó el hijo del mandatario en su perfil de X (antes Twitter), con el que trató de bajarle la temperatura a esta visita.
De colaborar con la Fiscalía a declararle la guerra
Antes, el 5 de agosto, la entrevista que dio a la revista Semana, parecía dar pistas de que Petro Burgos se mantendría firme en su deseo de entregar información relevante en torno al escándalo en el que era el principal protagonista, y de contar cómo fue que se financió la campaña del jefe de Estado, pues no dudó en mencionar un personaje clave: el empresario Euclides Torres, que estuvo detrás de este proceso.
Y, además, lanzó una frase que quedó resoplando en el ambiente: “No me voy a inmolar ni por mi papá, ni por nadie. Solo por mi hijo”. No obstante, el impulso le duró poco. El 1 de septiembre de 2023, se conoció la sorpresiva renuncia de su apoderado, Teleki, que estaba de acuerdo en que el primogénito del presidente estableciera una matriz de colaboración con la Fiscalía General de la Nación.
“El doctor Nicolás Petro y su abogado hemos decidido dar por terminado el mandato conferido para ejercer su defensa técnica en proceso penal. Los motivos son de índole personal por parte del abogado, y dichas razones han sido aceptadas por el doctor Petro Burgos”, afirmó el abogado, sin ahondar en más detalles en sus motivos, lo que generó sospecha de la opinión pública sobre lo que sucedería.
A su vez, el 25 de septiembre y luego de que la Fiscalía advirtiera que presentaría escrito de acusación en su caso, Nicolás Petro confirmó lo que se preveía: que no iba a colaborar con la justicia y que estaba dispuesto a irse a juicio de ser necesario. Con lo que terminó de confirmar que había cambiado de opinión y que, con la asesoría del letrado Diego Henao Vargas, afrontaría las consecuencias de su decisión.
“Hoy inicia la lucha de mi vida, sabía que la Fiscalía de (Francisco) Barbosa no era de fiar y hoy lo demostraron. Me han presionado hasta el límite con la única intención de convertirme en un arma contra mi padre. Decidí levantarme y no arrodillarme ante el verdugo”, dijo el exdiputado del Atlántico en un mensaje en su cuenta de X (Twitter).
Los reveses de Nicolás Petro
A partir de entonces, tanto Petro Burgos como su defensa, intentaron mitigar los efectos de enfrentar a la justicia. En primer lugar, buscaron sacar del camino al fiscal Mario Burgos, con acusaciones ante la Comisión de Disciplina Judicial y ante el juez designado en su caso, Hugo Carbonó, pero en ambas tuvo duros reveses, pues no logró su cometido. Fue, justamente Burgos, el que lo acusó el 11 de enero de 2024.
Y, posteriormente, pretendieron cambiar la competencia del togado, del juzgado especializado número 2 de Barranquilla, pero Corte Suprema de Justicia confirmó el miércoles 29 de noviembre de 2023 que el juicio en su contra seguiría en este despacho judicial. Ni siquiera el “pataleo” mediático de Nicolás Petro y de su abogado pudieron cambiar esta determinación, que llevó a la más reciente decisión.
“Juicio contra Nicolás Petro Burgos será en Juzgado 2º Penal del Circuito Especializado de Barranquilla, por definición de competencia de la Sala de Casación Penal de @CorteSupremaJ. La mayoría de conductas de lavado de activos y enriquecimiento habrían ocurrido en esa capital”, expresó la Corte en sus canales oficiales.
El juez Carbonó negó la petición de nulidad del proceso adelantado en contra del hijo mayor del presidente Gustavo Petro Urrego, con lo que dio vía libre a la Fiscalía para la audiencia de acusación, en la que el fiscal a cargo del proceso expuso, en detalle, los registros que daban indicio de un enriquecimiento ilícito por parte del joven político, además de algunas maniobras que habría adelantado para tal fin.