El Juzgado 15 de ejecución de penas y medidas de seguridad de Bogotá determinó el traslado del exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, desde la cárcel La Picota hacia un centro de reclusión hospitalaria debido a su grave estado de salud.
La orden, emitida el viernes 20 de diciembre de 2023, especificó el internamiento en la IPS Salud Esencial, sujeto a la supervisión del Inpec. A pesar de la directriz, el traspaso no se ha efectuado debido a la falta de disponibilidad en la EPS del régimen subsidiado al que pertenece Suárez Corzo, de acuerdo con la información de una fuente publicada en Blu Radio.
Según un comunicado del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), se “efectuará el traslado de Ramiro Suárez Corzo a un centro asistencial en la ciudad de Bogotá de acuerdo a la historia clínica determinada por el médico tratante que definirá la atención que requiere el penado por estar a cargo del sistema contributivo de salud”.
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No obstante, ya se han venido acumulando denuncias sobre la posible falta de atención a las necesidades de salud del exalcalde que está condenado a 27 años (324 meses) de prisión por el delito de homicidio agravado en un hecho ocurrido en 2003.
De hecho, Suárez Corzo, según un dictamen médico enfrentó una condición que es “incompatible con la vida en reclusión formal”. Este estado de salud alarmante requiere que, después de su valoración por especialistas y los tratamientos necesarios, sea nuevamente evaluado para determinar si continua en reclusión carcelaria o bajo modalidad intrahospitalaria.
Ante las circunstancias, el Inpec anunció en las horas de la mañana del 4 de enero que “Las Directivas y la Unidad de Sanidad del Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta, Media y Mínima Seguridad de Bogotá “La Picota” vienen realizando el seguimiento a la salud del penado con base en los requerimientos médicos. El INPEC se encuentra en coordinaciones logísticas para el traslado bajo las medidas de seguridad y los protocolos dispuestos para la medida otorgada por el Juzgado”.
Aún así, las fuentes del Inpec revelaron Blu Radio que la postergación del traslado se ha debido a la insuficiencia de espacios en la entidad de salud responsable.
Esta situación ha mantenido a Suárez Corzo en La Picota, a pesar del deterioro evidente de su salud y la indicación judicial. Se espera que próximas valoraciones médicas resuelvan su situación y dictaminen el entorno más adecuado para el cumplimiento de su condena, en función de su condición clínica.
La denuncia de la Defensoría
El 14 de diciembre de 2023, la Defensoría del Pueblo denunció las “condiciones infrahumanas” en las que se encuentraría Ramiro Suárez Corzo, en la cárcel La Picota de Bogotá. El informe revelado por W Radio detalló que Suárez Corzo, quien sufre de una enfermedad que le impide mover sus piernas, está en situación crítica de salud y requiere de cuidados especiales que no está recibiendo en prisión. Además, no cuenta con atención médica desde su ingreso al centro penitenciario el 14 de septiembre del año anterior.
De hecho, la institución defensora manifestó que “se encontró que el señor Suárez, desde la fecha de ingreso al Centro Carcelario la Picota, no ha recibido ningún tipo de atención en salud (ni diagnóstico, ni tratamientos, ni rehabilitación, ni trabajo social, no apoyo psicológico, fisioterapéutico). Evidenciándose claramente el abandono institucional”.
Cabe aclarar que el 8 de septiembre de 2023 se supo que el Inpec había autorizado la movilización del exalcalde desde su anterior centro de reclusión de Cúcuta a La Picota, luego de que se denunciaran presuntos tratos preferenciales en favor de Suárez.
Así lo detalló un previo comunicado del Inpec: “El Director General Teniente Coronel Daniel Fernando Gutiérrez Rojas ordenó el traslado a Bogotá del privado de la libertad Ramiro Suárez Corzo. Ante denuncias que son materia de investigación por posibles actos de indisciplina y visitas no autorizadas al hospital donde se encontraba en la ciudad de Cúcuta, se dio su traslado y permanecerá con atención hospitalaria en una Clínica de Bogotá de acuerdo a las prescripciones médicas dadas por los galenos ante la complejidad de salud que presenta el PPL”.